Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

Israel, la digna respuesta de los vivos


El Estado Judío, entre la Shoá y la Independencia

Israel no fue creado debido al Holocausto.El pueblo judío, al igual que los otros pueblos, tenía derecho a su hogar nacional.  Y si no hubiese habido Holocausto, en el que fue asesinada la tercera parte del pueblo judío, el Estado de Israel se habría creado probablemente con más fuerzas, con más hijos de su pueblo, capaces en áreas muy diversas, aportando a su desarrollo. Pero muchos de ellos, fueron asesinados en la Shoá.

   Pero inclusive si el pueblo judío merecía desde siempre lograr la cristalización de su derecho inalienable, es imposible olvidar  la influencia que la tragedia del Holocausto tuvo sobre la creación misma de Israel , así como también  el rol que los sobrevivientes jugaron en el desarrollo del Estado judío. Porque el haber fundado el Estado de Israel tres años después del fin de la Segunda Guerra Mundial y la confirmación del hecho que la tercera parte del pueblo judío de entonces había sido aniquilada, agregó una dimensión especial al nuevo hogar nacional judío. 

  Su vida independiente y la pujanza de su democracia y desarrollo, en medio de condiciones adversas y aún con numerosos problemas por resolver, son no sólo la concreción del sueño de generaciones, sino también una respuesta a quienes pretendieron borrar al pueblo judío de la faz de la tierra. Y el que justamente ahora, tan sólo unos días después de Iom Hashoa-el día Recordatorio del Holocausto, conmemorado este jueves- Israel se apronte para celebrar, como todos los años, el Día de la Independencia, tiene un simbolismo que no puede ser desatendido. 

   Las fechas tan cercanas, no fueron combinadas tan “pegadas” intencionalmente por nadie, sino determinadas por la historia: el heroico levantamiento del Ghetto de Varsovia, que comenzó el 19 de abril de 1943, es hasta hoy el día en que se recuerda el Holocausto todo, dándose pocos días antes de Iom Haatzmaut, Día de la Independencia del Estado de Israel, declarada en su momento el 15 de mayo de 1948.  El que se los conmemore y celebre respectivamente, según el calendario judío-lunar y no solar como el gregoriano- ,cambia anualmente las fechas oficiales.Pero la cercanía queda y tiene su gran simbolismo. 

 Aunque jamás nos gustó la palabra, no podemos evitar ver al Estado de Israel de hoy, como la respuesta a los asesinos, como la digna venganza de los vivos. No solamente como refugio en caso de persecuciones, sino como hogar al que puedan sumarse aquellos judíos que así lo deseen, por derecho propio, por el legado de sus antepasados comunes, por el recuerdo de sus mayores y de la historia que los unió, inclusive viniendo de países con plena libertad. 

   Porque el sumarse a la vivencia que significa el Estado de Israel- cuando se trata de inmigrantes llegados del exterior y no de los ciudadanos nativos del país- no equivale a dejar de querer al país natal, ni a ser incapaz de ver sus virtudes, no es dejar de lado todo lo que aportó la patria en la que uno nació ni olvidar los sentimientos que ella siempre nos seguirá inspirando. Lo sabemos por experiencia personal, al tener siempre tan vivo a Uruguay en nuestro corazón.

 El sumarse a la experiencia de formar la vida en el Estado de Israel, es unirse al camino histórico del pueblo judío, que siempre estuvo relacionado a esta tierra. Es acoplarse casi a un legado de los primeros Patriarcas , con enfoque religioso algunos, con enfoque de orden más cultural nacional otros. Y el que ésto siga sucediendo hoy, el que haya sucedido en el transcurso de los 74 años transcurridos desde el establecimiento del Estado de Israel, a pesar de las guerras y el conflicto en el que el país se vió sumido desde su creación y que aún no ha sido totalmente solucionado, es, nuevamente, una respuesta a los asesinos responsables de aquella larga noche que fue el Holocausto. 

  Y es una respuesta digna y fuerte porque no sólo queda más que demostrado que los nazis no lograron sus pérfidos designios de exterminar al pueblo judío, sino que además se construyó un Estado que en muchos aspectos, puede ser un verdadero ejemplo al mundo. Hay temas y problemas en los que Israel tiene todavía mucho que aprender, por ejemplo de países como Uruguay.  Y hay otros en los que puede enseñar a sus semejantes. La tensión que acompañó el desarrollo de su vida independiente , no ahogó su defensa de la democracia, su lucha por salir adelante, todo lo que llevó a que hoy, 74 años después de la histórica declaración de independencia del Estado judío, sea un modelo de investigación científica y avance tecnológico, así como también de dedicación a las artes y a las letras , a la cultura y la investigación histórica, a muy alto nivel. Eso confirma que los nazis no sólo no lograron exterminar  al pueblo judío, sino que tampoco pudieron apagar su alma.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(27 de Abril de 2022)

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