Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

¿Por qué nos alegramos con el Premio Jerusalem al Presidente Luis Lacalle Pou?


Cuando nos contaron meses atrás de la Organización Sionista del Uruguay que se había decidido otorgar el Premio Jerusalem de este año al Presidente de la República Luis Lacalle Pou, pensamos de inmediato que sería uno de los más justos galardones en la historia del premio, que lleva ya 33 años.

Claro que la base es el vínculo con Israel, tema en el que evidentemente había mucho que mejorar. Si bien siempre nos vanagloriamos de las buenas relaciones bilaterales y del significado del histórico apoyo uruguayo a la creación misma de Israel, el hecho es que durante algunos años en la colectividad judía sentimos a menudo que se votaba muy injustamente contra Israel en foros internacionales. No se trataba de pretender que siempre se concuerde y se salga a una guerra contra los enemigos de Israel para corregir las cosas, pero sí que se actúe más en el espíritu que derivó de la actitud principista de Uruguay cuando la creación misma de Israel.

Es indudable que el Presidente Luis Lacalle Pou ha cambiado las cosas para bien. No es secreto que ha habido votaciones con las que discrepamos. En algunos casos parece claro que él no tuvo nada que ver. Por otra parte somos conscientes de los numerosos frentes con los que se lidia al actuar en un organismo internacional.

Uruguay bajo la presidencia de Luis Lacalle Pou ha cambiado de rumbo. Y se la ha jugado en más de una oportunidad, votando fuera de lo que muchos podrían ver como su bloque más natural.

Pero la verdad, aunque el Premio Jerusalem por definición pasa por el vínculo con Israel y el pueblo judío, no es esta la única razón por la que nos alegra tanto que el galardonado este año sea el Presidente Lacalle Pou.

Desde que comenzamos hace ya muchos años a seguir su carrera política, entrevistándolo personalmente también en la campaña tras la que perdió en la contienda con el Dr. Tabaré Vázquez, captamos su vocación de servicio a la ciudadanía, su convicción sobre  la responsabilidad que recae sobre los hombros de quien sale electo para regir los destinos del país. Responsabilidad, no privilegios.

El Presidente Lacalle Pou irradió siempre credibilidad, firme para discutir cuando era necesario pero también abierto a escuchar críticas  y más que nada defendiendo el derecho del ciudadano de discrepar con él. Hace poco, en una visita a la reinauguración de una clínica en el interior, pidió que se le acerque una mujer que lo había esperado con un cartel de protesta en el que exigía remedios, no visitas. Él quiso que ella aparezca en las cámaras, que esté claro que tiene derecho a manifestar. También explicó  la razón de su visita al lugar, reiterando lo que ya había dicho en campaña: que todo lo que se había hecho bien en el gobierno anterior, lo abrazaría, y lo que debía ser mejorado, se lo intentaría mejorar.

“Estoy aquí por tengo mucho para devolverle a mi país”, nos dijo cuando lo entrevistamos en aquella campaña en la que no ganó, siendo aún pre-candidato del Partido Nacional, al explicar  el por qué de su participación y postulación. 

Ha llegado el momento de expresarle el aprecio profundo y sincero por su fuerte acercamiento a Israel. 

Puede que haya aún, como suele suceder en la vida política, discrepancias y altibajos. La amistad no se puede medir de acuerdo a concordancias absolutas. Pero el Presidente Luis Lacalle Pou ya ha demostrado ser un gran amigo de Israel y las causas que defiende.

Este jueves 1° de setiembre, al entregársele el Premio Jerusalem, se estará actuando con justicia. 

Le deseamos que junto a la Embajada de Israel y organizaciones de la sociedad civil, su gobierno lleve adelante numerosos proyectos de cooperación que aporten al valor de la amistad bilateral en sus distintas expresiones, y que ello resulte fructífero para la sociedad uruguaya en general.

Y  todos los que amamos profundamente tanto a Uruguay como a Israel, deseamos que aquellos que le sucedan en la Presidencia, sean del partido que sean, también sean dignos merecedores del alto reconocimiento de un Premio Jerusalem no entregado por compromiso ni para quedar bien, sino como expresión de profunda amistad entre ambos países y del trabajo hecho para seguir cultivándola.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(31 de Agosto de 2022)

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