Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

Israel, Irán y Gaza: no es cuestión de concepción sino de mentira o verdad


Al encontrarse ahora Israel enfrascado en una guerra directa con el régimen de los Ayatollas en Irán, destinada a eliminar la amenaza existencial que emana de su programa nuclear y sus misiles balísticos, cae la máscara de los que desde el 7 de octubre del 2023 se presentan como luchadores por los derechos humanos de los palestinos pero son en realidad hipócritas antisemitas. 

Salen en las redes y por cualquier medio que los ampare, a criticar a Israel por su operativo militar y evidentemente no dicen ni una palabra del hecho que mientras Israel ataca al régimen y sus blancos estratégicos, Irán responde con misiles hacia la población civil.

Algunos se superan en lo alevoso de sus posturas. En un posteo en instagram, en español, un individuo presenta una imagen de Tel Aviv con imágenes de destrozos creadas por inteligencia artificial y se oye el audio en el que grita “¡Viva Irán!”. 

Y uno se pregunta, más allá del legítimo derecho de cada uno de discrepar con tal o cual política de Israel, con su gobierno, ¿qué le puede llevar a una persona a decir ¡Viva Irán!? O sea…¿qué argumentación lógica para quien se considera defensor de derechos humanos puede traer para celebrar a Irán por algo? Un régimen oscuro, retrógrado, reaccionario, que cuelga homosexuales en las plazas y encarcela, tortura y matas mujeres por tener el cabello al descubierto y haberse puesto mal el hijab, un régimen despótico que oprime a su pueblo, que mata estudiantes que protestan y roba recursos a su pueblo para destinarlos a grupos terroristas que ataquen a Israel. ¿Eso es lo que celebran?

No decimos que todo el mundo debe abrazar a Israel. ¿Pero no ven acaso por qué está luchando hoy el Estado judío? ¿Hace falta recordar que misiles con 4.000 kms de alcance van mucho más allá de Israel? ¿Para qué los quiere Irán? 

Una línea directa une a los que salen a insultar en las redes a todo el que defiende a Israel en su guerra contra Irán y a los que difunden mentiras sobre la situación en Gaza.  Y como suelo aclarar, no alegamos ni por un momento que no hay sufrimiento en Gaza.

Hoy leímos una carta pública en la que algunos médicos uruguayos acusan a Israel de genocidio y limpieza étnica, citando inclusive a grupos cuya sola mención da supuestamente legitimidad a cualquier crítica. Pues no, Médicos sin Fronteras-uno de los mencionados- cuyo trabajo para ayudar a gente en zonas de conflicto es arriesgado y por ende encomiable, es a menudo parte del coro anti israelí que difunde mentiras inventadas por Hamas. Lo sé porque recibo sus comunicados  y lo veo en forma directa. 

La verdad, inspira bastante vergüenza ajena que médicos, profesionales preparados, que dedicaron años al estudio para salvar vidas, se presten a repetir las calumnias de una organización terrorista y no digan nada sobre el sufrimiento que Hamas impone a su pueblo. 

En Gaza hay sufrimiento, hay muertos , claro que sí, así es en guerra contra una organización terrorista que usa a la población de escudos humanos. Pero genocidio es otra cosa y limpieza étnica  también. Los médicos lo deben saber, no son ignorantes de la calle. No avergüencen su título difamando a un país democrático que se defiende de terroristas, toma medidas para reducir al mínimo el riesgo a los civiles, crea zonas humanitarias para alejarlos de los combates y les proporciona ayuda humanitaria que Hamas roba. 

Hay que ser ciego para no verlo y optar por abrazar las mentiras de Hamas.

La nota a la que hacía alusión, menciona los nombres de algunos de los firmantes. Le escribí por privado a una de ellas a la que conozco personalmente desde hace años. Le dije de mi sorpresa de ver cómo se presta para demonizar a Israel, que conoce, abrazando lo que dice Hamas. Le dije que evidentemente firmó algo sobre una situación que no conoce en absoluto, y le expliqué por qué es una falsedad alevosa acusar a Israel de genocidio. “Tenemos concepciones diferentes”, se limitó a responderme , evidentemente sin lograr responder a mis argumentos. No tiene cómo. 

No, no es cuestión de concepciones. Es cuestión de defender la verdad o la mentira. Puede haber muchas cosas por las que sea legítimo criticar a Israel, como a todo país del mundo. Pero lo que  no sucede en el terreno, es mentira decir que sucede. Es cuestión de verdad o mentira. Nada más. Y eso, antes de recordar que esto es una lucha entre la luz y la oscuridad.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(16 de Junio de 2025)

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