Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

Un paso polémico, un dolor comprensible


 

Se multiplica en Israel el fenómeno de  oficiales en la reserva que aclaran no estarán dispuestos a seguir siendo voluntarios en las unidades élites en las que sirven, si continúa avanzando la polémica legislación de la reforma judicial.  Explican que con la misma, el gobierno está cambiando las bases del “contrato” en cuyo marco ellos se presentan. El pacto es entre Israel como Estado judío y democrático, y los reservistas. Si el carácter de Israel cambia, advierten, el contrato no es el mismo.

Evidentemente, es un paso polémico y complejo . En primer término, porque los enemigos miran, evalúan y pueden interpretar equivocadamente que Israel está por caer, situación que evidentemente tratarían de aprovechar. Y además, porque esta situación puede en efecto incidir en el estado de preparación de las Fuerzas de Defensa de Israel de cara a un eventual enfrentamiento, inclusive si no es en la medida que estiman los enemigos. 

Es por ello que según reveló el portal Ynet, el Ministro de Defensa Yoav Gallant y el Comandante en Jefe del Estado Mayor de Tzahal Tte. Gral. Herzi Halevi se reunieron para evaluar la situación y están considerando plantear al Primer Ministro Netanyahu cuáles son los motivos de verdadera preocupación. La gran pregunta, claro está, es cuán abierto está hoy Netanyahu para escuchar, cuando ya días atrás dejó en claro su encare al decir que “Israel puede sin unas escuadrillas menos pero no sin el gobierno”. Fue una lamentable confirmación de que hoy su prioridar es mantener la coalición, sin sopesar debidamente el significado negativo de la línea de su coalción.

Pero la cúpula de seguridad tiene la obligación de intentar abrirle los ojos y es al parecer lo que hará. 

Es indudable que las advertencias de los reservistas son polémicas. Pero creemos que hay que escucharlas seriamente y entender por qué se está dando.

Lo mejor para ello es leer la carta que presentaron este lunes cerca de 200 reservistas nada menos que  de la unidad élite Saiéret Matkál al jefe de la misma, firmada con nombre y apellido por todos ellos. Ya no se trata de fórmulas generales y mención de tal o cual unidad, sino de oficiales que firman y se identifican públicamente. 

Según reveló Ynet, en un mensaje interno que circuló  entre los participantes en esta iniciativa, se dijo que “se acaba de entregar al jefe de la unidad, con manos temblorosas, la carta contra el voluntariado”, agregándose que “todos tenemos la esperanza que la legislación destructiva, tal cual lo es hoy, se detenga y que nos encontremos en el próximo servicio de reserva, después que se haya retirado la espada que pende sobre el cuello de la democracia”.

Y así dice la carta misma: “Debido a los últimos pasos que el gobierno continúa empujando enérgicamente para aprobar la legislación, haciendo caso omiso totalmente del hecho que la misma destroza la base común de la sociedad israelí y desgarra al pueblo, nuestra conciencia no nos permite quedarnos de brazos cruzados. Un proceso de legislación anti democrática que altera los fundamentos del Estado de Israel, perjudica directamente la seguridad nacional, basada antetodo en la mutua solidaridad y la unidad de los combatientes. Vemos con preocupación el proceso que está pasando la sociedad israelí. Tras serias dudas y con profundo dolor por el hecho que la situación haya llegado a este punto, resolvimos dirigirnos a usted y notificar que si la legislación actual , que daña la independencia del sistema judicial, no queda archivada, no podemos seguir presentándonos como voluntarios al servicio de reserva en la unidad. Somos conscientes del daño que esto puede hacer, pero en este momento no nos ha quedado otra forma de actuar en el intento de frenar la destrucción que las planeadas leyes traerán a todos nosotros”.

Y este es sólo uno de varios ejemplos. 

Todos estos reservistas, los aquí citados y otros  de distintas unidades de altísimo nivel, han servido siempre en sus puestos independientemente del gobierno de turno. En muchos casos, arriesgaron sus vidas. Salvo rarísimas excepciones, no discutieron  si presentarse o no según quién ganaba las elecciones. 

Ahora dudan.Porque el tema no es si les gusta o no el Primer Ministro Netanyahu. El tema no es si votaron o no por el gobierno actual. El tema no es una línea política determinada, digamos de desmantelar asentamientos o construir nuevos. No. Ahora, así lo explican, lo que está en juego es la esencia misma de Israel como Estado judío y democrático. Eso lo ven no sólo los que votaron a centro o izquierda, sino también a mucha gente de derecha, incluyendo israelíes religiosos, que participan semanalmente en las manifestaciones y advierten contra lo que está ocurriendo.

Captan el potencial peligroso para el país de lo que está pasando y advierten para que el tren no se estrelle. Pero hay algo más a fondo aún: si Israel deja de ser democrático, existe el peligro que las órdenes que imparta su gobierno no sean legítimas . Y tanto los pilotos como cualquier otro soldado, debe desacatar órdenes ilegítimas o inmorales. 

La gran pregunta ahora es si se equivocan todos estos reservistas al dar este paso cuando está claro que Israel  aún sigue siendo una democracia, o o si son los valientes que van al frente advirtiendo a tiempo.

Mientras ello se debate, seguirá habiendo discrepancias sobre lo legítimo de este tipo de protesta. Sobre lo que no puede haber duda alguna es sobre el hecho que cuando toman medidas tan drásticas quienes dedican años de su vida a la seguridad de Israel, hay que escucharlos seriamente.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(16 de Julio de 2023)

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