Todos tenemos claro que aún nos esperan varias batallas. En algunos países se está saliendo de la crisis Corona, otros empezaron hace poco, algunos siguen lidiando con escenarios dantescos, y a todos nos embargan la preocupación y la incertidumbre. Además, todos llevamos una enorme responsabilidad sobre nuestros hombros. Justamente en momentos difíciles, debemos abstenernos de lo que mejor nos hace, la cercanía con nuestros seres queridos, más que nada los mayores, precisamente para cuidarlos. Hay que quedarse en casa.
Todos los pueblos de la Tierra lidian con este singular desafío. Y al pueblo judío se le agrega estos días una dimensión especial, al acercarse la festividad de Pesaj, la central del calendario hebreo, porque marca la liberación, el pasaje de la esclavitud a la libertad y el camino hacia la constitución como pueblo.
No es sencillo saber que este año el Seder de Pesaj, esa hermosa reunión familiar plena de tradiciones que celebraremos la noche del 8 de abril, será mucho más reducido que en tiempos normales. Las indicaciones son claras: cada uno en su casa. O sea, en Uruguay y el resto del mundo, ello se desprende de las instrucciones generales sobre el aislamiento, mientras que en Israel, el Estado judío, ello es indicado explícita y públicamente ante las cámaras por el Primer Ministro Biniamin Netanyahu. Cada uno celebra con quienes viven en su casa, no se reúne ni con abuelos, ni con tíos ni primos. Tampoco con hijos que están viviendo afuera de la casa.
Sería bastante fácil sumirnos en un espíritu sombrío. Pero no debemos.
De cara a este Pesaj tan diferente, sugiero que optemos por recordar que cuando el pueblo de Israel estaba por salir de Egipto, aquella última noche, todos tuvieron que quedarse en casa. Lo hicieron para protegerse de la plaga de los primogénitos que iba a saltearse las casas marcadas, del pueblo hebreo, con todos a resguardo en su interior. El peligro estaba afuera. Adentro, la seguridad. Igual que hoy.
Lidiamos hoy con amenazas que no vivimos nunca…que oímos y leímos sólo en los libros de historia. Pero hay cosas más antiguas aún, que seguimos vivenciando. También la semana próxima, al celebrar Pesaj, por más que la mesa sea más pequeña y haya poca gente a su alrededor.
¡Feliz Pesaj para todos….EN CASA!
Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(2 de Abril de 2020)
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