Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

Entre el antisemismo ucraniano y el sufrimiento de Ucrania hoy


Una de las carácterísticas del pueblo judío es su larga memoria. Simplemente, no puede permitirse olvidar. Junto a las muchas cosas buenas para recordar, hay lamentablemente también terribles tragedias y mucho sufrimiento. Los horrores del Holocausto fueron evidentemente el mayor ejemplo, precedido y sucedido por no pocas expresiones de antisemitismo, un odio irracional que no esperó a los nazis para aparecer. Y se lo vivió también en Ucrania.

Más de un millón de judíos fueron asesinados en lo que es hoy Ucrania, a manos de los Einsatzgruppen y otras fuerzas nazis, con la ayuda de colaboradores locales, civiles ucranianos que se voluntarizaron a ayudar a los nazis.

Aún así, y no sólo porque los ucranianos de hoy no tienen culpa de los crímenes que cometieron sus antepasados, aquellos horrores en nada minimizan a mi modo de ver el imperativo moral del Estado judío de ayudar hoy a Ucrania. ¿Por qué? Simplemente porque está siendo agredido con una terrible invasión rusa. E Israel lo está haciendo, con cuantiosa ayuda humanitaria. También ha condenado la invasión rusa, lo cual sin duda al menos en algo le traerá problemas ya que hay aquí de fondo un difícil equilibrio de mantener.

En Israel es imposible olvidar el juicio de John Demjaniuk, sospechoso de ser “Iván el Terrible de Treblinka”, el ucraniano que fue absuelto porque se dudó si el testimonio de los sobrevivientes que aseguraban él era aquel monstruo, recordaban bien tantos años después.Una ofensa inconmensurable a quienes habían vivido lo peor.

Al igual que sucedió en la Polonia ocupada, Ucrania fue víctima de los nazis. Pero al igual, también, que en Polonia, entre sus habitantes hubo numerosos colaboradores con los nazis , algunos de los cuales tuvieron inclusive un rol protagónico en el manejo de los campos de concentración nazis.

Al mismo tiempo, debemos tener presente que 2.673 civiles ucranianos fueron reconocidos como Justos entre las Naciones (el nombre dado a los gentiles que arriesgaron sus vidas para salvar judíos de los nazis) , lo cual significa que corrieron serios peligros para ellos mismos y sus familias, para actuar correctamente, considerando que esa era la actitud moral que debían tener en aquellos años oscuros en Europa. Y cabe suponer que la cantidad real fue mayor,ya que éstos son solamente los formalmente reconocidos, para lo cual es clave presentar testimonios fidedignos. Puede que haya habido muchos más, casos en los que ni los salvadores ni sus protegidos estaban ya con vida para contarlo.

Y más allá de esta deuda moral, está la ineludible consideración moral de hoy. Israel debe estar-y está-del lado correcto de la historia. El que también intente maniobrar con su buena relación con Rusia, es comprensible. Rusia es una potencia con fuerte presencia militar en Siria, donde también se ha instalado Irán, que intenta solidificar su infraestructura militar en el país para tener otro frente directo de amenaza sobre Israel,  lo cual Israel trata de frenar o minimizar atacando esos blancos iraníes. Y para ello, la coordinación con Rusia es clave.

Pero el pronunciamiento claro en favor de Ucrania, que hoy sin duda es víctima de una agresión criminal, es de suma importancia. Otros piensan qué swift frenarle a Rusia, por intereses comerciales. Israel piensa en su seguridad.

Es temprano para saber qué consecuencias tendrá para Israel la condena a Rusia, que ha sido explícita. Yo me atrevo a opinar que inclusive si le complica las cosas en Siria, Israel tiene que seguir estando del lado correcto de la historia.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(1 de Marzo de 2022)

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