Ana Jerozolimski / Directora Semanario Hebreo JAI

Editorial

La sabia limitación divina en Iom Kipur


Un análisis no religioso de un día significativo para los judíos

Todo aquel que haya ido al menos una vez a la sinagoga en Iom Kipur, el Día del Perdón, y prestado atención a las plegarias,  tiene clara la centralidad de D´s en el día más sagrado del calendario judío. A ÉL se le rinden cuentas, a ÉL se le pido perdón por las faltas y pecados cometidos, de ÉL se espera una nueva oportunidad y a ÉL se pide que nos inscriba en el libro de la vida. Pero ni siquiera eso neutraliza al hombre, al ser humano que debe ser responsable de sus actos. Y la prueba está en que en el judaísmo, D´s puede perdonar los pecados cometidos por el judío en su relación con ÉL, no con sus semejantes. Si fallamos ante el prójimo, debemos ser nosotros mismos los que pidamos perdón.

La exigencia es también una muestra de confianza. El ser humano es capaz de decir “me equivoqué”, para lo cual se requiere no poca altura y valentía, para poder seguir adelante con el alma más pura.

De chicos pensábamos a veces que era demasiado fácil la trama de Iom Kipur, más allá del ayuno mismo. Uno se porta mal, luego pide perdón, y todo se soluciona. Con ese criterio, pensábamos, cualquiera hace lo que se le antoja, sin pensar demasiado, y luego se “limpia” pidiendo perdón.

Claro está que ese no es el tema en absoluto. Nuestra visión hoy es que la nueva oportunidad se da a quien realmente quiere corregir su camino, quienes comprenden que actuaron mal y quieren corregir sus pasos.

Escribiendo estas líneas desde Israel, sabiendo que Iom Kipur es también una fecha terrible para el país, al recordarse la guerra de octubre de 1973, es fácil pensar en ejemplos de quienes tendrían mucho para pedir perdón. Todos aquellos que cometieron el pecado de la soberbia, de no saber escuchar, de creerse invencibles y con ello fueron responsables de la muerte de demasiados jóvenes en aquella traumática guerra.

En tiempos de elecciones tanto en Uruguay como en Israel, el consejo de la humildad y la responsabilidad es oportuno para todos aquellos que quieren ganarse la confianza del pueblo.

Para este Iom Kipur, deseamos ser inscriptos en el Libro de la Vida y lo deseamos a todos nuestros seres queridos y la colectividad en general. Ser dignos de nuevas oportunidades cuando las necesitamos.

A la colectividad toda y al mundo judío en general, auguramos poder aportar a Tikun Olam, a mejorar el entorno que nos rodea con iniciativas productivas y humanas. A Israel, saber siempre compartir con el mundo sus conocimientos y desarrollo, pero también sus valores. No menos importante que la alta tecnología, es el alto nivel de solidaridad con quienes necesitan ayuda.

Volvemos al comienzo. Para un judío creyente, D´s está en medio de la Creación misma, de la Existencia. Pero depende del Hombre poder dignificarla.

¡Gmar Jatimá Tová!

Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai
(7 de Octubre de 2019)

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