Terrorismo y elecciones en Israel

 

Al tratar de analizar cómo influye el terrorismo en la decisión del ciudadano israelí acerca de por quién votar , es ineludible recordar lo que sucedió el 30 de octubre de 1988, casi la víspera de la apertura de las urnas en las elecciones israelíes, en las que los candidatos eran el entonces Primer Ministro Itzjak Shamir del Likud y el jefe del Maaraj, el laborista Shimon Peres.

Un terrible atentado terrorista en el que fueron asesinados 5 civiles israelíes, entre ellos Rajel Weiss, una maestra de 26 años, y sus tres hijos de 2, 3 y 9 años, estremeció a la población israelí. Cuando el laborismo perdió las elecciones , varios analistas estimaron que el atentado había sido crucial en ello. Lo dijo el propio Peres. No todos pensaban así y hubo quienes dijeron que las elecciones simplemente confirmaron una tendencia que se estaba dando desde hacía tiempo. Itzjak Rabin, que en aquellos años ya protagonizaba su conocida rivalidad política con Peres, criticó a su copartidario y adversario en la interna del laborismo por sus comentarios, dando a entender que Peres debía analizar su responsabilidad política por la derrota, sin relación ninguna con el atentado.

Antes de continuar con el análisis, agreguemos unos datos sobre el atentado.

Las botellas incendiarias sobre el ómnibus de la línea 961, que no estaba blindado, entraron fácilmente al mismo. El conductor resultó levemente herido en la cara, alcanzó a salir del ómnibus y disparar hacia los atacantes, permitiendo además al abrir rápidamente la puerta, que la mayor parte de los 22 pasajeros salgan hacia afuera.

Pero Rajel Weiss, que en la mitad del viaje se había movido de la parte delantera del bus hacia atrás con sus hijos –para permitir que su esposo pueda estudiar Torá en silencio mientras la familia entera se hallaba en camino  a una celebración familiar en Jerusalem- creyó, al oir el estallido del impacto de las botellas incendiarias, que terroristas estaban disparando hacia adentro. Se tiró al piso sobre sus tres hijos para protegerlos, cuando el ómnibus ya comenzaba a arder en distintos fotos . El soldado David Delaroza, cuando estaba a punto de salir, se percató de la mujer , trató de sacarla, le dio la mano pero ella se resistía, pensando que moriría por disparos de terroristas. El intentó convencerla pero ella gritaba “¡Mis hijos! Mis hijos!”…David trató de romper la ventana pero lo logró sólo parcialmente y sacó la cabeza para tomar aire. Vio que sus manos ya comenzaban a arder y que el cuerpo empezaba a prenderse fuego. Hizo un último intento y salió pidiendo socorro. Fue trasladado al hospital, herido grave y poco después falleció.

El atentado fue estremecedor. Su incidencia política, como decíamos, fue discutida, pero en la memoria colectiva de la ciudadanía, sí quedó registrado como un acto terrorista que influyó en las elecciones.

Cabe recordar que el 2022, en los 10 meses que van del año, es el más cruento desde el 2015, recordado por ser el año de la así llamada “intifada de los cuchillos”.

 

Puedes leer los detalles al respecto en esta nota.

El  analista político Nahum Barnea escribió en el diario "Yediot Ahronot" que el terrorismo empuja a los votantes hacia la derecha. Es instintivo, comenta. O sea, el terrorismo incide también del lado israelí, por la percepción de muchos ciudadanos que hay atentados porque el gobierno es "blando". La realidad nada tiene que ver con esta percepción, no sólo por todo lo que hizo la coalición de cambio contra el terrorismo-a nuestro criterio, como ya hemos dicho, más que Netanyahu- sino por el hecho que durante los 12 años de gobiernos de Netanyahu fueron numerosos los atentados terroristas.

Sin ir más lejos, como recuerda también el ya mencionado Barnea, los duros eventos de mayo del 2021, que indudablemente jugaron un rol clave en la memoria de israelíes, más que nada jóvenes, que ahora optan por votar por el partido  en el que se halla Itamar Ben Gvir, un diputado nacionalista de derecha de línea dura, considerando que él "sabrá poner a los árabes en su lugar", ocurrieron cuando el Primer Ministro era Netanyahu. Nos referimos a aquellos días en los que  paralelamente a la operación militar "Guardián de los Muros" contra los terroristas de Hamas en Gaza por el disparo de cohetes hacia Israel, hubo numerosos ataques violentos de árabes dentro de Israel contra judíos.

En aquella ocasión, hubo también intentos de linchamientos de árabes por parte de judíos, y en estos días precisamente han terminado algunos juicios con merecidas penas de prisión. Numéricamente, no hubo punto de comparación entre un lado y el otro, lo cual no quita la gravedad de cada uno de los incidentes. 

Lamentablemente, lo que los terroristas quieren es matar israelíes siempre que pueden. No piensan ni saben si son de derecha, de izquierda, religiosos o seculares, así como eso no importó a los nazis cuando enviaban judíos a los crematorios.