Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

No sorprende que drones iraníes ataquen Ucrania


No se puede separar entre la opresión del pueblo iraní por parte del régimen dictatorial y fanático que lo gobierna y los drones iraníes que siembran muerte y destrucción en Kiev y otras ciudades ucranianas, utilizados como arma letal por Rusia. Son partes del mismo monstruo, el régimen de los Ayatollas que gobierna la república islámica desde febrero de 1979, sofoca a su pueblo, dedica sus fondos a apoyar terroristas por doquier y mata a mujeres que no tienen bien puesto el hijab.

Así de simple.

Una misma línea que sale de Teherán y pasa por Moscú-o viceversa-y termina en Ucrania.

Es parte del eje del mal . Y aunque analizar conflictos es un tanto más complejo que dividir al  mundo entre buenos y malos, acá no hay duda-aún si Ucrania cometió algunos errores-quién agredió y quién se defiende. Y por lo tanto, no sorprende que Irán esté apoyando a Rusia en sus ataques a la población civil ucraniana.

Irán tiene el descaro de mentir-como suele hacer-y negar que esté enviando drones a Rusia para ser utilizados contra Ucrania, pero si en el momento de escribir estas líneas parece que Ucrania está a punto de romper relaciones diplomáticas con Teherán, por algo es.

Y en realidad, no sorprende esta alianza.

En estos precisos momentos, el régimen de los Ayatollas oprime a su propia población y sigue matando a jóvenes que se le oponen. ¿Por qué va a tener reparos entonces de ayudar a matar a civiles ucranianos?

Lo ha hecho también en Siria, ayudando a las fuerzas del presidente Bashar el-Assad a reprimir los levantamientos en su contra, matando manifestantes. Recordamos cuando años atrás visitamos un centro de asistencia médica a refugiados sirios heridos en la guerra, en Turquía, cerca de la frontera con Siria. Uno de ello, muy jovencito, herido en las piernas, recordó el momento en que el tanque disparó el proyectil hacia él. Alcanzó a oir a los efectivos que le atacaron hablando en persa.

El mundo debe tener claro que los drones iraníes sobre Kiev no pueden ser analizados en forma independiente ni del programa nuclear iraní ni de su desarrollo de misiles balísticos, así como tampoco de la represión de su pueblo. Todo va de la mano. Todo es parte del carácter asesino del régimen de Teherán.

Ahora proporcionan drones a Rusia, analizan su desempeño y seguramente ven cómo sofisticarlos para usarlos contra Israel.

No es que somos paranoicos. Simplemente, conocemos al monstruo.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(19 de Octubre de 2022)

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