Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

La farsa del barco y los falsos luchadores por los derechos humanos


 

 

Estaba claro desde un principio que el “Madleen” orquestado por la sueca Greta Thunberg, revoltosa que cambió la lucha por el cambio climático por la defensa de Hamas, era una farsa propagandística para demonizar a Israel. Organizó el viaje de una embarcación de “ayuda” a los palestinos en la Franja de Gaza, sabiendo que Israel no le permitiría pasar porque hay un bloqueo legalmente autorizado ya años atrás por la ONU, para montar un dramático teatro.

 

Su nula preocupación por los derechos humanos quedó en clara evidencia ya en el camino, cuando el barco pasó junto a una balsa con civiles sudaneses que escaparon de un genocidio real, y no les prestó ayuda.

El domingo por la noche, la embarcación fue detenida antes de llegar a Gaza, previa advertencia por altavoces. El comando de la Marina israelí abordó el barco, sin violencia, los pasajeros no ofrecieron resistencia-evidentemente sabían que no les pasaría nada malo en manos del ejército israelí, aunque de todos modos enviaron mensajes de “emergencia” previos como si los estuvieran atacando. Lamentable que algunos medios, incluyendo El País de España-lo cual no sorprende- se hayan sumado a la fiesta replicando los mensajes y distorsionando nuevamente la realidad.

Los soldados entregaron sándwiches y bebidas a todos los que estaban a bordo, Greta aceptó gustosa y hasta fue captada en una imagen con una amplia sonrisa, el barco fue remolcado a Israel y todos son devueltos a sus países de origen desde donde probablemente sigan haciendo teatro.

La Cancillería israelí resumió el caso: 

“El "yate selfie" de las "celebridades" se dirige sano y salvo a las costas de Israel. Se espera que los pasajeros regresen a sus países de origen. Mientras Greta y otros intentaron montar una provocación mediática cuyo único propósito era ganar publicidad —y que incluyó menos de un camión cargado de ayuda— más de 1.200 camiones de ayuda han entrado a Gaza desde Israel en las últimas dos semanas, y además, la Fundación Humanitaria de Gaza ha distribuido cerca de 11 millones de comidas directamente a los civiles en Gaza.

Hay formas de entregar ayuda a la Franja de Gaza que no implican selfies en Instagram.La pequeña cantidad de ayuda que estaba en el yate y que no fue consumida por las “celebridades” será transferida a Gaza a través de canales humanitarios reales”.

 

Evidentemente, si los que estaban a bordo fueran luchadores humanitarios, habrían ido a las costas de Sudán, no de Israel, donde más de 20 millones de personas están sufriendo por el ejército  liderado por la Hermandad Musulmana en Sudán , par de Hamas.  Según informes oficiales de la ONU, 5,2 millones de ellos son niños, pero al Secretario General Guterres no se lo oye hablando de ello con tono preocupado. Como Israel no está involucrado, no importan esos niños, que dicho sea de paso, son musulmanes.

La hipocresía no tiene límites. 

Por otro lado, habría sido interesante permitir que esos “luchadores” entren a Gaza, que Greta visite a Hamas con sus pantalones cortos, igual que otros  tantos  “liberales” y “humanistas” que no son tales, sino idiotas útiles que dicen defender a los palestinos y de hecho están defendiendo a Hamas.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(9 de Junio de 2025)

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