El Brigadier General Tzvika Fogel, ya retirado, fue de los más altos oficiales en el Comando Sur.
Al Brig. Gral. (retirado) Tzvika Fogel (62), lo venimos entrevistando desde hace años. La primera vez que lo hicimos, fue en la frontera entre Israel y la Franja de Gaza. Él señalaba el territorio controlado ya entonces, años atrás, por la organización terrorista Hamas, y advertía que con ellos, no puede haber acuerdos, a menos que entiendan que Israel se mantiene firme.
La dinámica en la zona desde entonces no ha hecho más que confirmar, a su criterio, sus advertencias de entonces.
Fogel, hoy ya fuera de las filas de las Fuerzas de Defensa de Israel, sigue con preocupación la situación en la zona que fue el área principal de su servicio, al menos en los últimos años en los que llegó al rango más alto antes de General. Fue el número 2 del General que encabezaba el Comando sur y luego jefe del así llamado “Centro de Fuego”-clave en la organización y manejo de combate-durante dos de los grandes operativos contra Hamas. Finalizó su servicio profesional en Tzahal en el año 2000 y siguió en la reserva en altos cargos hasta el 2015.
Conversamos con él este viernes, horas después del anuncio de un supuesto “arreglo de calma” con Hamas (esa es la extraña terminología que se está usando, sin decir siquiera “tregua), mientras en la zona adyacente a la Franja de Gaza, ya estaban lidiando con varios incendios provocados por los globos lanzados desde Gaza. Este es su análisis.
SOBRE EL NUEVO "ACUERDO"
P: ¿Qué opinión le merece la información sobre el nuevo arreglo o acuerdo con Hamas? Recordemos que sabemos al respecto sólo de fuentes palestinas. Israel no dice absolutamente nada.
R: Esto no es un acuerdo de calma, sino de rendición. Hemos firmado un acuerdo que da licencia a Hamas para quemarnos el país cuando quieren, para decidir cómo serán las vacaciones de los niños y para matarnos más efectivamente cuando lo decidan.
P: Son palabras muy duras.
R: Así es. Lamentablemente. Es que ellos usan este tiempo para organizarse. Nosotros no tenemos control de lo que entra a Gaza. Cuando introducimos combustible, cemento, hierro o permitimos que entre dinero, no controlamos realmente adónde va. Si no queremos cerrar los ojos del todo, podemos reconocer que al final, la mayor parte de lo que permitimos que entre a la Franja, va a la infraestructura militar de Hamas, para armarse mejor y estar prontos para el próximo enfrentamiento.
P: ¿Los túneles desde Egipto continúan siendo una vía clave para Hamas? Recordemos que les destruyeron numerosos túneles que conectaban el Sinaí con Gaza.
R: Por supuesto que sigue siéndolo. No les destruyeron todos los túneles. Además, no tengo dudas de que los egipcios también cierran los ojos a parte de los túneles, porque no quieren que todo pase por arriba, por tierra. Prefieren que parte siga pasando por abajo, como si ellos no vieran.
P: Usted no concibe, entiendo, que pueda haber ningún fruto de estos periódicos “acuerdos” con Hamas.
R: Por supuesto que no. Uno de mis defectos es que digo la verdad tal cual la veo, muy claramente. Yo observo la realidad y me pregunto qué quieren Hamas y Jihad Islámico, que al fin de cuentas, son las fuerzas iraníes en la región. Nunca reconocieron el derecho de Israel a existir, nunca renunciaron a su sueño de crear un Estado palestino islámico sobre las ruinas de Israel.
DEPENDE DE LOS TERRORISTAS QUE SE VIVA EN PAZ
P: Entonces Israel está condenado a seguir luchando…
R: Yo no quiero guerras. Tengo nietos, tengo hijos en el ejército. No quiero ser una familia de duelo. Pero entiendo que es hora de tomar la responsabilidad en nuestras manos, y no dejarla en manos de otros. Lo que quieren desde Gaza es echarnos de aquí, matarnos, vencernos por la fuerza. No quieren ninguna otra cosa.
P: Y lo que usted sugiere es cambiar de rumbo, que Israel comience a actuar de otra forma.
R: Sin duda. Hace ya muchos años que estamos en una guerra de desgaste que nos imponen desde el otro lado. Y no somos buenos en guerras de desgaste. Perdemos. Somos buenos en guerras cortas en las que podemos poner toda la fuerza necesaria para hacer lo que hay que hacer. Pero nos dejamos arrastrar a la guerra que ellos nos imponen. La Fuerza Aérea de Hamas, los globos, le ganan a la nuestra. Nosotros nos rendimos ante los globos incendiarios y explosivos y ellos no se rinden ante los F35.
