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Traspaso de mando presidencial en Uruguay, un día para recordar

Fotos: Presidencia de la República (Salvo que esté indicado otro crédito)

Siguiendo la más digna tradición democrática republicana uruguaya, se concretó este domingo 1° de marzo la asunción del nuevo Presidente de la República Luis Lacalle Pou.

Con una hermosa combinación de formalismo y sencillez, de pasos ceremoniosos y gestos populares, se cumplieron las distintas etapas previstas. Primero, el  juramento (el compromiso constitucional) ante la Asamblea General , por parte tanto del Presidente como de la Vicepresidenta Beatriz Argimón, la entonación del himno nacional y  el discurso del nuevo Presidente, que fue presentado por el Senador José Mujica.

 

El Presidente y su Vicepresidenta. En el medio. Mujica.
El Presidente y su Vicepresidenta. En el medio. Mujica.

Luego,  el viaje por la Avenida Libertador y 18 de Julio hacia la Plaza Independencia (en la cachila de Herrera), saludando en el camino a la multitud de jinetes llegados del Interior tras una larga marcha, para saludar al nuevo Presidente.

 

 

 

Desde los costados del camino, le gritaban “¡Presidente, Presidente!”, pero también “¡Vamos Luis!”. Había no pocas banderas blancas , pero más que nada se veía el pabellón nacional.

 

 

 

Y en la Plaza Independencia, a la luz del Prócer General José Gervasio Artigas, la entrega de la banda presidencial por parte del Presidente saliente Dr. Tabaré Vázquez, quien salió al encuentro de su joven sucesor y lo aplaudió.

El abrazo entre Lacalle Pou y Tabaré, al llegar el nuevo Presidente a la Plaza Independencia
El abrazo entre Lacalle Pou y Tabaré, al llegar el nuevo Presidente a la Plaza Independencia . (Foto: Captura de pantalla de Teledoce, transmisión en vivo)
Del brazo, al lugar del acto, junto a la estatua del Prócer nacional ((Foto: Captura de pantalla de Teledoce, transmisión en vivo)
Del brazo, al lugar del acto, junto a la estatua del Prócer nacional ((Foto: Captura de pantalla de Teledoce, transmisión en vivo)
Captura de pantalla de Teledoce
Captura de pantalla de Teledoce
Pasando la banda presidencial (Foto: Twitter)
Pasando la banda presidencial (Foto: Twitter)

Es importante detenerse en estos momentos, en esos gestos sin precedentes de los dos mandatarios, el saliente que se retira y el nuevo que inicia su camino, del brazo. Ya lo hicieron en la asunción de Alberto Fernández como Presidente de Argentina. Pero evidentemente, este domingo eso tuvo un valor especial. Y el aplauso de Tabaré al nuevo Presidente. El saludo de ambos ante los presentes, ante el pueblo todo, digno, alentador, tan uruguayo.

Lo completó el Presidente de la República quien comenzó su discurso en la Plaza, con una despedida apropiada a su antecesor: “Primero y antes que nada, le quiero agradecer al presidente Tabaré Vázquez por haber prestado el servicio al país en estos últimos cinco años, en el acierto o en el error, el país ha construido una democracia en este tipo de ceremonia”.

 

Fue una jornada emotiva con muchos momentos singulares. Ver a la familia del Presidente en el palco cercano al sitio en el que él pronunció su discurso, su esposa y sus tres hijos jovencitos, a sus padres y hermanos. Y muy especialmente cuando mencionó a todos los Presidentes desde la recuperación de la democracia y dejó para el final al más cercano a él, a quien lo miró directamente y le dijo “querido padre”. Esta parte no está incluida en el discurso que reproducimos aquí.

El palco familiar. (Foto: Captura de pantalla Teledoce)
El palco familiar. (Foto: Captura de pantalla Teledoce)

 

Y ya terminado el discurso, el saludo del nuevo Presidente a Gonzalo Aguirre, quien fue el Vicepresidente de su padre y se halla en delicado estado de salud, por el cual llegó al Palacio Legislativo en silla de ruedas y con gran acompañamiento médico.

Y en medio de las ceremonias, gestos, de la mano de Lacalle Pou siempre sobre el corazón en momentos solemnes, estuvieron  también las palabras bien pensadas, con las que al asumir, el nuevo Presidente quiso dejar en claro su compromiso.

 

Para los interesados, una información: en la página de la Presidencia de la República (www.presidencia.gub.uy) pueden acceder libremente a numerosos videos, fotos y textos referentes a esta jornada histórica.

 

Reproducimos algunos párrafos de su conceptuoso discurso, que vale la pena guardar.

Creemos que amerita dedicarle unos minutos de lectura.

