Aspira a un cuarto gobierno del FA, en el que él sea parte del liderazgo renovado.
Mario Bergara ocupó durante 13 años cargos profesionales en la conducción de la economía nacional-como Director del Banco Central , vice Ministro y luego Ministro de Economía-y meses atrás resolvió saltar a un campo distinto, la política dura, postulándose como pre-candidato a la Presidencia de la República. No se arrepiente.
Este es su resumen, por ahora.
P: Mario, falta muy poco para terminar la campaña interna y me imagino que por las encuestas, no estimás que seas tú el ganador. ¿Cuál es la importancia, a tu criterio, de seguir peleándola?
R: Nosotros estamos trabajando duro con el objetivo de la candidatura a la presidencia por parte del Frente Amplio. Estimamos que el hecho que el Frente acceda a su cuarto gobierno es lo que el país necesita, porque la oposición no ofrece una alternativa real para seguir resolviendo los problemas que tiene el Uruguay. Cualquiera sea la decisión que tomen los frenteamplistas en junio, vamos a estar los cuatro precandidatos encolumnados para lograr ese objetivo. Adicionalmente a los resultados puramente electorales, el Frente Amplio está ante un proceso de renovación de la fuerza política, que incluye renovar la visión del mundo, el enfoque de las políticas públicas, las formas del funcionamiento orgánico y, por supuesto, la estructura de liderazgos. En ese contexto, el proceso electoral se hace aún más importante, porque en él, los frenteamplistas van a ir dando sus señales de qué Frente Amplio renovado quieren y cuál va a ser su nueva estructura de líderes. Yo aspiro a ser parte del nuevo liderazgo de la fuerza política, fortaleciendo un espacio de renovación, con visión moderna y con valores y formas de hacer política fuertemente seregnistas.
P: ¿Es más complicada la interna o la nacional?
R: El Frente se enfrente a la elección más reñida desde que asumió el gobierno hace casi 15 años. Necesitamos un aluvión de votos frenteamplistas en junio para generar la plataforma que nos dé la certeza del triunfo en la elección nacional. Tenemos que lograr que todos los compañeros y las compañeras participen en la elección interna. El resultado electoral lo define la campaña y yo confío en que todos y todas las frenteamplistas van a ir a dialogar con toda la ciudadanía, en particular con los compañeros que tienen algún grado de enojo o desencanto, y eso nos va a permitir el mejor resultado. Con o sin mayorías parlamentarias, yo estoy convencido de que el Frente Amplio va a acceder al cuarto gobierno.
OTRO MUNDO
P: No hace tanto que diste el paso de sumarte a la política como pre-candidato. Desde joven estás en el Frente Amplio, fuiste muy cercano al General Seregni, y luego te abocaste al tema económico como Presidente del Banco Central, luego sub Secretario de Economía y finalmente Ministro, todos estos últimos cargos políticos pero muy profesionales. Esto es otra cancha totalmente distinta ¿verdad?
R: ¡¡Totalmente!! El salto de pertenecer por 13 años y medio ininterrumpidos al equipo económico de los gobiernos frenteamplistas a trabajar en la arena estrictamente política es un cambio de vida. Y mucho más en el período de campaña electoral y con el sombrerito de precandidato presidencial. Hay ciclos que sentimos que se van cerrando y otros que se van abriendo. Recorrer todos los rincones del país y estar en contacto con gente que vive en circunstancias tan diversas es una experiencia increíble. Y además uno recibe mucho de la gente. Realmente estoy muy satisfecho de haber tomado esta decisión.
P: ¿No hay momentos en los que te preguntás para qué te habrás metido en esto?
R: Esencialmente no. Obviamente este proceso requiere esfuerzo y por momentos es cansador. Pero es a la vez muy gratificante. Como decía, uno recibe mucho de la gente. Hace unos meses estábamos recorriendo un asentamiento en la periferia de Montevideo con los vecinos y cuando nos estábamos por ir, un muchacho me toca el brazo y me dice: “No, Mario, no se pueden ir” y yo le pregunto: “¿Por qué no?” Y me responde: “Porque la abuela hizo dos pizzas”.
P: Genial…
R: De más está decir lo que significaba eso para esa familia a lo cual no le sobraba nada para vivir. Estas son las cosas que hacen que el esfuerzo valga la pena.
LOGROS Y DEUDAS PENDIENTES
P: En la campaña no has hablado sólo de economía, que es por cierto tu fuerte. Supongo que estando en un cargo, por ejemplo como Ministro de Economía, las críticas a la política del gobierno te llegan más que nada a través de los medios. Pero como candidato tenés que recorrer el territorio nacional, hablar con la gente, escucharla, como recién explicaste. ¿Te parece que ahora logras ver los problemas de la gente desde otra óptica?
