Mundo Judío

Poniendo los puntos sobre las íes en el tema Antisemitismo en América Latina

Importante análisis del Dr. Eduardo Kohn, Director de B´nai B rith Latinoamérica.

 

Antisemitismo, un tema que preocupa a todos y para el que nadie tiene una solución segura para ponerle fin. Es que su desaparición no depende sólo de la actitud proactiva de quienes estén decididos a combatirle mediante la educación y el raciocinio. Ni siquiera con el ejemplo positivo de comunidades judías solidarias que aportan a las sociedades en las que viven, en sus propios países, es suficiente. ¿Por qué? Porque el antisemitismo no depende de los judíos. Se nutre de prejuicios injustos, es un odio irracional producto de ignorancia en muchos casos, y en otros, de manejos oscuros intencionales de gente tan inteligente como  irresponsable.

Si bien en los últimos meses ha habido más de un caso de rabinos atacados y de cementerios profanados en Argentina, en América Latina el fenómeno se percibe no tanto  en el plano de la violencia física sino más en la verbal, especialmente en las redes sociales. No es para minimizarlo. Pero también es imperioso recordar el crimen de odio cometido en Uruguay el 8 de marzo del 2016, al ser asesinado David Fremd en Paysandú, por el solo hecho de ser judío.

¿Es un fenómeno nuevo? ¿Ha ido cambiando de forma? ¿En qué marcos se manifiesta? ¿Qué tiene que ver Israel en todo esto? A estos y otros puntos se intentó responder en el congreso llevado a cabo en Santiago de Chile, con la participación de líderes de las comunidades judías del continente y también de Yaakov Hagoel, vicepresidente de la Organización Sionista Mundial.

En esta nota, quisiéramos destacar el valioso aporte del Dr. Eduardo Kohn, Director de B´nai B´rith Latinoamérica, una de las figuras más conocedoras de la materia en el continente.

Ya al comienzo de sus palabras, quedó claro cuán preocupante es el tema, al determinar que “el  antisemitismo en América Latina es una cuestión de decenas de años”, que nada tiene de nuevo, aunque sí ha tenido altibajos. Hoy, como sabemos, se presenta a menudo de modo distinto que en el pasado. “La transformación de ese antisemitismo que conocemos, comenzó cerca en la historia y en el tiempo, cuando los antisemitas encontraron un camino diferente y comenzaron a atacar a Israel, demonizarlo, y escudarse en que eso no es antisemitismo”.

De aquí, su primera conclusión: “No, no es un fenómeno nuevo ni mucho menos, y hoy añade a las características del odio a Israel como bandera, las formas rapidísimas de comunicación instantánea y masiva”.

El intento de distinguir entre antisemitismo y antisionismo, da a entender claramente Eduardo Kohn, es una mera táctica para esconder un odio que a algunos aún les da vergüenza expresar públicamente, aunque lamentablemente en muchos círculos también el antisemitismo directo y no presentado como supuesta mera discrepancia con el gobierno de turno en Israel, es considerado legítimo.

“Hace apenas 5 años si teníamos que mirar el mapa de América del Sur, lo veíamos teñido de populismo y un antisemitismo creciente y rampante”, recuerda Kohn. “La guerra en Gaza de 2014 fue un disparador más para que desde los gobiernos de entonces de Brasil, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, Uruguay, se lanzaran todo tipo de diatribas y acusaciones”. Desde entonces, señala, algunas cosas han cambiado…sólo algunas. “Cinco años después el mapa político de nuestra región ha tenido cambios en Brasil, Argentina, Chile, Ecuador, pero Maduro sigue, Evo Morales también, con el agregado de López Obrador en México. En ese contexto no creo que debamos atrevernos a  decir que el antisemitismo no sigue siendo la máxima preocupación de nuestras comunidades en cuanto a temas que nos llegan desde afuera”, agrega Eduardo Kohn.

Y vuelve, ineludiblemente, al vínculo con Israel. Lo que para los judíos es una ligazón emocional fuerte, de raíces históricas milenarias, con la Madre Patria del pueblo judío, para los antisemitas es una excusa. “El antisemitismo clásico atacaba a los judíos como individuos. El antisemitismo de la era de la Jihad odia al judío colectivo en cada lugar de la tierra, y en su único, diminuto país en el mundo”, afirma Kohn.

Cabe preguntar si el antisemitismo en América Latina es diferente del vivido en otras zonas. “Francia, Inglaterra, Alemania, Suecia, por citar algunos países europeos, no sólo tiene olas de antisemitismo, sino que son olas que incluyen asesinatos, agresiones físicas continuas, profanaciones a cementerios, ataques a sinagogas”, recuerda Eduardo Kohn. “ Europa no sólo tiene el antisemitismo verbal de las redes o de los medios, sino que agrega la violencia.En Estados Unidos es similar. El antisemitismo verbal ha agregado la violencia, masacre en una sinagoga de Pittsburgh, agresiones en las calles, asesinatos en las calles o cerca de una sinagoga”.

