Estoy absolutamente convencida de que Israel y su ejército merecen ser defendidos por la forma en que se libra la guerra contra el terrorismo de Hamas. Y al mismo tiempo, considero que esta guerra tiene que terminar lo antes posible.
En mi opinión, Israel debe proclamar lo que es cierto, que ha vencido al ejército terrorista de Hamas-es que como tal, ya no existe, y le quedan células que atacan en guerra de guerrillas- y que por lo tanto está dispuesto a retirarse de la Franja de Gaza si son liberados todos los secuestrados. No es que quedan unos pocos terroristas, claro está, pero la estructura militar enorme que tenía la organización, ya no existe. Hay aún armas, hay túneles, y hay cohetes, claro que sí. Pero en sus manos hay también 50 secuestrados, de los cuales 20 se estima que están vivos. Y deben volver a casa. Esa debe ser la prioridad.
Y para resolver el dilema que muchos plantean, que no es descabellado, cómo elegir entre 20 secuestrados vivos y el riesgo a la seguridad nacional si Hamas sigue en pie, hay que garantizar que no puede repetirse un 7 de octubre. Todo indica que hoy, Hamas no podría hacer algo similar, aunque quisiera. Pero lo que cuenta no es lo que ellos quieran, con su visión absolutamente antisemita de la realidad, sino lo que Israel haga para impedirlo.
Claro que recuperar a los secuestrados no depende sólo de proclamaciones israelíes sino de Hamas que los usa como escudos humanos. Pero en nuestra opinión, Israel debe dar el paso de proclamar que si los secuestrados vuelven, todos, se retira. Y estar alerta para la necesidad que casi podemos dar por segura, de que poco después, tenga que actuar contra Hamas y reciba así la oportunidad de terminar la tarea de tratar de acabar con la organización.
El tiempo corre en contra en muchos sentidos en la constelación actual, pero el más importante son los secuestrados. Están en manos de los nazis del siglo XXI, que los matan de hambre y torturan, y eso tiene que terminar.
También hay que terminar la guerra, no porque el declarado objetivo de destruir a Hamas no sea justificado o deseable, sino porque la organización terrorista maneja las cosas de una forma en la que logra que a pesar de sus grandes logros militares, Israel parezca el perdedor al que todos critican y condenan. Sin olvidar ni por un momento el antisemitismo y la hipocresía mundial, tanto de gobernantes como de medios de prensa, Israel tiene que actuar con inteligencia para derrotar esas tendencias. Y seguir con la guerra hasta que se destruya el último túnel o se mate hasta el último terrorista, no es real.
Seguiremos defendiendo a Israel, porque lo merece. No porque no haya sufrimiento en la Franja de Gaza-siempre lo hay en guerra, también en ésta que Israel no buscó- sino porque contrariamente a lo que dicen sus demonizadores, hace el mayor esfuerzo posible por reducir al mínimo el daño a los civiles, con prácticas que ningún otro ejército del mundo ha hecho en sus guerras: avisando antes de atacar, desplazando a la población a zonas humanitarias, para alejarla de los terroristas. Claro que no es perfecto, menos que menos cuando los terroristas tratan de impedir que la gente se vaya, inclusive abriendo fuego. Pero el esfuerzo se hace. Y si lees esto y te parece que miento, es porque te han llenado la cabeza con información distorsionada y parcial.
Pero combatir las mentiras sobre Israel, la demonización de genocidio y limpieza étnica, el invento que Israel no permite introducir alimentos a Gaza y mucho más, no significa que concordemos con los nuevos planes y con el curso actual de la guerra.
Israel da hasta el 7 de octubre a la población civil palestina para dejar Gaza y trasladarse hacia el sur, y Hamas prepara todas las sorpresas posibles para matar soldados y evitar que la población se mueva. Encima Israel tendrá la responsabilidad de preocuparse por todas las necesidades humanitarias de la población del lado enemigo, una situación insostenible que no puede terminar bien.
En otro orden de cosas, consideramos que no se puede confiar en el manejo de la guerra por parte del gobierno actual. Ministros sin absolutamente ninguna experiencia de seguridad tienen gran influencia. El Ministro de Defensa Israel Katz parece haber lanzado una ofensiva interna contra el jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel al que trata de humillar rehusando recibirlo en su despacho. En medio de la guerra, sea cual sea el tema a tratar, es inconcebible que el jefe del ejército pida encontrarse con el ministro y no tenga puerta abierta para hacerlo. Es una irresponsabilidad inadmisible, sin precedentes, que en realidad no debería sorprender, tratándose de un nombramiento tan inapropiado como el de Katz para titular de Defensa.
Y del propio círculo cercano al Primer Ministro Netanyahu se filtran comentarios a la prensa en tono negativo contra el Teniente General Eyal Zamir .
¿Es porque opinó contrariamente al Primer Ministro sobre la continuación de la guerra? ¿O porque osó ordenar que se envíen órdenes de reclutamiento a jóvenes ultraortodoxos, aunque Netanyahu prometió a los partidos del sector haredi que aprobará la ley de exención, llamada de reclutamiento?
La seguridad nacional de Israel es demasiado importante como para aceptar cómodamente esta situación.
En el último año de guerra, han sido enormes los logros contra Hezbolá en Líbano y también contra Irán. Es importantísimo. Lo que se hizo bien, aunque haya demorado, debe ser destacado.También el gran rol que jugó en ello el Primer Ministro Netanyahu.
Pero lo que está mal, está mal.
No se puede seguir indefinidamente con la guerra. Hamas no se rendirá sino que logrará seguir complicando a Israel en la esfera internacional, porque cuenta con socios que disfrazados de preocupados por los palestinos, quieren dañar a Israel, tanto políticos como periodistas, entre los que estamos seguros hay muchos que reciben dinero por ello.
Israel debe proclamar el fin de la guerra a cambio de los secuestrados. Y el mundo debe ayudar presionando a Hamas a que los libere. Si lo hubiera hecho antes, en lugar de presionar a Israel, quizás la guerra hubiera terminado hace mucho.
Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(13 de Agosto de 2025)
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