R: En la campaña hemos tratado de dotar de contenido el debate, tanto de los temas económicos como de todas las demás áreas. Yo he integrado los tres gobiernos frenteamplistas y me hago cargo de lo hecho y de lo no hecho. Creo que se ha implementado un número muy importante de transformaciones estructurales en múltiples áreas relevantes. Ese fue el foco de mi libro “Las nuevas reglas de juego en el Uruguay” que presentamos en el año 2015. Esos procesos han contribuido, junto con otros factores, a que hoy el país esté en un escalón superior de bienestar, de equidad y de derechos comparados cuando el Frente comenzó a gobernar. Pero parados en esa reivindicación, también tenemos un enfoque autocrítico, de que hay áreas en las que no supimos conducir reformas integrales, áreas en las que no hemos perfeccionado las políticas a la luz de realidades cambiantes o áreas en las que a pesar de lo hecho, no logramos los resultados esperados. Justamente los principales focos de preocupación de la gente hoy están en esas áreas en las que los resultados son insatisfactorios.
P: Te me adelantaste, porque justamente te iba a preguntar sobre la autocrítica, un elemento clave creo yo en esta actividad. ¿A qué áreas concretamente te referís?
R: Por ejemplo, en materia de seguridad ha habido una reforma estructural en el Ministerio del Interior, con tecnología, capacitación policial, equipamiento, infraestructura, etc. Pero los resultados no son buenos. El año pasado se incrementaron los delitos, en buena medida por la implementación confusa del nuevo código del proceso penal, que desnudó descoordinaciones entre policía, fiscalía y justicia. Pero también por el aterrizaje del narco y las nuevas modalidades delictivas. La mitad de los homicidios son ajustes de cuentas entre bandas narcos. Pero de manera autocrítica, yo creo que al Frente le llevó bastante tiempo comprender que debía poner el énfasis en la represión del delito de la misma manera que se ponía en el combate a las causas sociales del delito. También hay que corregir las políticas carcelarias, pasando de la lógica represiva (sacando las cárceles de la órbita policial) a la lógica de rehabilitación y de reinserción social. Además, tenemos que disminuir la cantidad de armas de fuego que hay en la sociedad. Somos el sexto país del mundo en tenencia de armas por parte de la población y eso trae más tragedias que soluciones.
P: ¿En qué otra área hay que trabajar mejor?
R: En el terreno educativo se han hecho cosas en la dirección correcta: el Plan Ceibal, la Universidad Tecnológica, las tecnicaturas asociadas a la producción, la descentralización geográfica. Hoy hay más de 10.000 chiquilines haciendo estudios terciarios en el interior del país, la mayoría de los cuales no hubieran podido ir a estudiar a Montevideo. Pero hay resultados inaceptables para la sensibilidad uruguaya en esta materia, como que 6 de cada 10 chiquilines no culminan la educación media en tiempo y forma. Es claro entonces que hay una reforma integral del sistema educativo que está pendiente en lo curricular, lo pedagógico y lo organizacional para que el sistema pueda proveer las capacidades que los futuros trabajadores necesitan para navegar en un mundo más complejo caracterizado por una gran dinámica tecnológica. El mundo del trabajo está desafiado de manera brutal. Además de recapacitar trabajadores para que se adapten pasando de los empleos que quedan obsoletos hacia los que tienen futuro, los chiquilines que salen del sistema educativo y tienen al menos cuatro décadas de vida laboral tienen que tener capacidades básicas, técnicas, de adaptación para estar permanentemente aprendiendo.
VICTORIA NACIONAL…¿SEGURA?
P: Sin duda, todos estos que mencionaste son temas claves, que creo todos los precandidatos entienden deben ser abordados. Mario, dijiste que estás seguro que el FA ganará.Pero…las encuestas no son tan contundentes ¿no?
R: Tampoco lo eran en instancias electorales anteriores. Los propios encuestadores están advirtiendo que los márgenes de error son muy grandes tanto en la nacional (porque la elección está muy lejos) y mucho más en las internas, porque la muestra se reduce enormemente y porque el voto no es obligatorio. No tengo dudas de que el Frente Amplio seguirá gobernando por el bien de la sociedad uruguaya, tanto trabajadores como empresarios, y muy especialmente aquellas personas desfavorecidas y discriminadas históricamente.
ENTRE CASA Y LOS OTROS PARTIDOS
P: ¿Cómo te sentís con tus compañeros de la campaña interna? ¿Hay alguno con quien sentís mayor afinidad?
R: Por supuesto que en lo personal uno genera vínculos diferentes con las diversas personas, pero me parece que es claro que tenemos total sintonía en el objetivo de llegar al cuarto gobierno y aplicar el programa que aprobaron los frenteamplistas. La clave de unidad en la diversidad sigue siendo fundamental en el Frente Amplio. Los múltiples precandidatos reflejamos las diversas sensibilidades políticas que conviven en la fuerza política desde su creación hace 48 años. La foto de nosotros cuatro es una foto políticamente potente, que ninguna otra colectividad política puede mostrar.
