Mundo Judío

MiSinai

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No. 92
Vaikrá
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Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 19/03  18.39
Demás localidades ver en  www.jabad.org.uy

CRISIS DE IDENTIDAD

Por Yossy Goldman

La amnesia es una enfermedad terrible. Imagínese olvidar quien es; de repente no hay más familia, historia ni identidad. Le puede pasar a una persona o le puede pasar a un pueblo. Han habido momentos en nuestra historia cuando parecemos habernos olvidado quienes somos y de donde vinimos. Y frecuentemente, parece que no estamos seguros de lo que estamos haciendo. 

En los capítulos de apertura de Levítico, leemos la expresión Nefesh ki tejeta, “cuando una persona peque”. La Torá pasa a describir las ofrendas de expiación necesarias para absolver a uno de sus transgresiones. El libro clásico de la Kabalá, el Zohar, interpreta esta frase tanto literal como espiritualmente. Nefesh es interpretado no sólo como una persona sino un alma, y el versículo se puntúa con un signo de interrogación. En otras palabras, la Torá está preguntando ¿Nefesh ki tejetá? ¿Un alma pecará? ¿Puede un alma judía, una idishe neshamá, una chispa de divinidad, real y verdaderamente rebajarse para cometer un pecado? ¿Cómo es posible?

Sólo puede suceder cuando olvidamos quienes somos, cuando no estamos más en contacto con nuestra verdadera identidad espiritual, cuando comenzamos a sufrir de amnesia espiritual.

Tristemente sucede. De hecho, no es muy difícil. Después de todo, vivimos en una sociedad secular. Las viejas paredes del ghetto no están más para aislarnos. Estamos expuestos al gran mundo con todas sus diversiones tentadoras. Entonces en forma lenta pero segura, incluso un alma, un alma judía, comienza a olvidar quien es y puede caer en las redes del pecado.

¿Recuerda al “sabio” de Jelm y su problema? Estaba preocupado de que cuando vaya a la casa de baños pública donde todos se quitaban la ropa, no sabría quien es. Sin sus vestimentas personales que lo distingan de otros, podría sufrir una crisis de identidad. Por lo que hizo un plan. Se ató una cinta roja en el dedo gordo de su pie de forma que incluso en el baño se distinguiera de los demás. Tristemente, cuando estaba en la ducha, el agua y el jabón aflojaron la cinta roja, y se salió de su dedo. Para peor, la cinta flotó hacia el siguiente cubículo y se enredó en el dedo gordo del hombre en la ducha de al lado.

De repente, nuestro genio de Jelm se dio cuenta que su cinta no estaba más. Entró en pánico. Esta era una crisis de identidad seria. Entonces vio que el hombre en la puerta de al lado lucia su cinta roja. Entonces corrió hacia el y gritó: “Yo sé quien es usted, pero ¿quién soy yo?”

¿Quién eres tu? ¡Eres un judío! Un hijo de Abraham, Itzjak y Iaacov, una hija de Sara, Rivka, Rajel y Lea. Eres un miembro del “reino de sacerdotes y nación santa”. Fuiste liberado de Egipto y estuviste parado en el Sinai. Has sobrevivido incontables asaltos a tu vida y a tu fe. Has emergido de las cenizas de Auschwitz para volver a vivir. ¿Y preguntas “quién soy”? Este es un caso serio de amnesia nacional.

Por lo que el Zohar nos recuerda que no somos sólo “una persona que puede pecar”. Somos un alma, y ¿un alma pecará? Un alma es, por definición, una parte de lo Divino. Y para el alma divina dentro nuestro, distanciarse de su misma fuente es algo absolutamente impensable.

