(Por Javier Bonilla- Defensa.com)
Cuando todo se encaminaba a una negociación final con la firma que recuperó el águila y el telémetro del acorazado de bolsillo Admiral Von Graf Spee, hundido por su comandante frente a las costas de Montevideo tras la Batalla del Río de la Plata, en diciembre de 1939, contra naves aliadas, luego de una larga batalla judicial, alimentada por el interés del gobierno alemán en que la pieza se oculte a potenciales o supuestos grupos neonazis, el Poder Ejecutivo uruguayo decidió una última apelación ante la Suprema Corte de Justicia para que este material histórico continúe oculto y en dependencias navales, en las últimas horas.
Teniendo en cuenta que la Justicia había condenado al Ministerio de Defensa a pagar las costas y los intereses devengados, y que la nueva apelación tampoco prosperará y sumará mayor penalización económica para el endeudadísimo Estado uruguayo, sumándose a eso el más que penoso estado material de la Armada Nacional hay quienes piensen que la mejor alternativa existente es negociar con la contraparte privada su 50%, ya sea por representantes de Berlín o de Montevideo,y requerir a la República Federal Alemana un monto equivalente en equipos, inclusive, entregando la pieza para su custodia la país europeo. En tal sentido se recuerda que por una remarcable falta de recursos presupuestales, la Armada Nacional Uruguaya debió cancelar la compra en Alemania de las tres OPV Lürssen 80 y renunciar a seguir adelante con su proyecto de dotar al Uruguay de un imprescindible VTS Iala(visto el incremento del tráfico marítimo en la región y las normas internacionales), e inclusive, renovar su GMDSS/Navtex.
Esta sería una de las maneras más rápidas e inteligentes, dicen los observadores y especialistas locales en asuntos marítimos, de zanjar la cuestión y satisfacer tanto el interés nacional, como los intereses de los particulares involucrados,y hasta de atender a la industria del país que requiere el ocultamiento de la pieza para que le fuera menos onerosa la inversión.