Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

Los fuertes símbolos y duras conclusiones de este gran día, entre la vida y la muerte


Este sábado 8 de junio quedará marcado en el calendario israelí como un día feliz. Israel logró rescatar con vida a 4 civiles secuestrados en Gaza de las garras de Hamas, y cuatro familias respiran aliviadas aún siendo conscientes de los grandes desafíos que aún tienen en el camino .

En medio de tantos motivos de preocupación, cuando Israel debe enfrentarse desde hace meses a varios frentes de ataques- Gaza, Líbano, los hutíes en Yemen, las milicias chiitas en Irak y el terrorismo en Cisjordania- lograr liberar con vida a secuestrados por cuya vida se temía, causó una emoción indescriptible.

Israel celebra, el mundo judío se le une feliz con profunda emoción y también, me consta claramente, los numerosos amigos no judíos que tiene Israel. Al ver la hipocresía del mundo, de la ONU, de varios países europeos,  y la tendenciosidad de numerosos medios de comunicación, nos embarga a menudo una profunda sensación de incomprensión, justicia y soledad. Pero yo sé que no estamos solos y que hay muchos amigos no judíos que nos acompañan , apoyando a Israel y también este sábado enviándonos mensajes de entusiasmo por el exitoso rescate.

 Aunque no podamos olvidar las fallas que hicieron posible el 7 de octubre  y que aún deben ser investigadas concienzudamente ya que sus resultados fueron catastróficos , muy pocas horas después de aquel terrible estremecimiento , todos los servicios de seguridad se levantaron como un resorte y comenzaron a luchar con impresionante compromiso.

Volvieron a luchar con el espíritu que siempre caracterizó a las Fuerzas de Defensa de Israel, el Servicio de Seguridad y la unidad anti terrorista de la Guardia de Fronteras. Quedó nuevamente en claro, tras mucho sufrimiento, que el 7 de octubre no fue la norma sino la excepción.

Estas no son meras palabras que suenan bien. Esto significa que hombres valientes, verdaderos héroes, arriesgaron sus vidas para intentar salvar secuestrados de manos de los terroristas . Lo expresó  bien Revital Nasí, hermana  menor de Shlomi Ziv, uno de los liberados, al pedir transmitir por televisión, en vivo, un mensaje a la familia de Arnon Zmora (z”l), el oficial de la unidad anti terrorista que sucumbió a las graves heridas sufridas durante el rescate . Con la voz entrecortada por la emoción y el llanto les pidio perdón y les dijo “gracias”.

Su muerte nos recuerda que las luchas del pueblo de Israel por una vida en paz y normalidad, van de la mano de un gran dolor.

Pero la línea central, siempre, es apostar por la vida y seguir tratando de avanzar.Y un ejemplo simbólico de ello tiene hoy también el nombre de Mali Mander, una mujer que el sábado 7 de octubre perdió a su hija, que se llamaba Noa, en el festival de música Nova. Y este sábado, 8 meses después, cuando estaba en su turno como jefe de enfermeras en el centro médico Sheba –Tel Hashomer, recibió a Noa Argamani, secuestrada en aquel mismo festival,  al volver a casa. Y llevó de la mano a Andrey Kozlov …y agradeció por el privilegio de haber estado allí, reconociendo al mismo tiempo que siente sana envidia por la felicidad de sus familiares al haberlos recuperado, algo que ella nunca podrá sentir respecto a su Noa, asesinada hace 8 meses.

Luces y sombras, como siempre.

La sombra más oscura es evidentemente la caída de Aharon Zmora, que deja una joven esposa y dos niños pequeños. Y recordar que quedan en Gaza 120 secuestrados más, de los cuales 43 ya se sabe que están muertos. Y si en 8 meses Israel logró rescatar a 7 secuestrados (Ori Maguidish en octubre, Luis Har y Fernando Marman en febrero y ahora Noa Argamani, Andrey Kozlov, Shlomi Ziv y Almog Meir), no es que la alegría de hoy puede hacernos creer que hay un nuevo gran rescate a la vuelta de la esquina. Ojalá,pero será difícil.

Y junto a ello, como ya escribimos tiempo atrás, hay otra gran sombra. La organización terrorista Hamas tenía a estos tres secuestrados no en un túneles sino en casas de familias, en medio de una zona densamente habitada. Eso no podía ser realmente secreto. Eso seguramente lo sabía mucha gente y por ende, esos palestinos, aunque formalmente “civiles”, eran cómplices de Hamas y como tales, cargaban con responsabilidad.

Y ello va de la mano del tema central,  la tradicional práctica de Hamas: emplazar sus acciones terroristas- y la retención de los secuestrados es indudablemente una de ellas- en medio de la población civil, usando a miles de palestinos como escudos humanos. Por ende, los palestinos muertos este sábado en Nuseirat , 150 según dice Hamas , además del hecho que muchos de ellos eran terroristas, son todos responsabilidad de Hamas. Todos, también los “no involucrados”, aunque no sean parte formal de Hamas.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(8 de Junio de 2024)

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