Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

Fin de la guerra, sí, pero con todos los rehenes libres


 

Todos los días estamos expuestos a campañas demonizadoras de Israel en muchos medios de comunicación, a ríos de veneno contra Israel en las redes sociales y a “informes” monstruosos desde Gaza sobre los “crímenes” de Israel. La guerra nunca es una situación agradable, por decirlo delicadamente, pero lo que está ocurriendo en ésta no tiene precedentes.

Una organización terrorista masacró a 1200 personas y secuestró a más de 250 en el territorio soberano de su vecino, el país atacado se defiende, es acusado de inmediato de causar un genocidio del otro lado y aunque en negociaciones para un alto el fuego quien no responde y dice “sí” es la organización terrorista, todos culpan a Israel por la continuación de la cruenta guerra en curso.

Y todo esto, teniendo como uno de los puntos más discutidos el de la ayuda humanitaria, que Israel introduce en grandes cantidades, Hamas roba, la ONU se demora en distribuir y todos exigen más a Israel, como si a los Aliados se les habría podido pedir que pasen ayuda a los civiles alemanes.

Hace mucho que consideramos que esta guerra tiene que terminar, y evidentemente no porque no compartamos el declarado objetivo de destruir a Hamas, justificado por cierto. Pero alcanzar la tan prometida “victoria total”, es imposible. O sea, técnicamente se puede seguir combatiendo años, destruyendo túneles y matando terroristas, pero no se llegará a esa victoria total, porque como a Hamas no le importa la vida y el sufrimiento de su propio pueblo, lo usa para sus necesidades y actúa como vencedor. Hamas logra convertir a Gaza en un pantano que se lo traga todo, y aunque ya no existe como ejército ordenado porque Israel logró asestarle enormes y bien merecidos golpes, se adaptó a la situación, opera con células de guerrilla, logra matar soldados y encima gana la campaña mediática manipulando a todos.

Y el tema aquí es que el precio que esto le cobra a Israel le complica tanto que resulta sumamente perjudicial. Ni que hablar sus muertos, también los muertos del lado palestino, las presiones internacionales, las recurrentes críticas que pretenden presentar a Israel como ilegítimo y criminal. Todo esto está manchado de enorme hipocresía por cierto, pero Israel tiene que actuar con inteligencia para combatirla.

La guerra contra Hamas es justificada y fue lanzada no como venganza sino en defensa propia porque tras el 7 de octubre, Hamas prometía otras masacres. Pero hay que saber analizar la situación. 

El Coronel (retirado) Lior Lotan, oficial en la reserva de una unidad élite de Israel, ex encargado del tema de secuestrados y desaparecidos ,y gran experto en la lucha anti terrorista, hizo referencia este miércoles a un punto de gran importancia. Explicó que el objetivo de destruir totalmente al enemigo, es casi inalcanzable e impracticable. Lo que hay que hacer, recalcó, es estar prontos para lidiar siempre con la amenaza, no permitirle concretarse, enfrentarla siempre. Hay que terminar la guerra, salir de Gaza y estar en una alerta tal como si Hamas estuviera por atacar en unas horas, sin bajar la mirada ni un momento, pero sin estar dentro del pantano gazatí. Esta última frase no es de Lotan, sino resumen nuestro.

Sin embargo, todo esto no puede hacer olvidar que aquí hay otra parte, que los terroristas no aceptan de hecho el alto el fuego porque la prolongación de la guerra les viene bien, saben que le cuesta sangre y sudor a Israel en todo sentido. Y porque no quieren liberar a los secuestrados. Israel se ha flexibilizado en las negociaciones y en el mapa de retirada presentado, pero Hamas siempre tiene un “pero”. Lo confirmó uno de los negociadores norteamericanos, que tiene raíces palestinas.

Es increíble: los críticos más furibundos de Israel le acusan de genocidio, y no ven que las supuestas víctimas de ese genocidio, que no existe, son las que ponen obstáculos para el fin de la guerra, aunque claro está que alegando que es Israel quien lo hace. Si la guerra es tan tremenda y causa tanto sufrimiento a los palestinos-y no estamos diciendo que no estén sufriendo- ¿por qué no proclama Hamas que libera a todos los rehenes de inmediato y así “obliga” a Israel a terminar la guerra? 

Israel debe estar pronto para atacar a Hamas ante el más mínimo atisbo de amenaza. Pero ahora lo más sabio sería proclamar el fin de la guerra . De todos modos, una salvedad evidente: eso tiene que ser a cambio de la liberación de todos los secuestrados que los terroristas tienen en su poder. Absolutamente todos. Que Israel proclame ya que se va de Gaza apenas  Hamas los libera. Y que advierta al mundo qué pasará si Hamas trata de volver a atacar.

La justicia le acompañará si tiene que volver a luchar.

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(23 de Julio de 2025)

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