Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

Se equivocaron de enemigo


Cuando se libran luchas dramáticas y valientes, también se comete errores. A nuestro criterio, eso es lo que está pasando ahora con la protesta contra el plan de reforma judicial del gobierno de Israel, que cruza fronteras, organizándose manifestaciones contra el Primer Ministro Biniamin Netanyahu también durante su visita a Estados Unidos.  A nuestro criterio, es un error contraproducente. Apoyamos la protesta como una impresionante muestra del espíritu democrático de la sociedad israelí, pero creemos que debe circunscribirse al territorio nacional. Cada uno, claro está, con su opinión al respecto.

Pero entre esto y las declaraciones formuladas por miembros de la coalición de gobierno , ante todo el propio Primer Ministro Biniamin Netanyahu, sobre los manifestantes, hay una distancia sideral.

Antes de partir hacia Estados Unidos, Netanyahu declaró que los manifestantes “se suman a la OLP e Irán”. A raíz de la tormenta política que estalló, publicó una aclaración diciendo que criticó a los manifestantes porque se disponen a protestar mientras él esté hablando en representación de Israel ante la Asamblea General de la ONU, al mismo tiempo que manifiesten activistas del BDS y otros enemigos de Israel. A decir verdad, la aclaración no vale demasiado porque lamentablemente han sido numerosas las ocasiones en las que Netanyahu se manifestó sobre  todo el que le critica como “izquierda”, convirtiendo el término en casi sinónimo de insulto, de ilegitimidad.

El Primer Ministro tiene todo el derecho del mundo a discrepar  con sus críticos y a criticarlos a ellos, pero hay líneas rojas que no se deben pasar.

Cuando agregó, en una aclaración que de hecho no hizo más que oscurecer, que sería bueno si los manifestantes dedicaran unos minutos para protestar contra los enemigos que niegan el derecho de Israel a existir, nuevamente puso en tela de juicio su patriotismo. Es oportuno recordar que mientras en la coalición de gobierno hay partidos que se oponen terminantemente a que su público haga el servicio militar obligatorio, aunque es clave para la defensa nacional, uno de los elementos centrales de la protesta son los “Hermanos de armas”. O sea oficiales y soldados en la reserva que tras dedicar decenas de años a  la defensa del país, consideran que ahora deben involucrarse en esta nueva lucha para preservar a Israel como Estado judío y democrático. Se les puede criticar , claro que sí, pero jamás dar a entender que cooperan con el enemigo.

Las líneas rojas las cruzaron este martes también otros miembros de la coalición, para los que evidentemente los términos acuñados por Netanyahu marcan un camino. Daremos aquí uno de varios ejemplos. El ministro Amijai Eliahu dijo en una entrevista televisada al portal israelí Ynet que los manifestantes en Estados Unidos son “unos desgraciados, una banda del BDS que ensucian a Israel en el exterior”,agregando que “no son hermanos”.

Esto requiere una aclaración clave:  las manifestaciones no son contra Israel sino contra el gobierno y su política. Siempre fue importante hacer una distinción entre los dos conceptos. Hoy es especialmente clave.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(19 de Septiembre de 2023)

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