 

Señora presidente de la Asamblea  General, Beatriz Argimón, señor expresidente de la República y senador Julio María Sanguinetti, señor expresidente y senador José Mujica, señor expresidente y querido padre, Luis Alberto Lacalle Herrera, señora presidente de la Suprema Corte de Justicia, jefes de Estados de países amigos, a los cuales les agradezco que nos estén aquí acompañando, delegaciones oficiales de todos los países presentes, legisladores, autoridades del Poder Judicial, militares y religiosas.

Querida familia, madre, hermanos, Loli, Luis, Violeta y Manuel, fuente de amor y sostén permanente, amigos y amigas, uruguayos todos, en cualquier ciudad, en cualquier pueblo y en el medio de la campaña.

Por séptima vez consecutiva el Uruguay se apresta a vivir un cambio de mando entre dos presidentes electos por el pueblo. Los ochos presidentes desde la vuelta a la democracia han cumplido su mandato. Tres partidos políticos distintos se han sucedido en el ejercicio del Poder Ejecutivo. Y a lo largo de estos últimos 35 años, la Constitución ha tenido plena vigencia.

Hemos sido reconocidos como una de las democracias más plenas del mundo. Somos herederos de una larga historia y tenemos la responsabilidad de cuidarla y continuarla.

Uruguay, nuestro país, nosotros somos una gran nación construida por mucha gente de muchas ideologías, aun antes de ser Estado. Somos conscientes de esto y por eso sentimos una enorme responsabilidad sobre nuestros hombros.

En democracia, a los gobernantes los elige, los exige y los cambia la gente. Por esta razón, la base última y fundamental es una ciudadanía comprometida y responsable, que ejerce sus derechos y asume sus obligaciones.  A la democracia uruguaya la construyen quienes votan cada cinco años, eligiendo de manera libre y soberana a quienes van a representarlos.

La construyen los militantes políticos y sociales, que dejan el tiempo de su vida para la causa común. La construyen los profesionales de la comunicación, que nos suministran información y alimentan el debate público. La construyen los docentes, que ayudan a las nuevas generaciones a ejercer ciudadanía y perseguir sus proyectos personales. La construyen también los intelectuales y los agentes culturales, que nos ayudan a entender el sentido profundo de nuestras decisiones.

La construyen quienes trabajan, quienes emprenden, quienes producen, quienes comercian, porque ellos son los que aseguran la base material necesaria para que podamos cumplir nuestros sueños de libertad, justicia y oportunidades.

La construyen los funcionarios públicos en cada rincón del país, que ayudan a sostener esa gran estructura que es el Estado, que debe estar al servicio de la gente. La construyen los policías, que mantienen el orden, y los militares, que cumplen sus funciones en estricto respeto al poder civil.

Hay que tener siempre presente que somos inquilinos del poder. Inquilinos transitorios. Debemos recordar que somos los empleados de los ciudadanos y estamos para servirlos. La política y el Gobierno son, al fin y al cabo, eso, servicio.

Y por eso el Gobierno que hoy empieza pretende, con sus empleadores, tener una relación transparente, de comunicación constante, para poder generar confianza.

Hoy estamos ante un momento de cambio político. Es la primera vez en la historia que el gobierno será ejercido por una coalición compuesta de cinco partidos políticos. Y, obviamente, como todo lo nuevo, genera incertidumbres y se hace camino al andar.

Son los ciudadanos los que empiezan los cambios, y ese comienzo se manifiesta en una voluntad popular y la deposita sobre los hombros de los políticos. Y esta vez la ciudadanía nos dio un mensaje claro, contundente, dijo: “Es necesario un cambio. Pero un cambio acompañado de acuerdos”.

Es hora, entonces, de cumplir con la voluntad popular. Se terminan hoy los tiempos de los discursos. Por supuesto que el diálogo constante con los partidos políticos que no forman parte de nuestro Gobierno y con todas las organizaciones civiles. Pero, enseguida del diálogo, la acción. Si la gente eligió un cambio, es para la acción y para la transformación de la cual nos vamos a hacer cargo.

Hace mucho tiempo que quien habla sostiene —y creo representar al resto de los miembros del Gobierno— que no tenemos complejos refundacionales, que aquí no se trata, en la transmisión de mando, de tierra arrasada. Hicimos campaña de una manera y la vamos a practicar en el Gobierno. Nos negamos a que esta nueva etapa sea cambiar una mitad por la otra de la sociedad. La unión es lo que nos piden los uruguayos.

Por eso estamos aquí, para continuar lo que se hizo bien, para corregir lo que se hizo mal y, sobre todo, para hacer lo que no se supo o no se quiso hacer en estos años. Sumado a eso, en este cambio de época, en el cual la transformación constante nos obliga al desafío de acompañarla o incluso tratar de adelantarse.

El Gobierno que hoy comienza carga con un compromiso electoral, un compromiso electoral que es un contrato con los orientales; es un contrato basado en un diagnóstico de la realidad nacional y, además, un conjunto de medidas concretas que ofrecimos a la ciudadanía.