¿Cómo entonces podemos explicar el fenómeno de que después de 70 años de ateísmo comunista, los judíos de la ex Unión Soviética estén hoy abrazando fervientemente la fe de sus antepasados? ¿O que después de décadas de apatía, los judíos americanos de todas las edades estén buscando espiritualidad desesperadamente? ¿O que el renacimiento de la vida judía se haya vuelto una realidad alrededor del globo? Sí, hay gente buena encendiendo chispas, alentándolas a una fe fuerte. Pero las chispas no aparecerían si no hubiera una brasa ardiente dentro de cada alma judía, una brasa que permanece inextinguible no importa qué. 

Asi que si alguna vez tiene duda de quién es, recuerde al Zohar. Usted es un alma. Y un alma nunca muere.

 

ELEVANDO LOS CUATRO REINOS

[D-os le dijo a Moisés] “Debes ofrendar sal en todos tus sacrificios.” (Vaikrá 2:13)

Los cuatro reinos de la creación están incorporados en los sacrificios: la sal es el elemento mineral; el aceite, vino y harina que acompañan a los sacrificios son el elemento vegetal; el animal mismo es el elemento animal; la persona que ofrenda el sacrificio y el sacerdote que oficia son el elemento humano. A través de estos representantes, el sacrificio eleva los cuatro reinos de la creación a la santidad.

Similarmente, la comida animal y vegetal que comemos es nuestro “sacrificio” personal, dado que comiéndolo, lo transformamos en la energía que nos permite cumplir con los mandamientos de D-os, elevándolo así a la santidad. En este contexto, nuestras mesas son nuestros “altares” personales. Tradicionalmente, el pan que comemos lo remojamos primero en sal. De esta forma, elevamos los cuatro reinos de la creación en nuestra mesa, así como eran elevados por medio de los sacrificios.

Séfer HaMaamarim 5745, págs. 3, 129

Levítico (Vaikrá) 1:1 – 11:26

Levítico, el tercer libro de la Torá, contiene muy poca “acción”; está dedicado principalmente a las reglas que gobiernan la relación de D-os con el pueblo judío y con cada individuo en particular. Las primeras dos secciones y media describen los procedimientos para la ofrenda de sacrificios. La primera sección del libro de Levítico abre con D-os llamando (Vaikrá en Hebreo) a Moisés, invitándolo a entrar al Tabernáculo para que pueda enseñarle dichos procedimientos.

CUANDO LA VÍSPERA DE PESAJ CAE EN SHABAT

 

Aproximadamente cada nueve años, Pesaj comienza un sábado de noche. Esto significa que Erev Pesaj, el día anterior a Pesaj 2021 (el 27 de Marzo), coincide con Shabat, lo cual trae consigo una serie de leyes y lineamientos únicos.

Jueves 25 de Marzo (12 de Nisán)

Ayuno de los Primogénitos: Es una tradición ancestral que los primogénitos ayunen el día anterior a Pesaj. Dado que (generalmente) no ayunamos en Shabat, que es un día de deleite, ni tampoco los viernes para que no interfiera con nuestra alegría de Shabat, este ayuno se observa el jueves 12 de Nisán. La costumbre generalizada es que los primogénitos participen en un sium u otro evento celebratorio que cancele el ayuno y les permita comer el resto del día. Esto también se hace el jueves.

Búsqueda de Jametz: En la noche anterior a Pesaj buscamos el jametz (que está prohibido tener o comer en Pesaj) con la luz de una vela. Dado que esto no se puede hacer el viernes de noche, lo hacemos el jueves después del anochecer (a partir de las 19:14 en Montevideo).

Después del anochecer, reúna a  la familia, encienda una vela y diga:

Barú Atá A-do-nái, E-lo-héinu Melej Haolám, asher Kideshánu Bemitzvotav, Vetzivanu al Biúr Jametz.

“Bendito eres Tu, Señor D-os nuestro, Rey del Universo, que nos ha santificado con Sus mandamientos, y nos ha ordenado lo concerniente a la eliminación del jametz.”