EL PROBLEMA DESDE ARRIBA
P: Creo que es importante una aclaración. No es que Israel se rinde y no puede lidiar con eso. Tzahal puede. El problema es la decisión política.
R: Querrás decir…
P: O sea falta de decisión política.
R: Exacto. Es bueno que te hayas corregido.Claro que ese es el problema, no toman la decisión necesaria. Yo les digo a todos los políticos, que en lugar de seguir matándose en guerras políticas, nos digan qué realmente les importa lo que pasa acá, que se unan por un tiempo y le ganen al enemigo común.
P: Se pelean de cara a las elecciones, dice usted, y no actúan.
R: Claro que no. Hace ya muchos años que no tenemos un liderazgo dispuesto a actuar con responsabilidad, a plantarse frente al pueblo y decir que está dispuesto a pagar todo el precio necesario para que haya aquí un futuro más seguro en Israel. Hay que hacerlo, aunque tengamos que pagar el precio más alto.
P: Permítame traducirlo. Usted está diciendo que hay que osar ir a una guerra de gran envergadura contra Hamas, aunque se sepa de antemano que Israel tendrá muertos, y probablemente no pocos.
R: Por supuesto. Creo que tenemos un problema también con el liderazgo militar. Claro que para ganar la guerra hay que pagar un precio. Es doloroso, pero es así. Para que haya silencio por 40 años, no por 4. No hay un liderazgo valiente, todos dicen que bajo su turno no habrá muertos. No estamos dispuestos a pagar el precio.
P: ¿Usted está hablando de una entrada por tierra a Gaza? Siempre se sabe que eso es más peligroso.
R: Entrada por tierra es la única forma de terminar con el terrorismo. No hay ninguna otra opción.
P: ¿Cómo explica que Netanyahu, que se presenta el mejor en temas de seguridad, permita esta situación? En el sur están furiosos con la política del gobierno.
R: Nos mienten descaradamente. Dicen que Netanyahu es fuerte ante Hamas, que Liberman “entiende árabe”, cada uno promete la mejor política, y cuando llega el momento de la verdad, son todos unos cobardes. Ya lo dijo el otrora Secretario de Estado Henry Kissinger: En Israel no hay política exterior, todo deriva de la política interna. Eso es lo que impone políticas y realidades.
Netanyahu habla muy bien inglés, pero engaña al pueblo presentando una ilusión de una política firme ante el terrorismo, y a nosotros nos gusta comprarla y dejarnos engañar. Precisamos estadistas, no políticos.
NO CONQUISTAR GAZA SINO ELIMINAR A LOS TERRORISTAS
P: ¿Y después? ¿Qué se hace con Gaza?
R: La meta no es en absoluto conquistar la Franja de Gaza. Para nada. Lo que hay que hacer es alcanzar a los jefes, no solamente a Ismail Haniyen y Yehia Sinwar sino a los 2.000 jefes civiles y militares de Hamas, a distintos niveles. Es la única forma. Aún no son un ejército al que s tienen que enrolar a los 18 años, pero son una fuerza con mucha capacidad militar, con dinero y un camino claro. Y si logramos neutralizarlos a todos ellos, habrán perdido la experiencia que acumularon, el vínculo con el dinero, los conocimientos del terrorismo. Cuando pase eso, Hamas estará dispuesto a vivir en paz porque lo que más quieren es estar vivos allí para gobernar.
P: Aún con el camino duro que propone, es optimista, pensar que llegará ese momento en que querrán vivir en paz.
R: Yo creo que más que lo que nos odian a nosotros, quieren ser los gobernantes de Gaza. Claro que también quisieran controlar Cisjordania. Claro que la solución sería lo que dijo Golda Meir: La paz llegará cuando los árabes quieran a sus hijos más que lo que nos odian a nosotros.
P: El tema de los jefes está claro que es clave. Pero si bien la problemática central pasa por la decisión que Israel tome, hay serias limitaciones en el terreno en todo lo relacionado a matar a los jefes máximos.
R: Tenemos que llegar a los jefes. No disparar a dunas o comandancias vacías. Y entiendo a lo que apuntas. Por eso te voy a decir algo duro. Si los máximos jefes terroristas se ocultan en el hospital Shifa de Gaza, pues tenemos que dejar de ser vegetarianos y hay que matarlos también en el hospital Shifa.
P: En todas las guerras contra Hamas se sabía que se esconden allí, en el sótano del hospital, porque sabe que Israel no se permitirá atacar un hospital.
