Su futuro depende del resultado de las elecciones
Según publicó esta semana el portal noticioso israelí Ynet, más de la mitad de los israelíes judíos consideran que la Ley Básica “ Israel, Estado nación del pueblo Judío”, debe ser enmendada.
La ley, aprobada el 19 de julio del 2018 por una mayoría de 62 votos a favor frente a 55 en contra y 2 abstenciones, desató grandes discusiones porque determinó constitucionalmente la identidad judía de Israel, pero no incluyó el compromiso explícito con el valor de la igualdad ante la ley. Así lo planteó, por ejemplo, el Instituto Israelí de Democracia, criticando que “si bien la ley es más que nada declarativa, no incluye ninguna mención del valor de la igualdad ni tampoco sobre la importancia de preservar la democracia en Israel”.
Casi de más está decir que este análisis no es compartido por todos los analistas. Destacados catedráticos, no necesariamente todos gente de posiciones cercanas a los partidos de derecha, se cuentan entre quienes discrepan con esta interpretación. O sea, no es motivo de discusión el hecho que no se mencionan los conceptos “democracia” e “igualdad”. Pero sí lo hay distintas interpretaciones acerca de lo que eso significa y son varios los que sostienen que estos conceptos ya están anclados en otras leyes de Israel.
Entre otros, Abraham Diskin, profesor Emérito de Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalem, rechaza terminantemente la interpretación que sostiene que la ley discrimina a minorías. "Esto no tiene absolutamente nada de cierto. Quien lo dice, deforma el sentido de la ley", afirma Diskin, que fue consultado también sobre su redacción.
Pero la discusión no ha desaparecido, muy especialmente por la evidente ofensa que la ley causó a la comunidad drusa de Israel, una pequeña minoría absolutamente identificada con el Estado, que a pedido de su propio liderazgo ya en los años 50, hace servicio militar obligatorio, por ley, y no como voluntarios.
Varios oficiales israelíes drusos de las Fuerzas de Defensa de Israel, entre ellos algunos de alto rango, líderes de la protesta contra la ley."Servicio completo, medio ciudadanos", dice el cartel. Alegan que la ley los deja "afuera", que socava su condición de ciudadanos iguales. (Foto: Gentileza Brigadier General-Ret-Amal Assad, líder de la protesta, aquí el cuarto desde la izquierda, de pie).
No pocas figuras del oficialismo, gente identificada con partidos de derecha como el propio Presidente del Estado Reuven Rivlin y otros miembros del partido Likud, opinaron que la ley era innecesaria y resulta nociva, inclusive si está claro que Israel es el Estado nación del pueblo judío.
Volviendo al sondeo: el 52.7% de la ciudadanía judía opine que la ley debe incluir una frase que indique explícitamente que Israel es “una democracia con igualdad de derechos para todos los ciudadanos del Estado”.
Aproximadamente la quinta parte de la población judía (22.4%) se opone a dicho agregado mientras que un 25% no tenía una posición clara al respecto. Solamente el 13% de los consultados opinó que la ley en cuestión no debe ser enmendada.
Según el sondeo en cuestión, el 61% de la población judía cree que la identidad democrática del Estado debe ir en la misma línea que su identidad judía.
El 75.2% de la ciudadanía judía considera que la igualdad civil debe estar anclada en una Ley Básica, en distintas opciones. Solamente el 10% del público no considera que la igualdad civil debe estar anclada por ley.
El sondeo fue conducido por Mano Geva y la Dra. Mina Tzemaj del Instituto Midgam, junto con iPanel.
El Brig. Gral. (Ret) Amal Assad, el tercer druso que llegó a este rango en el ejército y que encabeza hoy la protesta de su comunidad, dijo que “este sondeo confirma que el público judío en Israel también comprende la importancia de enmendar la ley y de salvaguardar tanto el carácter democrático del Estado como su identidad judía”.