Después de la búsqueda diga:

“Toda levadura o cualquier cosa leudada que está en mi posesión, que yo no haya visto ni eliminado, y de la cual no tengo conocimiento, sea considerada nula y sin dueño como el polvo de la tierra.”

Viernes 26 de Marzo (13 de Nisán)

Quema de jametz: Los últimos trozos de jametz deben ser quemados el día anterior a Pesaj, antes de la quinta hora halájica del día. Dado que esto no se puede hacer en Shabat, la quema del jametz tiene lugar antes de la misma hora el viernes (11:49 para Montevideo), a pesar de que guardamos solo el jametz necesario para comer el viernes de noche y sábado por la mañana.

Venta de jametz: Todo jametz que deseamos guardar para usar después de Pesaj, debe ser vendido a un no judío y luego recomprado luego que pasó la festividad. Esta venta generalmente se efectúa la mañana anterior a Pesaj. Dado que en Shabat está prohibido comprar y vender, la venta se realiza (por el rabino en nombre de su comunidad) el viernes.

Limpieza: Dado que la casa no puede limpiarse en Shabat, toda la limpieza tiene que terminarse el viernes. Pero hay una mitzvá de comer pan en las comidas del viernes de noche y sábado de mañana. También está prohibido comer matzá este día, para que la disfrutemos en la noche de Pesaj. 

Lo que hacemos en la práctica, es guardar una pequeña cantidad de jametz, manteniéndolo cuidadosamente apartado de nuestra comida y cubiertos, los cuales tienen que ser estrictamente kosher de Pesaj en este momento.

Es aconsejable, preparar jalot pequeñas, una para cada comida y participante, que pueda ser servida y comida sin usar un cuchillo.

Dejar un fuego encendido: A pesar de que está permitido cocinar en Iom Tov (con ciertas restricciones), está prohibido encender un fuego desde cero. Por lo que si desea usar una cocina u horno a gas en Iom Tov, asegúrese de dejar un fuego encendido antes de Shabat.

Sábado 27 de Marzo (14 de Nisán)

Por la mañana: El Sábado por la mañana, los servicios en la sinagoga se hacen más temprano que lo usual para que la comida de Shabat, que requiere dos hogazas de jala (que son jametz), pueda terminarse antes de la hora límite (10:49 para Montevideo).

Asegúrese de haber comido todo el jametz que dejó para Shabat antes de la hora límite, dado que el jametz no puede ser vendido, quemado ni sacado a la calle en Shabat. Cualquier resto de jala o migas que quedan deben ser tirados al inodoro. 

Anulación de jametz: En este momento, recitamos la segunda declaración de Kol Jamirá, anulando todo resto de jametz:

“Toda levadura o cualquier cosa leudada que esté en mi posesión, que yo haya visto o no, la haya observado o no, la haya eliminado o no, sea considerada nula y sin dueño como el polvo de la tierra.”

Shabat Hagadol: El Shabat anterior a Pesaj es conocido como Shabat Hagadol, “el Gran Shabat”. La costumbre de Jabad es solo leer la Haftará especial de Shabat Hagadol en años como este, cuando Shabat Hagadol es el día anterior a Pesaj.

Como en todo Shabat Hagadol, después de Minjá el sábado de tarde, es costumbre leer una selección de textos de la Hagadá, comenzando con las palabras, avadim hainu, “Esclavos fuimos...”.

Seudat Shlishit: Para seudat shlishit, se debe comer carne, pescado o frutas temprano en la tarde. No coma demasiado, dado que tiene que tener apetito para la matzá del Seder. 

Shabat es un día de descanso, por lo que no podemos empezar a preparar en Shabat para después de Shabat. Por lo tanto, el poner la mesa, cocinar y otros preparativos solo se pueden hacer una vez que cayó la noche del Sábado. 

Antes de comenzar estas tareas uno debe decir:

Baruj hamavdil bein kodesh le kodesh

“Bendito es Quien divide entre lo santo (Shabat) y lo santo (Festividad)”

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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