Mundo Judío

Mi Sinaí

Tenemos el honor de compartir con nuestros lectores MiSinaí No. 79. Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros.

No. 79
Miketz
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Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 18/12  19:39
Demás localidades ver en  www.jabad.org.uy

CÓMO ESCRIBIR TU PROPIA HISTORIA

Por Hanna Perlberger

Luego de 12 años en un calabozo egipcio, el equilibrio de poder se inclina abruptamente en favor de Iosef y es designado Virrey de Egipto en el acto. Aunque toda la historia de Iosef es cautivante, me fascinan los momentos cruciales donde la historia puede ir a un lado o a otro. Me pregunto, ¿qué es lo que hace que una persona pueda salir de una experiencia dolorosa en la prisión amargado y apático, o temeroso e incoherente, mientras que otro usa el momento para desarrollarse y de paso salvar en forma maestra a todo el mundo antiguo?

Quizás tiene que ver con las historias que se cuentan a sí mismos sobre lo que son y porqué están aquí. En los sueños de su juventud, Iosef entendió completamente que estaba destinado a ser un actor mayor en un plan Divino. No importa lo que experimentó, nunca perdió de vista una visión que él confiaba que se iba a desarrollar. Esa actitud requiere tener una visión de largo plazo de la vida. Así, Iosef sabía cuándo ser proactivo y “hacer que las cosas sucedan”, y cuando resignarse y dejar que las “cosas sucedan”. Sin embargo, para hacer esto uno necesita un alto grado de autorregulación, un regreso al centro, que nos permite mostrar lo mejor de nosotros mismos y hacer las elecciones óptimas para crear un desenlace positivo. Incluso en prisión.

Encontramos un Iosef moderno en la historia del famoso refusenik Anatoly (“Natan”) Sharansky, quien fue sentenciado a 13 años en un campo de trabajo soviético por el crimen de querer emigrar a Israel. Luego de servir durante 9 años, muchos de los cuales pasaba en confinamiento solitario, Sharansky fue liberado. Luego de emigrar a Israel fundó un partido político, se convirtió en miembro del parlamento israelí, y ocupó varios cargos durante años. Sharansky cuenta cómo solía contar chistes anti soviéticos a sus interrogadores, y ellos tenían que hacer un tremendo esfuerzo para contener su risa. “Y yo les decía, ‘Ustedes no pueden ni siquiera reírse cuando quieren reir, ¿y quieren decirme que yo estoy preso y ustedes están libres?”

Sharansky define la libertad como el momento en que reclamó su autonomía, cuando se dió cuenta que solo él podía humillarse a sí mismo, y solo él podía avergonzarse por sus acciones. “No estoy avergonzado de lo que estoy haciendo, me siento parte de este gran proceso histórico, y soy leal a la imagen de D-os en la que fui creado, soy una persona libre.”

Cuando permitimos que otras personas nos definan y escriban nuestras historias, nos encarcelamos a nosotros mismos. Cuando estamos en piloto automático, perdemos de vista nuestra visión, quienes somos y por qué estamos aquí. Por otro lado, cuando confiamos que el arco narrativo de nuestras vidas es parte de un destino Divino que evoluciona, podemos soportar el sufrimiento como parte de la odisea del héroe, aunque no tenga un final feliz.

Como dice Sharansky, incluso si hubiera muerto en prisión, él sabe que hubiera muerto como un hombre libre. Los torturadores y opresores son actores que cumplen su rol en el escenario cósmico de nuestras vidas. Sin embargo, somos nosotros los que podemos definir nuestro carácter y escribir nuestras líneas. Y si podemos pasar por enfermedades terminales, tragedias personales o corazones rotos, pero permanecer enteros y aun mantener nuestra fe, entonces somos libres.

No existimos en un vacío, sino dentro de un contexto, el contexto de las relaciones. Mira tu vida en tu hogar. En cada relación que tenemos, hay momentos cruciales donde podemos ir hacia un lado o a otro. Tanto sea un miembro de la familia, cónyuge, hijo, compañero de trabajo, vecino, etc., siempre que algo nos molesta o algo nos enoja y hace que la sangre empiece a hervir, ese es el momento exacto, el momento crucial cuando la historia que creamos en nuestra mente nos dirigirá a uno de los dos finales. 

Pregúntate a ti mismo: ¿Cómo quiero que termine esto? Podemos actuar con compasión o crítica, curiosidad o control, amor incondicional o juicio. En vez de resistirnos a la vida, dejemos que la vida nos enseñe. Puedes estar en prisión, pero eso no significa que tengas que ser el prisionero de nadie.

REFINANDO EL MUNDO

"El Faraón le dijo a todo Egipto, 'Vayan a José y hagan lo que él les diga.'" (Bereshit 41:55)

La sociedad egipcia estaba hundida en la búsqueda del placer carnal egoísta, lo cual es reducido por la circuncisión. Por lo tanto, al hacer que los egipcios se circunciden, José redujo su obsesión con la indulgencia carnal. El Faraón mismo les ordenó que cumplan con la condición de José; por lo tanto, incluso el símbolo viviente de la corrupción egipcia estaba dispuesto a ser refinado, al menos un poco.

Seguimos el ejemplo de José al mantenernos espiritualmente incontaminados por nuestro ambiente materialista e incluso refinándolo. Al fortalecer nuestro propio compromiso con el judaísmo, influenciamos al prójimo para que fortalezca el suyo. Además, influenciamos a la comunidad más amplia de no judíos para que cumplan con la leyes de la Torá que se aplican a ellos (las leyes “Noájidas”). Así en última instancia transformaremos todo el mundo en el hogar de D-os.

