Es una iniciativa de la Confraternidad Judeo Cristiana del Uruguay
Promovida por la Confraternidad Judeo Cristiana, se firmó en Montevideo la “Declaración de Latinoamérica y el Caribe como Zona de Convivencia Interreligiosa". Tal como se firmara en la ciudad de Córdoba, en el año 2017, representantes del judaísmo, protestantismo, catolicismo e islamismo, plasmaron, con su firma, el compromiso por la convivencia, el diálogo y la fraternidad .
El acto se llevó a cabo esta semana en la sede de la Universidad Católica, con presencia de todas las confesiones firmantes. Por la Confraternidad lo hicieron los Copresidentes Mons. Arturo Fajardo (Presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay), Pastor Dr. Jerónimo Granados (Presidente del Consejo de Iglesias Cristianas del Uruguay) y Rabino Daniel Dolinsky (Nueva Congregación Israelita). Firmaron asimismo: Cardenal Daniel Sturla, Secretario del Congreso Judío Latinoamericano Saúl Gilvich, Presidente e.e. del Comité Central Israelita del Uruguay Diego Sonnenschein, Rabino Max Godet, musulmán de la comunidad ahmadía Yousaf Khan, P. Julio Fernández Techera por la Universidad Católica, Erica Yac por la Universidad Ort y Rafael Mechoulam(Comunidad Israelita Sefaradí del Uruguay), Nuncio Apostólico Martín Krebs, Dr. Enrique Etchevarren (Secretario Académico de la Universidad de Montevideo), entre otros.
Texto de la Declaración de Córdoba
Como líderes de distintas tradiciones religiosas en América Latina y el Caribe, seguros de que nuestra región es un ámbito bendecido con una enorme pluralidad de culturas, ideas, razas e idiosincrasias, trabajamos para aportar a nuestras sociedades un modo de vincularnos desde una mayor fraternidad.
En este espíritu, y con el objetivo de fortalecer la convivencia y proteger el pluralismo de nuestra región, las cuatro organizaciones latinoamericanas que representan a las tradiciones monoteístas más importantes del subcontinente firmaremos una declaración enunciando que América Latina y el Caribe es Zona de convivencia interreligiosa.
En virtud del recuerdo de la ancestral convivencia entre musulmanes, cristianos y judíos que caracterizaba a la Córdoba de la Andalucía medieval, y a los casi 20 años de la incansable tarea interreligiosa del COMIPAZ (Comité Interreligioso por la Paz) en la Córdoba de nuestros días, la elección de esta ciudad mediterránea, cuna de grandes procesos de cambio con incidencias internacional, no es casualidad.
Del mismo modo, esta declaración será el punto de partida para la creación y profundización de programas y proyectos que promuevan esa convivencia interreligiosa latinoamericana y caribeña, que es en sí mismo una bendición y un signo distintivo de nuestra región.