Fuente: Radio Jai
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha reconocido que el país, que superó con pocos afectados la primera ola del coronavirus, abrió la economía demasiado rápido, lo que le ha llevado a sufrir un segundo rebrote con más contagios diarios.
El jefe del gobierno, que se enfrenta a críticas por una mala gestión de la pandemia, admitió públicamente que las restricciones y el aislamiento se habían abandonado demasiado pronto.
“La gestión del coronavirus requiere decisiones importantes diarias, que exigen encontrar el equilibrio entre garantizar la vida y la salud y abrir la economía y devolverle estabilidad”, dijo Netanyahu. “Se toman decisiones en base a prueba y error. Pruebas algo, te equivocas, y lo arreglas. Así es como todos los gobiernos y líderes con los que hablo operan”, explicó.
“En la primera ola de coronavirus tuvimos un éxito increíble. Cerramos los cielos y las fronteras muy pronto. Pusimos a la gente en cuarentena. Usamos herramientas digitales e impusimos cierres. Como resultado, bajamos los datos de morbilidad a un puñado de casos al día”, aseguró.
Con respecto a la economía, Netanyahu admite que las restricciones “supusieron un precio muy alto”, y entonces buscando la recuperación, empezaron a abrir la actividad: “Primero volvimos al trabajo, luego reabrimos las tiendas, los centros comerciales, las escuelas y los restaurantes. Por último, lugares de celebración, clubes, bares y otros lugares con concentraciones y contacto cercano”.
“En retrospectiva, como parte del prueba y error, es posible decir que esta última etapa se hizo demasiado pronto”, admitió recordando que muchos sectores habían presionado para reabrir la actividad económica.
Ahora, el Gobierno ordenó nuevamente el cierre de bares, piscinas, gimnasios y centros de eventos, impuso aforos en el transporte público y esta semana ha ordenado el cierre de barrios en varias zonas del país, incluido el oeste de Jerusalem para evitar los contagios.
Netanyahu criticó la celebración de lo que denominó “bodas pirata” en villas y casas privadas y afirmó: “Hemos prohibido las bodas para no tener funerales”.
También volvió a pedir a los ciudadanos que cumplan con las indicaciones y avisó que, aunque se cumplan, en el futuro inmediato la curva de afectados subirá, por las infecciones que ya se han producido. “Estamos haciendo todo para evitar un cierre total”, dijo y recordó que cumplir con las indicaciones “es una condición necesaria para el éxito”.
