Estoy muy orgullosa de ser parte de este proyecto.
Semanario Hebreo surgió antes que yo naciera y jai.com.uy en el año 2002. Tremenda aventura para Nicole Mitnik lanzar un portal de internet en un momento de crisis como ese. En el portal había una sección de preguntas al Rabino, sección auspiciada por Jabad Uruguay, que dio nacimiento con una pregunta al primer libro del Rabino Eliezer Shemtov. No sé si Leizer lo contó alguna vez. En esa época yo trabajaba en Kesher y su oficina estaba junto a la mía y recuerdo cada mail que iba y venía. También en Jabad conocí a Nicole Mitnik, con su sonrisa a flor de labios.
Cuando renuncié a Kesher, sentí la necesidad imperiosa de formar parte de otro proyecto de comunicación y le sugerí a Nicole que me sumara al suyo. Trabajamos juntas desde esa época y nos convertimos en hermanas de la vida. Siempre nos dijeron que nuestra carencia era el contenido original y ahí fue que buscamos a Ana. El shidaj no fue fácil, pero lo logramos. A Ana le reclamaban la parte digital y nosotras la teníamos. Lo mejor de la parte digital es que cuando tu programador te escribe en mayúscula, es porque está ofuscado. Los ténicos hablan siempre en un lenguaje inentendible y llegar a comprenderlo me llevó años. El know how de cómo manejar un portal de noticias fue lo que le ofrecimos a Ana.
Ana trae consigo una historia fuerte de identificación con la comunidad judía uruguaya, comenzada por su padre y desarrollada por ella de manera incansable. Ana Jerozolismki es querida en varios idiomas, siempre tiene la palabra justa y hasta enojada no eleva el tono de voz. Hoy día tenemos un mix en el cual ella le pone la impronta desde Israel y política que nosotras no tenemos. Por otro lado, con mi apetito cultural, sumo contenidos interesantes a nuestros lectores. Conformamos un buen equipo, y dejamos todo en la cancha cada día. Tenemos que hacer un agradecimiento al whatsapp que nos permite intercambiar audios en diferentes husos horarios.
A veces, sentimos que mendigamos por un aviso y que todos piensan que Dios nos paga. Confiamos en que nuestros lectores reconozcan la dedicación y el empeño que ponemos todos los días al trabajar, no importa sea feriado o domingo.
Muchas veces tenemos tantas lecturas, hay artículos que llegaron a las 100.000, y nos damos cuenta de nuestro potencial. Desde acá un agradecimiento a los que nos leen y a mis compañeras por hacerme el aguante.