R: Así es. Yo creo que eso hay que cambiarlo porque si no, esto no terminará nunca. Quiero aclarar: sé que mis palabras son duras, pero si ellos reconocen el derecho de Israel de existir, si están dispuestos a vivir a mi lado, en ese momento, de inmediato, yo dono de mi propio dinero personal para aportar a la construcción de un puerto en Gaza, de un aeropuerto, y para que haya fuentes de trabajo para los palestinos. Yo estoy a favor de la coexistencia, de convivir. Quiero que mis nietos sirvan en un ejército que cuida la paz, no que se tiene que preparar para la guerra.
Por eso digo que hay que combatir ahora, matar a los terroristas, para que mañana pueda haber convivencia en paz. Pero no sirven las fórmulas intermedias. No hay paz con globos incendiarios y túneles terroristas. Si mañana está todo bien, podemos vivir en paz. Si nos atacan, hay que bajarles la cabeza. No podemos estar dispuestos a hablar en dos idiomas diferentes.
EXIGENCIA TERMINANTE: DEVOLVER LOS CUERPOS Y LIBERAR SECUESTRADOS
Hace unos meses entrevisté cerca de la frontera con Gaza, a los padres de Hadar Goldin, uno de los soldados muertos por Hamas en la última guerra cuyo cuerpo rehusan devolver. Ellos me decían que toda ayuda humanitaria a Gaza debe estar supeditada a la devolución de los cuerpos. ¿Qué le parece?
R: Por supuesto, comparto plenamente. Tiene que haber una condición terminante. Si quieren combustible, si quieren electricidad, yo quiero dar a las dos familias de los soldados muertos-Hadar Goldin y Oron Shaul- el derecho a llorar en su tumba, y quiero dar a las familias de los civiles secuestrados que están en manos de Hamas, el derecho a vivir con sus hijos. Si no, nada, no reciben absolutamente nada.
P: Pero el abastecimiento es necesario para la población civil. Israel trata de separar entre los terroristas y los civiles.
R: No se puede hacer separación, ya que no sabemos realmente adónde va todo lo que introducimos a Gaza. Llega también a manos de los terroristas, eso está clarísimo. Debemos ser terminantes en la exigencia de la recuperación de los dos cuerpos y de los secuestrados vivos.
Y hay que exigírselo al mundo también. ¿Por qué nos exigen sólo a nosotros? ¿Y el humanismo que deben exigir también al otro lado? ¿Nosotros debemos permitir que 2 millones de palestinos vivan en Gaza con lo que les pasamos desde aquí, y ellos no pueden permitir que 4 ó 5 familias vuelvan a vivir en paz? Es inconcebible. Ese es nuestro enemigo. Y ante un enemigo así, la única vía a seguir es mano dura.
P: ¿Concibe un cambio, otra forma de relacionamiento?
R: Por supuesto. Si el enemigo sabe abrir su mano, yo también. Son mis vecinos. Yo no quiero tirar a los palestinos al mar. En absoluto. Quiero vecinos que vivan bien, así también nosotros podemos vivir con tranquilidad. Pero no estoy dispuesto a pagar el precio inverso. Lo que no puede ser es que haya unilateralidad, que yo les dé lo que necesitan, y ellos ni devuelvan dos cuerpos.
Todo lo que se da en forma unilateral, termina mal.
En el 2005 nos escapamos unilateralmente de Gaza, al igual que lo habíamos hecho antes de Líbano. No destacamos la importancia de la reciprocidad. Eso es negativo, no conduce a nada bueno. Si seguimos así, vamos mal.
P: ¿Qué papel considera que juega la Autoridad Palestina? Recordemos que para presionar a Hamas, impuso serias restricciones económicas a Gaza, y al final los platos rotos los paga Israel.
R: Tampoco del otro lado hay un liderazgo valiente. Nosotros no queremos guerra, pero nada cambiará si del otro lado no reconocen auténticamente a Israel, renuncian a la exigencia de Jerusalem, del retorno de los refugiados y aceptan vivir juntos en paz. Siguen soñando con la ideología del Estado palestino sobre las ruinas de Israel. No lo dicen así, pero esa es la realidad.
Veamos la realidad. Tenemos paz con Egipto y con Jordania. No es que nos amen, en absoluto. Pero entendieron que sabemos responder con fuerza cuando es necesario, comprendieron que somos un hecho consumado en la región y que por ende, no tiene sentido que continúen gastando dinero y tiempo en el odio hacia nosotros. Eso aún no ha pasado con los palestinos.
P: Gracias Tzvika. Un análisis duro sin duda.
R: Lo siento. Esa es la situación.