Mundo Judío

El clamor de Vanina Barman desde Argentina, pidiendo libertad de su esposo que rehusa darle el divorcio religioso judío

Vanina es "aguná", una mujer "anclada" por no recibir el "guet", el divorcio según la Halajá

En Pesaj, la fiesta de la libertad, pensamos qué historias de liberación podemos publicar. Y uno de los temas que nos saltó de inmediato a la mente, fue el de las mujeres judías que son “agunot” (en singular: aguná) , o sea que están ancladas , atrapadas, en una situación en la que tras haber fracasado su matrimonio, su esposo rehusa darles “guet”, el divorcio de acuerdo a la ley religiosa, la Halajá. Ello, claro está, no es sólo cuestión de mala sensación sino algo que les imposibilita iniciar con normalidad una nueva vida y una nueva relación de pareja.

 

Una de esas historias está ocurriendo precisamente ahora. Es la lucha de Vanina Barman , de 34 años, que no logra recibir el “guet” de su esposo Moisés (Moshi) Romano, con quien se casó en el 2011 y a quien le pidió el divorcio en abril/mayo del 2017. La pareja había entrado en crisis ya antes. En el 2015, se separaron por primera vez, siendo ya padres de la hija mayor - nacida en el 2015- y del menor, nacido tan solo dos meses antes.

Moshi Romano, el esposo que rehusa liberar a Vanina

 

Vanina, que había estudiado relaciones públicas, nunca ejerció ya que se convirtió en madre muy joven y en aquel momento decidieron de común acuerdo con su esposo que se ocuparía completamente de los chicos. Hoy sigue abocada a ellos, sin ningún tipo de ayuda económica de parte de su esposo, con el que por cierto ya no vive. El apoyo lo recibe de sus padres y hermanos.

 

Este es el diálogo que mantuvimos con Vanina esta semana. Le agradecemos que haya abierto su corazón en esta nota y esperamos que la publicación de la misma ayude a concientizar y a que logre avanzar en su lucha contra la extorsión a la que la somete Moisés Romano, según nos cuenta.

 

P:  Vanina, leí el resumen de tu situación que escribiste hace poco para contar tu historia, y es muy difícil imaginar la situación en la que vivís como “aguná”. Se acerca Pesaj y creo que una de las situaciones más apropiadas para explicar hoy en día qué es la falta de libertad es el de las mujeres agunot, o sea aquellas mujeres judías cuyo marido rehusa darles el divorcio.  ¿Cuál es tu llamado hoy?

R: Yo pido  por favor me ayuden a salir de lo que llamo “mi Mitzraim”, o sea mi “Egipto”.

P: Estamos hablando, justamente en Pesaj, de la liberación del pueblo judío de la esclavitud en Egipto. Y vos sentís que estás en una situación similar, a nivel personal.De ahí tu analogía.

R: Exacto. Estar encadenada a un hombre, que solamente por maldad y extorsion económica no me libera, es lo más parecido a ser una esclava emocional y espiritual.

P: ¿Dirigís tu llamado a tu marido o a la comunidad, a los rabinos? O sea ¿qué esperás que se haga?

R: A todos y a cada uno. Espero reacción y acción. Somos muchas mujeres en la misma situación. Esto significa que hay muchos hombres que no liberan a sus ex mujeres, y por lo tanto  no se merecen el más mínimo respeto dentro de la comunidad. Les pido a todos que no sean cómplices. Que el único lugar que les den a esos homres en la comunidad sea para convencerlos de que obren de buena manera, con buenas intenciones, en especial cuando hay hijos de por medio, ya que  los chicos son los que más sufren.

P: Es muy importante tu llamado a la comunidad. Apelar al buen criterio de tu ex, evidentemente no ha funcionado. Pero él tendría que sentirse aislado de la comunidad, rechazado en todo marco comunitario. Vanina ¿cuál es la solución? O sea…supongo que la Halajá, que requiere el consentimiento del hombre al divorcio, no se cambiará. Entonces…¿qué opciones tenés?

R: Hay diferentes formas de abordar cada caso, según sus características particulares. En mi caso, presenté pruebas y testigos en EEUU y en Israel para poder avanzar por otro lado, pero todo esto es de alguna manera secreto de sumario o confidencial. Ojalá pronto y en libertad pueda contarlo para así ayudar a otras mujeres. Y acá, aprovecho para agradecer a tanta gente que se solidarizó y estudió mi caso, y logró reunir información, pruebas y demás para así encontrar una solución a mi situación.