Likutei Sijot, vol. 10, pág. 141.

Génesis (Bereshit) 41:1 – 44:17

La décima sección del libro de Génesis comienza dos años después (Miketz “al fin de” en Hebreo) que José le pidiera al copero que intercediera por él. Esta vez es el Faraón quien sueña, dos veces, y busca un intérprete calificado. José interpreta los sueños en forma convincente diciendo que se refieren a siete años de abundancia seguidos por siete años de hambruna, y que había que abastecerse con tiempo en preparación a ellos. Esto lleva al Faraón a designar a José como virrey de Egipto. El comienzo de la hambruna lleva a los hermanos de José a Egipto para comprar comida que José había almacenado durante los años de abundancia. Cuando José los ve, planea una forma de determinar si ellos han abandonado su antiguo odio hacia él y están prontos para unírsele para hacer avanzar a la familia en su misión Divina.

ERASE UNA VEZ...

RABÍ MENAJEM IBN ZERAJ (EL "TZEIDÁ LADÁREJ") (1400)

Por Nissan Mindel

Rabí Menajem ben Aharón Ibn Zeraj, eminente Posek -legislador talmúdico- y autor de la obra llamada Tzeidá LaDárej vivió hace más de seiscientos años.

Su padre, Rabí Aharón se estableció en la provincia de Navarra, al norte de España. Allí, en la ciudad de Estilia, nació Rabí Menajem.

Rabí Menajem se enfrascó en su estudio sin interrupción durante dieciocho años.

Cuando en 1360 falleció su maestro Rabí Iosef Aleish, la comunidad de Alaqueo lo invitó a ocupar su lugar como rabino de la ciudad. Rabí Menajem ocupó su cargo de Rabino durante ocho años.

Don Samuel Abarbanel ocupaba un alto cargo en el palacio real. Amaba la Torá con toda su alma y apoyaba con suma generosidad a todos aquellos que se dedicaban a su estudio. Rabí Menajem, como muestra de reconocimiento hacia él, y en beneficio de aquellos otros judíos que, al igual que Don Samuel, no disponían de suficiente tiempo para el estudio debido a sus ocupaciones, compuso su gran obra, Tzeidá LaDárej.

Debido a la situación que se había planteado para la judeidad, este libro cumplió una importante misión. Las persecuciones y sufrimientos habían hecho que, desafortunadamente, se encontraran en un permanente deambular, careciendo del tiempo necesario para profundizar en el estudio de la Torá.

Gracias a su obra se verían posibilitados a proseguir con un estudio de todas las leyes judías, en forma sintetizada, y sabrían cómo proceder. De ahí el nombre de su obra "Alimento para la Travesía".

Su libro se divide en cinco tomos, los que tratan las reglas judaicas a seguir durante la vida cotidiana. Rabí Menajem ordenó todas estas leyes deforma tal que facilitara la instrucción a quien se dispusiera a estudiarlas de su obra, pudiendo este compendio servirle de guía para sus responsabilidades como judío de acuerdo a los requerimientos de la Torá. Asimismo, agregó diversos comentarios acerca de los motivos de los diferentes preceptos y su importancia.

LA MODESTIA

"Andar humildemente con tu D-os." (Miqueas 6: 8)

La esencia de la vida judía es la modestia. La forma en que caminamos por la calle, en que interactuamos con los otros y la manera en que nos vestimos deben reflejar esta esencia. Al ser hijos de D-os, debemos conducirnos y vernos como tales, debemos comportarnos con dignidad y modestia.

Los parámetros exactos del requisito de vestirse correctamente dependen de la época y del lugar. Pero la idea básica -tanto para hombres como para mujeres- es que se debe usar ropa digna, ropa que no desmerezca al acentuar el cuerpo en vez de a la persona que hay debajo de las prendas, como si ese fuera el elemento más importante de su personalidad, en lugar de su alma y de su carácter y cualidades.

Cuando nos privamos de llamar demasiado la atención, nuestro núcleo humano, el espíritu divino que hay dentro de cada uno de nosotros puede brillar sin estar sujeto a las luces de neón del carisma externo. La modestia en la vestimenta y en el comportamiento nos permite interactuar con el mundo de una manera verdaderamente poderosa a medida que nuestro ser interior sale a la luz.

Así, la modestia no implica negar nuestro propio ser ni nos obliga a escondernos. En vez de eso, crea un área privada, un espacio digno en donde podemos trabajar para superarnos sin preocuparnos por el juicio y la aprobación externos.

Y no solo cuando estamos en público, sino también, cuando estamos solos, en los lugares más privados, del mismo modo, debemos estar vestidos adecuadamente, ya que no hay lugar donde D-os no esté presente.

Algunas reglas generales para vestirse de forma modesta:

- No están permitidas las prendas ligeras que estén diseñadas para revelar partes del cuerpo ni las apretadas que destaquen la forma del cuerpo.

- Las mujeres casadas deben cubrirse el cabello. El Rebe de Lubavitch insta a que utilicen una peluca atractiva, en lugar de utilizar un sombrero o un pañuelo.

- Lo usual es que las mujeres judías utilicen polleras que sean lo suficientemente largas como para cubrir las rodillas en vez de utilizar pantalones.

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
Para recibir MiSinaí por email o por whatsapp, contactar por teléfono al 2628 6770 o por mail: [email protected].

 

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