Netanyahu se distancia de sus conceptos y los critica, Peretz aclara , pero la tormenta no amaina.
No está claro si es por falta de experiencia política o simplemente porque considera que lo central es decir las cosas tal cual las piensa de verdad. Pero cabe suponer que el Rabino Rafi Peretz, Ministro de Educación interino de Israel, no imaginaba la tormenta que desatarían sus declaraciones sobre “terapia de conversión de homosexuales”.
Peretz concedió una entrevista a la periodista Dana Weiss del canal 12 de la televisión israelí sobre una variedad de temas, muchos de ellos motivo de polémica en la sociedad israelí. Pero lo que desató la tormenta fue su respuesta a una de las preguntas planteadas sobre el tema de la homosexualidad. “¿Usted cree en tratamientos de conversión? ¿Cree que se puede convertir a gente que tienen esa tendencia?”. Peretz respondió: “Creo que es posible. Creo que es posible”. Dana, un tanto sorprendida, vuelve a preguntar: “¿Si?”. Y Peretz agrega: “Le puedo decir que tengo una profunda experiencia en el tema de la educación. Y también lo he hecho”.
LAS REACCIONES
Sus palabras desataron una enorme tormenta que combinó durísimas críticas, insultos personales y exigencias de destitución más que nada de parte de políticos opositores y de activistas de la comunidad LGBT.
El Primer Ministro Biniamin Netanyahu publicó un comunicado recalcando que “los comentarios del Ministro de Educación sobre la comunidad gay me resultan inaceptables y no reflejan la posición del gobierno bajo mi liderazgo”. También el Ministro de Justicia interino Amir Ohana-el primer ministro gay en Israel- criticó las declaraciones y la Asociación de Igualdad LGBT, conocida también como Aguda, anunció una concentración en Tel Aviv para exigir a Netanyahu que defenestre a Peretz.
“Es inconcebible que niños israelíes estén expuestos a veneno homofóbico diseminado por alguien que simula estar interesado en la educación y los valores”, decía un comunicado de Aguda.
Los comentarios más duros fueron los pronunciados por políticos de oposición, algunos de ellos de estilo bastante original.
“Peretz debe pasar una conversión al siglo XXI”, dijo la diputada Yael German del partido “Kajol Lavan”, que fue años atrás Ministra de Salud Pública.
“Usted no es ministro de Educación sino de oscuridad”, tuiteó Nitzan Horowitz, jefe del partido de izquierda Meretz, él mismo gay.
El jefe del laborismo Amir Peretz señaló que las declaraciones del ministro no habían sido “ni humanas ni judías”. Y el diputado laborista Itzik Shmuli, gay declarado, dijo que “ninguna terapia de conversión puede curar opiniones tan retrógradas”. El ex Premier Ehud Barak, que formó hace poco su nuevo partido “Israel democrático”, se preguntó si el país había vuelto “al medioevo” y el candidato a Premier, jefe de “Kajol Lavan” Beni Gantz comentó que las declaraciones del ministro eran “ilegítimas” y que el derecho de cada uno a vivir como lo mejor lo considere “es la piedra fundamental de la democracia”.
Proporciones
Nos permitimos agregar aquí un comentario que es de opinión, no sólo informativo. Es más que comprensible criticar la opinión de Peretz sobre el tema y muy especialmente el hecho que piense así quien se desempeña como titular de Educación. Pero parecería que las reacciones han perdido proporciones y hasta deformado lo que dijo Rafi Peretz. Una cosa es discrepar con la opinión en sí, con el apoyo a las terapias de conversión y considerar que sirven, y otra es dar a entender prácticamente que Peretz se dispone a tratar de imponer terapia de conversión a los homosexuales.
En la entrevista misma, al preguntarle la periodista qué haría si se dirige a él un joven y le dice que tiene tendencia homosexual, Peretz contesta en pasado, en evidente referencia a casos con los que ha lidiado personalmente: “Ante todo, lo abracé. Le dije palabras muy cálidas. Y le dije ´ante todo pensemos, estudiemos, contemplemos´”. “Y de hecho ¿cuál es el objetivo?”, preguntó Weiss. “El objetivo es, ante todo, que se conozca bien a sí mismo. Y él decidirá. Yo le presento los datos y le digo ´en este punto te dejo y la decisión es tuya´”.
En otro momento de la entrevista, cuando la periodista le preguntó sobre sus relaciones con la comunidad gay de Israel, el ministro respondió: “Yo respeto a cada persona, sea quien sea. En mi condición de rabino en Israel, admito que nuestra Torá dice otras cosas (sobre homosexualidad). Pero eso no significa que yo estoy dando puntajes a nadie”.
ACLARACIONES
Ante el torbellino desatado por la entrevista, Peretz publicó una aclaración en su cuenta personal de Twitter:
“Algunas aclaraciones sobre la entrevista transmitida: 1) No dije que hay que enviar a niños o niñas a tratamientos de conversión. 2) Durante mis años como educador me he reunido con alumnos que se sentían profundamente mal por su orientación sexual, que optaron por pedir ayuda a profesionales para cambiar su tendencia. Lo que dije en la entrevista fue por mi conocimiento personal con casos similares. 3) El sistema educativo en Israel bajo mi conducción, seguirá aceptando a todas las niñas y los niños de Israel tal como son, sin ninguna distinción por orientación sexual. Así lo aclaré también en la entrevista”.
Pero sus aclaraciones no bastaron. Un grupo de educadores y trabajadores de la enseñanza miembros de la comunidad LGBT publicó una carta en la que expresaron “enojo y estremecimiento” por las palabras de Peretz en la entrevista. “Apoyar terapia de conversión constituye una amenaza concreta a estudiantes de todas las esferas de la vida en la sociedad israelí. Exhortamos al Ministro de Educación a retractarse de sus comentarios, disculparse y demostrar a través de presupuestos y pedagogía, que realmente es apropiado para desempeñar el rol central de la educación de nuestros hijos”, dice la carta, publicada por el portal israelí Ynet . El grupo advierte que si Peretz no retira sus comentarios “recurriremos a todas las medidas legales a nuestra disposición para protestar contra sus afirmaciones, peligrosas y perjudiciales”.
La polémica de fondo
Más allá de la derivación política y social que ha tenido la entrevista, cabe analizar el discutido tema en sí, el de la terapia de conversión a homosexuales.
En Israel, esta línea, si bien no es ilegal, no ha recibido amplio apoyo profesional ni público. Aunque en ciertos círculos conservadores y ortodoxos es aceptada, lejos está de ser la norma o una opción siquiera para quienes tienen problema con su orientación sexual.
Según el periódico “Haaretz”, la Asociación de Psicología de Israel envió una carta al ministro Peretz diciéndole que sus palabras “reflejan un desvío absoluto de la realidad mental y social en relación a la integración y aceptación de la orientación sexual durante la adolescencia”. El Dr. Zvi Fishel, que encabeza dicha institución, escribió que resultaba “vergonzoso y preocupante” que Israel tenga un ministro de Educación que piense así. “Las terapias constituyen un peligro y causan serios daños a la salud mental del paciente, porque le transmiten sentimientos de fracaso que pueden conducir al suicidio”.