Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

Duras conclusiones a 3 meses de la masacre de Hamas en el sur de Israel


El sábado 7 de octubre del 2023 marcó un antes y un después en la vida de Israel y hoy, a tres meses de la masacre perpetrada por Hamas ese día en el sur de Israel, es importante recordar y advertir. Son demasiadas las vidas perdidas, demasiado grande el sufrimiento, como para pensar que se pueda volver a la vida anterior .

Pero junto al dolor, al estupor y la furia, sigue estando la esperanza. Es que paralelamente a la enorme decepción por las fallas que hicieron posible el horror del asalto terrorista al sur de Israel – tanto de parte del gobierno como de la cúpula de seguridad- está el fenómeno de las múltiples expresiones de solidaridad de la sociedad israelí con todas las víctimas, a distintos niveles. Con las familias de los más de 1.200 muertos, de los más de 10.000 heridos y más de 240 secuestrados. Y con las comunidades atacadas que no pueden en la situación actual servir de hogar, por lo cual sus miembros fueron evacuados a distintas partes del país, abrazados por conciudadanos de otros lares que los quieren hacer sentirse en casa tras todo lo que han sufrido.

Recordatorio

Ante todo, recordemos que el sábado 7 de octubre a las 6.30 de la mañana, aproximadamente 3.000 terroristas armados hasta los dientes lograron romper la valla fronteriza entre la Franja de Gaza y el territorio soberano de Israel y cruzaron en todo tipo de vehículos a los gritos de “Ala hu-Akbar”, con el declarado objetivo de asesinar y secuestrar, para lo que habían recibido órdenes precisas y claramente escritas en los manuales que llevaban consigo. También pasaron por sobre la valla, cruzando a Israel en parapentes.

 

Irrumpieron a más de 20 comunidades civiles en territorio soberano de Israel, asesinando familias enteras, matando a niños, mujeres, ancianos, adultos, hombres y mujeres, violando y torturando a mujeres jóvenes, dejando a miles y miles de heridos y secuestrando a más de 240 personas. De todas las víctimas, la mayoría eran civiles. También hubo soldados, en la base de la Brigada de Gaza que fue atacada y en otros puestos como el de observación, instalado en el kibutz Najal Oz. Lograron de antemano neutralizar los sistemas de alerta para imposibilitar la organización de la defensa.

Los peores escenarios del horror fueron los kibutzim Beeri, Nir Oz y Kfar Aza, además del lugar del festival musical Nova junto al kibutz Reim, donde mataron a más de 370 personas y violaron violentamente a decenas de jovencitas que trataban de huir, asesinándolas luego y a veces hasta violando sus cuerpos ya sin vida.

Tras la primera ola de ataque, también numerosos civiles de Gaza cruzaron la frontera para saquear en los poblados atacados, incluyendo casos de quienes habían trabajado en ellos y fueron reconocidos por habitantes de los kibutzim. Hubo también casos de civiles palestinos que secuestraron civiles israelíes y luego los “vendieron” a Hamas en Gaza.  

El asalto no fue solamente en las pequeñas comunidades , kibutzim y moshavim adyacentes a la frontera. Uno de los primeros reportes que dejó boquiabiertos a los israelíes cuando lo vieron en sus pantallas de televisión, era de camionetas llenas de terroristas armados circulando por las calles de la ciudad de Sderot y disparando por doquier. Y lograron llegar mucho más tierra adentro, hasta la ciudad de Ofakim, a casi 30 kilómetros de la frontera, donde mataron a más de 50 civiles.

¿Y los palestinos?

El 7 de octubre, hace exactamente tres meses, fue también el día en que comenzó la guerra de Israel contra Hamas.

En términos generales, el mundo se concentra en las muertes palestinas y en la gran destrucción en Gaza. Está claro que ha muerto mucha  gente . Ninguna muerte de civiles alegra y tampoco es lo que busca Israel. Pero es lamentable que con tanta facilidad tanto medios de prensa internacionales como organismos internacionales, incluyendo la ONU, se hagan eco de la información que sale de Gaza de fuentes de Hamas, repitiendo las cifras que dicen los terroristas desde “el Ministerio de Sanidad de Gaza” . No sólo que es más que probable que estén infladas sino que se suele dar la sensación que todos los muertos son civiles, aunque Israel ya confirmó que mató por lo menos 9.000 terroristas.

Pero más allá de ello, de la seria problemática de tomar como veraz información dada por Hamas, nada de esto habría pasado si Hamas no hubiera insertado toda su infraestructura militar en medio de los espacios civiles en Gaza. Todo: túneles, comandos terroristas, depósitos de c ohetes y tanto más.

Está clarísimo: Hamas nunca buscó gobernar Gaza en beneficio de su población sino como base de terrorismo contra Israel.

Claro que la destrucción causada por la guerra es enorme. Claro que muchos palestinos a los que Israel exhortó a dejar sus casas y desplazarse a otras zonas, por los esperados combates, no tienen realmente adónde volver.  No es nada sencillo.

En todas las guerras mueren civiles y claro que cada uno es una tragedia. Pero concentrarse en ello en esta guerra y condenar por eso a Israel es una hipocresía.

¿Por qué?

Porque Israel bombardeó fuerte, claro que sí, pero trató de alejar a los civiles de las zonas atacadas lo más posible, siempre que se podía. En ninguna otra guerra en ninguna parte del mundo se han hecho esfuerzos como los desplegados por Israel para tratar de preservar la vida de la población civil del lado enemigo.

Y porque aquí, la guerra que lanzó Israel era contra la zona desde la que salieron sus asesinos. Esta guerra debe ser vista como un intento israelí de quitarle a su enemigo las herramientas para volver a atacarle, como sostiene que quiere hacer.

¿Acaso habría sido lógico esperar de Israel que se quede cruzado de brazos cuando desde el territorio vecino lo atacan con la virulencia con que los terroristas atacaron el 7 de octubre? ¿Algún otro país del mundo habría soportado un ataque así sin reaccionar?

La guerra se lanzó porque era necesario despojar a Hamas de su capacidad militar, de su condicón de amenaza sobre Israel. Esto es lo que se está intentando hacer. Y eso conllevaba gran destrucción , por la envergadura de toda la infraestructura militar instalada por Hamas por doquier. Dirigieron todos sus recursos, dinero y esfuerzos, todo su tiempo desde el 2007 cuando tomaron el poder en Gaza, a desarrollar una monstruosa instalación terrorista en medio de su pueblo.

Pues la masacre dejó en claro a Israel que no podrá seguir viviendo, si esa amenaza no es desmantelada. Hay que derrotar a los terroristas y recuperara los secuestrados, que en abierta violación del Derecho Internacional, Hamas raptó en sus casas y sigue manteniendo en los túneles.

Es legítimo discrepar con tal o cual política de Israel e inclusive con operativos puntuales en la guerra. Pero no hay que perder el cuadro general: los criminales son los terroristas y la víctima es Israel.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(7 de Enero de 2024)

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