Mundo Judío

Mi Sinai

Tenemos el honor de compartir con nuestros lectores MiSinaí No. 30. Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros.

No. 30
Miketz
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Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 27/12 19.42
Demás localidades ver en www.jabad.org.uy

HAMBRE EN LA TIERRA

Por Yossy Goldman

Esta semana leemos sobre los sueños del Faraón, el rey de Egipto. Cuando todos los hombres y adivinos del rey fracasaron en su intento de analizar los sueños, el mayordomo en jefe recordó a Iosef y como el prisionero hebreo había interpretado correctamente su sueño cuando estaban juntos en la cárcel. En un instante, el joven Iosef es sacado del calabozo y se encuentra parado frente al poderoso monarca. El Faraón repite sus dos sueños, siete vacas gordas siendo devoradas por siete vacas flacas, y siete espigas de trigo saludables siendo tragadas por siete espigas marchitas.

Iosef interpreta los sueños satisfactoriamente para el Faraón. Siete años de abundancia serán seguidos por siete años de hambre. Su explicación le suena correcta al rey. Pero Iosef no se detiene en la interpretación. El continúa y le da un consejo no pedido al poderoso gobernante de la mayor superpotencia de la época. "Y ahora que el Faraón se provea de un hombre entendido y sabio y lo ponga a cargo de la tierra de Egipto", continúa el joven Iosef. Este hombre debe supervisar el plan económico para el país, almacenar granos durante los siete años buenos de plenitud que están comenzando para sustentar al pueblo durante los próximos siete años de depresión.

Brillante. Pero ¿quién le pidió consejo? ¿Y cómo este joven, que recién estaba languideciendo en prisión, tiene la osadía de dar un consejo que no le solicitaron nada menos que al rey? Yo sé que los judíos son conocidos por su jutzpah, ¡pero aun así! Diste tu interpretación, todo bien, pero ¿alguien te pidió consejos?

El Rebe de Lubavitch explica que el consejo era de hecho parte de la interpretación. ¿Por qué había dos sueños esencialmente con el mismo mensaje? ¿Por qué había vacas flacas paradas al lado de las vacas gordas antes que las comieran? Es más, ¿por qué el Faraón se despertó después del primer sueño, se volvió a dormir y solo después tuvo el segundo sueño? De acuerdo a Iosef todo esto era muy relevante. El sueño se repitió porque eso iba a suceder pronto y por lo tanto no se podía perder tiempo en la preparación para la hambruna. Los dos grupos de vacas se pararon lado a lado para indicar que hay una conexión importante entre ellas, que los buenos años pueden de hecho coexistir con los años de depresión, si su excedente es conservado para sustentar al pueblo durante la hambruna. Y el Faraón se despertó entre los dos sueños porque D-os le estaba diciendo "¡Levántate antes que sea muy tarde para salvar a tu pueblo!". En otras palabras, la solución estaba implícita en los sueños. Por lo tanto, si Iosef no hubiese compartido su consejo al Faraón, hubiese sido negligente en su deber, por omitir secciones cruciales del significado de los sueños. Dar el consejo no era para nada jutzpah. Ocultarlo hubiera sido un trabajo hecho a medias.

El Faraón queda tan impresionado con su explicación que inmediatamente designa a Iosef como virrey de Egipto, y el resto es historia.

Hace mucho tiempo el profeta Amós dijo: "He aquí que vienen días, dice el Señor D-os, en que enviaré hambre sobre la tierra; no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír las palabras del Señor. Y andarán vagando de mar en mar, y desde el norte hasta el oriente correrán de acá para allá, en busca de la palabra del Señor; mas no la hallarán. En aquel día, las hermosas vírgenes y los jóvenes desfallecerán de sed". (Amos 8:11-13).

¿No es esta una profecía para nuestra propia época? ¿No somos testigos de una juventud hambrienta por verdad y autenticidad en un mundo corrupto y de plástico? ¿Nuestros propios jóvenes de norteamérica e Israel no vagan a través de puntos lejanos de la tierra buscando desesperadamente espiritualidad y algún significado más profundo para sus vidas? ¿Y cuál es nuestra respuesta cuando muchos de nuestros jóvenes más brillantes se pierden en el Oriente? ¿Nos damos cuenta de la tragedia cuando se cansan de buscar satisfacción en la fe de sus padres? ¿Hacemos como el Faraón, y nos damos vuelta para seguir durmiendo aun cuando parece que tenemos señales y mensajes del cielo que algo trascendental se acerca? ¿O buscamos la guía del "hombre sabio y de entendimiento" que puede guiar a nuestra juventud hacia el camino que, para ellos, debe ser el único verdadero, la Torá?

Al final, el Faraón aceptó el consejo de Iosef, actuó responsablemente y salvó a su nación de la hambruna que consumía al mundo. ¿Llenaremos nosotros, hoy, nuestras almas espiritualmente hambrientas y les daremos el alimento que desean? Muchos de nosotros estamos intentando hacer justamente eso. Rezo porque todos nos unamos a esto.

 

MILAGROS NATURALES

[Después de haber preparado un regalo para enviar al virrey, Jacob rezó] “Que D-os Todopoderoso haga que el hombre sea misericordioso con ustedes.” (Bereshit 43:14)

La sabiduría convencional dice que la plegaria es necesaria sólo en situaciones desesperantes. Por lo tanto, como los hijos de Jacob asumieron que dado que el virrey estaba reteniendo a su hermano debido a que sospechaba que ellos eran ladrones o espías, sería suficiente con tranquilizarlo con un regalo.