P: Esa foto pasa a la historia, sin duda. ¿Hay algo que comentarías sobre la interna de los otros partidos?
R: Un aspecto es que nosotros estamos procesando la renovación política en el Frente Amplio con naturalidad, con espíritu fraterno y unitario. Eso nos distingue de lo que ha ocurrido u ocurre en los otros partidos. El caso más claro es el de una colectividad que probablemente lleve de candidato presidencial a la misma persona que llevó hace 35 años.
P: Te referís al Presidente Sanguinetti en el Partido Colorado…no será renovación pero sin duda mucha experiencia. Imagino que tendrás lo que comentar sobre lo que está ocurriendo en el Partido Nacional…
R: Bueno…otro aspecto refiere a la presencia de un precandidato que cayó en paracaídas a este proceso, sin conocimiento de lo que pasa en el país porque no ha vivido en Uruguay durante muchísimos años y que se posiciona en base a poner montos obscenos de dinero. Más allá de la interna de ese partido, creo que a todos nos genera preocupación por el funcionamiento sano y republicanos de un sistema político que es ejemplo en el mundo. Si esa forma de hacer política se consolida, estaremos retrotrayéndonos más de un siglo en el carácter verdaderamente democrático de nuestra forma de relacionarnos políticamente, que yo reivindico con mucha fuerza.
DISCRIMINACIÓN EN LA SOCIEDAD URUGUAYA
P: Mario, dado que esto se publicará en Semanario Hebreo, quisiera plantearte un tema que seguro interesará a muchos de nuestros lectores, aunque claro está que no es para nada un tema de campaña. En los últimos tiempos ha aumentado el antisemitismo en diferentes partes del mundo. ¿Cómo ves ese fenómeno desde Uruguay?
R: Creo que la sociedad uruguaya naturalmente discrimina, es algo que tenemos internalizado históricamente en nuestra cultura. Aunque no lo veamos o no lo reconozcamos. Y el antisemitismo no es la excepción.
P: Es una afirmación muy dura y dolorosa.
R: Así es. Muchos son los colectivos que ven retaceado el acceso a sus derechos por cuestiones de discriminación. Sin ánimo de comparar casos que son diferentes, también pasa con la mujer, los afrodescendientes, las personas con discapacidad, las personas con diversa identidad de género y orientación sexual, con los pobres. El Frente Amplio ha empujado, muchas veces en soledad, una agenda que combata la discriminación y que sólo resultará exitosa si se internaliza en nuestra cultura. Muchas veces las posiciones con respecto al antisemitismo están condicionadas por posicionamientos políticos referidos al conflicto en Medio Oriente. Incluso se maneja información sesgada para un lado y para el otro. Creo que esas discusiones alimentan las posiciones de discriminación en todos los sentidos. Es mucho lo que tenemos que hacer al respecto como sociedad.
P: Muchas veces pensé cómo puede alguien que no es judío captar si hay antisemitismo a su alrededor. ¿Te has topado con el fenómeno?
R: Sí, muchas veces. De la misma manera que puedo captar discriminación hacia la mujer o hacia los homosexuales.
P: ¿Qué tendría que hacer el Estado para combatir este tipo de cosas? Pongo en la misma bolsa al antisemitismo y al racismo.
R: Como te decía, aprobando y efectivamente implementando normas de acción afirmativa en los casos de colectivos históricamente discriminados y con mucho debate y sensibilización para que nuestra cultura internalice la equidad y la tolerancia. En el caso del antisemitismo, como decía, hay factores adicionales que refieren por ejemplo al conflicto Israel-Palestina y al accionar israelí en política exterior que complejizan bastante el tema.
P: Yo creo que debe haber una diferencia muy clara entre la legítima discrepancia con tal o cual política del gobierno israelí de turno, y los pronunciamientos de tipo antisemita de algunos en diferentes partes, demonizando al Estado de Israel como tal. Pero esto da para un debate más amplio, que creo que no es para esta entrevista. Por último, un recuerdo. Años atrás fuiste invitado a visitar Israel y recuerdo que hicimos una entrevista en aquella ocasión. ¿Hay algo de un viaje como aquel, aunque no fue extenso, que queda como enseñanza o inspiración para siempre?
R: Fue una experiencia aleccionadora, porque como sociedad, Israel ha emprendido procesos ejemplares, como por ejemplo en la educación, la innovación y el emprendedurismo. Asimismo, es increíble ver cómo hay a la vez hostilidad y convivencia en los diversos territorios que condicionan la vida cotidiana de la gente. Nos resulta increíble cómo eso se integra a la vida diaria de forma casi natural. Lamento que la historia, los fundamentalismos religiosos y los intereses económicos hayan llevado a un conflicto de tanta complejidad. No dudo de que mundo será mucho mejor cuando esos conflictos se superen, aunque soy escéptico de que yo lo vaya a ver y a disfrutar.
P: Muchas gracias Mario por tu tiempo.
R: Gracias a ti Ana por tu interés.