(…)

Es inminente una reforma de la seguridad social. El Gobierno saliente definió su urgencia, pero no la acción, y nos comprometemos, a la brevedad, de convocar a todos los partidos políticos, a toda la sociedad civil, y a los técnicos idóneos en la materia, para, urgentemente, teniendo en cuenta la expectativa y la calidad de vida modernas, hacer del sistema  de la seguridad social un sistema sostenible.

Nuestro país atraviesa por una crisis de seguridad humana. No tenemos dudas de que estamos ante una emergencia. El presupuesto en seguridad pública se ha multiplicado por cuatro desde el año 2005, y, a pesar del enorme gasto, el deterioro es cada día mayor.

Por eso es que mañana mismo, como lo dijimos durante la campaña, conjuntamente con el ministro del Interior, en la Torre Ejecutiva a las nueve de la mañana convocaremos a todas las jerarquías policiales del país, para darles instrucciones claras respecto a la estrategia y a la táctica que vamos a llevar adelante para cuidar a la enorme mayoría de los uruguayos, que se sienten desprotegidos.

El Gobierno pretende introducir cambios en materia penal, en materia del procedimiento penal, y en las herramientas al alcance de la Policía. Apoyo legal y apoyo moral a los uniformados de azul. Vamos a cuidar a los que nos cuidan.

No estamos dispuestos a ceder territorio a la delincuencia, al narcotráfico, y vamos a perseguir el abigeato que desuela gran parte del interior de nuestro país. Vamos a recuperar el control de cada rincón de nuestra patria y también de las cárceles.

(…)

Señoras y señores, hoy asume un Gobierno, un presidente, que se compromete a respetar el derecho de todos. El derecho de quienes tienen simpatía por nuestro Gobierno y el de aquellos  que hubieran preferido que gobernaran otros. Los derechos de quienes viven de su trabajo y los derechos de quienes generan esos puestos de trabajo. Los derechos de hombres y mujeres de distintas creencias y orientaciones sexuales, los derechos de quienes están presos y los derechos de quienes se ven amenazados o son víctimas de delitos. Por supuesto que también los derechos de aquellos que combaten el crimen.  

Los derechos de aquellos que no se animan a dejar su casa sola y los derechos de quienes no tienen una casa para vivir. Los derechos de aquellos que se reúnen para reclamar en organizaciones de trabajadores o de empresarios, y los derechos de aquellos que, lamentablemente, no tienen voz. Los derechos de aquellos que sufren estrechez en la vejez y los derechos de quienes ahorran para no sufrirla. Los derechos de aquellos que padecen una discapacidad y los derechos de su familia para poder atenderlos.

A un país, a nuestro país, lo hace grande su gente. Le corresponde al Gobierno generar herramientas, oportunidades, ser justo y asegurar la convivencia pacífica. Dentro de cinco años, podrán evaluar los uruguayos nuestro desempeño. Estamos convencidos de que si al final del período los uruguayos son más libres, habremos hecho bien las cosas, de lo contrario, habremos fallado en lo esencial.

Permítanme, entonces,  invitarlos a trabajar por la libertad en todas sus formas: la libertad de poder vivir en paz, la libertad de poder elegir un trabajo digno, la libertad de poder darle un techo a la familia, la libertad de poder perseguir los sueños personales porque se cuenta con las herramientas para hacerlo, la libertad de expresar las ideas de cada uno sin temor a ser hostigado por quienes piensan distinto.  

La libertad de crear, de innovar, de emprender y de tender a la excelencia. La libertad de criticar al Gobierno cuando se lo merezca, la libertad de buscar la felicidad de cada uno de nosotros por los caminos que cada uno elija recorrer. Esta es la tarea del Gobierno que hoy empieza. Y conducir esa tarea es la función del presidente de la República. Nos hemos preparado para este desafío. Lo asumimos con conciencia y también con mucha confianza. Llegó la hora de hacernos cargo. Llegó la hora de hacerme cargo. ¡Viva la patria!”.

 

Así informó la Secretaría de Prensa de la Presidencia sobre la ceremonia de asunción de los ministros entrantes, que incluyó la firma del Libro de Actas: 

En la oportunidad, firmaron el ministro del Interior, Jorge Larrañaga; la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche; el ministro de Defensa Nacional, Javier García; el ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira; el ministro de Transporte y Obras Públicas, Luis Alberto Heber; el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, y el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres.

También asumieron el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas; el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte; el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Talvi; el ministro de Turismo, Germán Cardoso; la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Irene Moreira, y el ministro de Desarrollo Social, Pablo Bartol, así como el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Isaac Alfie.

Está previsto que el lunes 2 asuman formalmente sus cargos en distintos actos oficiales a lo largo de la jornada, acompañados de los subsecretarios de cada cartera.

Ana Jerozolimski
(01 Marzo 2020 , 19:19)

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