P: Dudaste si publicar o no tu caso. ¿Por qué decidiste hacerlo? 

R: Así es, dudé. Es que todo esto es muy difícil, es especial después de haber sufrido violencia física y psíquica por parte de mi esposo. Durante años me manipuló, hasta me alejó de mi familia, pero gracias a Ds, vi las cosas como son. Entendí que él nos usaba, a mis hijos y a mí como pantalla mientras mantenía una doble vida. Siempre la tuvo. 

P: ¿Querés decir que tenía otra relación de pareja paralela a tu matrimonio?

R: Así es. Su vida es fingir una realidad que no existe, en todos los aspectos de su vida. Por respeto a mis hijos, esto es todo lo que puedo contar, no puedo entrar en detalles. 

P: Vos lograste divorciarte según la ley de la nación argentina, o sea disolver el vínculo civil. Pero sos judía y te importa poder tener el guet, el divorcio según la Halajá, a fin de poder reconstruir tu vida. ¿Tiene algún significado el que estés divorciada por ley argentina, si no podés divorciarte  desde un punto de vista religioso?

 R: Yo creo que sí. De hecho en el juicio de divorcio él declara que se quiere divorciar, por lo que los rabinatos, dan por hecho la situación. Y por eso, entre otras razones, es que dan lugar a mis pedidos. 

 

P: Tendría que bastar que la mujer declare que se quiere divorciar. Pero sigamos por favor con tu planteamiento.

R: Para mí desde el momento en que él declara querer divorciarse, debería ir de la mano una acción conjunta de divorcio, como ocurre en otros países. ¿Qué sentido tendría divorciarse de una persona para la ley civil y seguir comprometido para la ley judaica?

P: Pero eso, claro, no lo puede determinar la ley argentina sino la ley religiosa, O sea, el Estado no tiene nada que ver con la unión por jupá, el casamiento religioso judío.  Vanina, quisiera entender cómo se traduce esto en la vida diaria. Comenté al principio que esto es una historia de falta de libertad. ¿Podés darme detalles al respecto? 

R: Es una libertad espiritual lo que yo preciso, lo que pido. Él no me permite rehacer mi vida y poder formar una familia. Si el día de mañana yo me quiero casar y tener hijos, sin el guet no lo voy a poder hacer.

Eso me afecta a mí. Pero a él  no le basta con hacerme sufrir a mí, sino que tampoco se ocupa de mis hijos y su manutención. 

P: ¿Qué es lo más difícil en todo esto? ¿Estar atada? ¿Que tu esposo no preste atención a sus hijos, o sea vuestros hijos? ¿Que trate de extorsionarte? En realidad, imagino que no tiene por qué ser una cosa o la otra.

R: Viniendo de él, todo es difícil. Desde el momento que decidí separarme, mi vida se volvió un calvario. Al principio fue mucho miedo, mucha violencia física, verbal y psíquica. Después violencia económica. No se responsabiliza por nada de los chicos.¡Absolutamente nada! Yo hoy vivo gracias a la ayuda de mi familia. Sin ellos no podría mandar a mis hijos a un shule , o sea a la escuela judía, ni muchas otras cosas.

Y hoy en día, la extorsión, sumado al desinterés por mis hijos- yo digo mis hijos, pero recordemos que también son de él, son “nuestros” hijos, por lo cual él también tendría que preocuparse por ellos- crean una situación absolutamente angustiante y desgastante.

 

P: ¿Tiene alguna importancia emocional, a nivel emocional,  la desilusión de una relación amorosa que no funcionó o todo queda minimizado ante la problemática de estar anclada a él?

R: Lo único que me une a él, y no es algo menor, es que me tiene anclada. A nivel personal, o emocional como dijiste , ya no me importa de él después de todo lo que me hizo. Ni siquiera se esfuerza como padre, por lo que aunque suene enfermizo, yo creo que él no me quiere liberar, justamente porque esto lo único que nos une.

 

P: ¿Cuál es tu sueño Vanina? 

R: Sentirme libre, saber que puedo rehacer mi vida, y teniendo 34 años poder concretar mi sueño de formar una familia y ser feliz. ¿Es ilógico lo que pido? ¿No es algo que cualquier persona normal merece? Yo creo que sí.

 

P: Te deseo mucho éxito en esta lucha Vanina. Que te liberes y puedas ser feliz.

R: Muchas gracias por interesarte y darme un espacio para poder contar mi situación, que ojalá pronto se termine. 

P: Que así sea.

R: Amén.

 

Ana Jerozolimski
(29 Marzo 2021 , 04:08)

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