De las palabras de Jacob a sus hijos, sin embargo, aprendemos que incluso cuando un resultado favorable parece ser perfectamente natural, nunca debemos asumir que podemos llegar a él sin asistencia Divina. Siempre debemos rezar, y no como medida secundaria, sino como medida primaria.

A pesar de que debemos crear canales naturales para facilitar las bendiciones de D-os, debemos darnos cuenta que D-os, que está más allá de la naturaleza, controla cada aspecto de nuestras vidas. Cuando nos damos completamente cuenta de esto, percibimos que las ocurrencias “naturales” de nuestras vidas son de hecho todas milagros investidos en la naturaleza.

Likutei Sijot, vol. 25, págs. 227-234.

Bereshit (Génesis) 41:1 – 44:17

La décima sección del libro de Génesis continúa con la crónica de José. Comienza dos años después (Miketz “al fin de” en Hebreo) de que José le pidiera al copero del Faraón que intercediera por él. Esta vez es el Faraón quien sueña, dos veces, y busca un intérprete calificado. José interpreta los sueños del Faraón en forma convincente diciendo que se refieren a siete años de abundancia que se avecinan seguidos por siete años de hambruna, y que había que abastecerse con tiempo en preparación a ellos. Esto lleva al Faraón a designar a José como virrey de Egipto. El comienzo de la hambruna lleva a los hermanos de José a Egipto para comprar comida que José había almacenado durante los años de abundancia. Cuando José los ve, planea una forma de determinar si ellos han abandonado su antiguo odio hacia él y están prontos para unírsele para hacer avanzar a la familia en su misión Divina.

¿QUÉ ES MÁS IMPORTANTE?: ¿DINERO O TZITZIT?

Contado por Chaim Moshe Bergstein

Tenía nueve años cuando tuve mi primera audiencia privada con el Rebe, de bendita memoria. El Rebe me preguntó entonces si yo estaba vistiendo mis tzitzit, y yo respondí afirmativamente. (Estaban escondidos en mis pantalones).

Entonces el Rebe me preguntó si sabía cuántos flecos había en los tzitzit. Respondí que no sabía. - “¿Por qué no?, me preguntó él, gentilmente.

- “Nunca los he contado”, le respondí.

- “¿Has recibido alguna vez dinero?”, me dijo.

- “Sí”, contesté.

- “¿Cuentas tu dinero?”, insistió el Rebe.

- “Por supuesto que sí”, respondí, finalmente entendiendo lo que el Rebe intentaba pacientemente explicarme.

- “¿Qué es más importante?”, continuó el Rebe. “¿El dinero, que es temporario, o vestir los tzitzit, y así cumplir con el deseo Divino?”.

El Rebe me preguntó luego qué había estudiado aquel día. Eran alrededor de las nueve de la noche. Mi mente se puso repentinamente en blanco. Sin embargo, me acordaba lo que había estudiado el día anterior y se lo conté. El Rebe me sonrió, y de alguna manera, sentí que sabía que aquello no era lo que había estudiado ese día…

Pienso que el Rebe quiso enseñarme que no debemos cumplir simplemente con las mitzvot, sino que debemos contemplar lo que hacemos, incluso, en la medida en que un chico es capaz de hacerlo. Él me habló de tan buena manera, que no me sentí reprendido, sino sentí que realmente se preocupaba por lo que sabía y por lo que estudiaba.

Al final de la audiencia, el Rebe cerró sus ojos y me dio muchas bendiciones y me dijo que le dé Najat, satisfacción, a mis padres.

OBSERVANCIAS DE JANUCÁ

Janucá conmemora un milagro basado en el aceite, lo cual explica porqué comemos comidas fritas para conmemorar. Algunos comen panqueques de papa fritos, conocidos como latkes, mientras que otros comen sufganiot, donas sumergidas en aceite. Algunos comen ambas. Muchos sobreviven a la festividad.

Si, la comida puede ser peligrosa. Una de las más grandes victorias de los macabeos fue como resultado de darle de comer queso al enemigo, por lo que también comemos comidas lácteas en Janucá. También sobrevivimos.

Janucá Guelt

Durante Janucá es costumbre dar gelt (dinero) a los niños, para que les podamos enseñar dar dinero para caridad, y para mantener el ambiente festivo y feliz. Algunos tienen la admirable costumbre de dar guelt cada noche de los días de semana de Janucá. También sobreviven a esto.

Dreidel

Los opresores griegos declararon ilegal las escuelas de Torá, de forma que los niños solían estudiar en los bosques, poniendo guardias para alertarlos de las patrullas griegas. Cuando llegaba el alerta, los niños escondían sus textos y comenzaban a jugar con dreidels (trompos).

Nosotros también jugamos juegos con dreidel en Janucá para conmemorar el coraje de esos heroicos niños. Las cuatro letras hebreas en el dreidel son un acrónimos de “Nes Gadol Haia Sham”, un gran milagro ocurrió allá. De forma que jugar al dreidel nos recuerda de los milagros de Janucá aun cuando nos divertimos.

Las Plegarias

Cada día de Janucá agradecemos a D-os recitando el Halel completo en el servicio de rezos de la mañana. También agregamos una plegarias especial de agradecimiento Al Hanisim, en las plegarias y la bendición después de las comidas. Cada mañana leemos de la Torá sobre las ofrendas de inauguración traídas en honor a la dedicación del Tabernáculo, reminiscente de la rededicación de los Macabeos del Templo impurificado.

Shabat Janucá

El viernes a la tarde, encendemos la menorá antes de encender las velas de Shabat. El viernes a la noche las velas de Janucá deben arden por lo menos 1 hora y media, de forma que va a necesitar más aceite o velas más largas. El sábado a la noche, encendemos la menorá después del anochecer, luego de la ceremonia de Havdalá.

 

 

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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