La pregunta es si acaso eso es consuelo…si podemos sentirnos aliviados de que en otros lares es peor. “Decir que América Latina es diferente, resulta quizás cuantitativamente acertado, pero cualitativamente no debemos minimizar nada simplemente porque la violencia desatada es mayor o menor en un lado u otro”, advierte Kohn. Ineludiblemente, aparece la figura de David Fremd en la conferencia. “A  David Fremd, comerciante judío uruguayo, lo asesinaron hace tres años  en la puerta de su comercio por ser judío”, señaló. El recuerdo de Fremd, conocido por judíos y no judíos por igual por su solidaridad con todos y su condición de hombre de bien, continúa desgarrando.

Y es importante tenerlo presente, como advertencia. Como recordatorio, porque también en la tranquila tierra sanducera, pudo surgir alguien que incitado en las redes ante un mensaje islamista radical, salió cuchillo en mano a asesinar. Y aunque lo habían oído en salas de videojuegos llamando a matar judíos, nadie pensó hacer algo,probablemente  creyendo que era “sólo un loco”. “Cuando a la incitación, la ayuda la indiferencia, el resultado es una tragedia”, concluyó Kohn.

 

Un fenómeno de los últimos años , especialmente notorio en América Latina, Europa y Estados Unidos, es lo que Kohn llamó de “la conjunción de los bolsones nazis con la izquierda radical”. “Cuando comparan a Israel con los nazis no están creando ningún hecho en Medio Oriente. Están incitando al odio antisemita”, sostuvo.

En medio de una situación preocupante-lo cual no se debe medir en cantidades de ataques violentos sino en la facilidad con la que se expresan prejuicios antisemitas en el espacio público, especialmente en las redes sociales- hay también alguna luz.

“Los gobiernos en América Latina no son factores de provocación de antisemitismo, sino todo lo contrario”, recalca Eduardo Kohn. “En nuestra región hay muchos países con leyes penales contra toda forma de discriminación, e insisto, los gobiernos condenan y persiguen los actos de violencia antisemita”. En Uruguay, cabe recordar, fue promulgada hace décadas una ley contra la discriminación de todo tipo.

Este es un elemento clave, importantísimo, que da el aval oficial de los Estados, a la lucha contra el antisemitismo. Lamentablemente, no alcanza. También en otros casos de lucha contra la discriminación-como por ejemplo, salvando las distancias, de personas con discapacidad- una cosa es la legislación y otra muy distinta es su implementación en la vida diaria de la sociedad y las actitudes de la gente en la vida diaria.

De todos modos, claro está que también en el tema del Estado que no fomenta antisemitismo, hay duras excepciones.

Ante todo, el Estado mismo no logra controlar las más virales expresiones de antisemitismo-y volvemos al marco de las redes como su escenario principal- así como tampoco lo hace con otros tipos de odios. Es un fenómeno que no se logra abarcar, y los propios medios no siempre toman medidas para imponer limitaciones.

Pero aquí surge, ineludiblemente, el ejemplo de Venezuela.

“También nos encontramos en nuestra región  con la incitación desde lo más alto del Estado”, explicó Kohn. “ Así sucede en Venezuela desde Chávez y después con Maduro. Las continuas y permanentes expresiones de odio contra Israel de autoridades del gobierno venezolano no han cesado nunca”. Se ha agravado claramente “con el también conocido agregado de lo que significa la presencia de Hizbollah en Venezuela y con vía libre para circular en todo el continente y la relación carnal de Venezuela con Irán”.

 

En cuanto a qué se puede hacer…primero, tomar plenamente conciencia del problema y entender, en las palabras de Eduardo Kohm que “ no debemos esperar que un James Corbyn o Alternativa para Alemania, aparezcan con posibilidades de ganar elecciones, para comprender que no estamos exentos de ningún tipo de violencia política antisemita en América Latina”.

 

Parte del problema radica en fallas intrínsecas en las sociedades latinoamericanas, por pobreza y educación fallida –lo cual Kohn llama de “combinación explosiva”- que conducen al miedo, la inseguridad y con ello, a la búsqueda de un “chivo expiatorio” a quien endilgarle los problemas.

“Todos entendemos que hay antisemitismo, hay que prevenirlo, hay que frenarlo y hay que atacarlo”, concluye Eduardo Kohn. “No nos equivoquemos diciendo que el antisemitismo  vino para quedarse. En nuestra región, ya estaba desde principios del siglo pasado, y nunca se fue”.

En cuanto a la importancia de combatirlo mancomunadamente, la conclusión de Kohn está clara, y se refiere a la importancia misma del intercambio de opiniones en el congreso en Chile: “Para enfrentarlo con toda la energía posible, toda buena herramienta es útil, y conociéndolas, podremos utilizar mejor nuestros recursos, y ser imprescindiblemente proactivos. Es un desafío importante, lo sabemos. Pero para eso estamos aquí. Para aprender, para unirnos, y para avanzar”.

Ana Jerozolimski
(13 Septiembre 2019 , 05:44)

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