Agradecemos al Rabino Uriel por compartir con nuestro portal su opinión sobre el aborto.
Aborto en hebreo se dice Hapala (caída). Desde una perspectiva general el aborto nunca es para el judaísmo una situación deseada ni celebrada sin embargo cuando hay justificaciones (aunque sea débiles) la practica del aborto no es una opción sino una obligación religiosa.
La terminación temprana de un embarazo es una "caída" de una vida potencial que no se permite "porque sí" pero si hay motivos especialmente la salud física o emocional de la madre o una enfermedad grave del feto se puede/debe considerar al aborto como una opción.
Bíblicamente (Ex. 21:22) el feto no es considerado un ser vivo independiente del cuerpo de la madre sino como una parte de su propio cuerpo por lo cual cuando una mujer es golpeada accidentalmente y aborta el agresor no es penado con la pena de muerte sino pecuniariamente.
En la tradición rabínica hasta los 40 días de gestación el feto es considerado meramente agua, y una mujer no se dice estar "plenamente" embarazada hasta que alcanzó los tres meses. Y la vida "plena" y total del feto se toma en cuenta desde que sale del canal de parto, no antes.
Para permitir el aborto en caso de necesidad el legalismo talmúdico legisla que el feto es "parte del cuerpo de la madre" (lit. como un muslo de ella) y por ende, aunque uno no esta permitido lastimarse, tampoco esta penado dañar nuestro propio cuerpo.
La Mishná enseña que si el feto le esta generando la muerte a la madre es un deber abortar todo el tiempo que no haya sacado su cabeza del canal de parto. Desde ese momento es una vida plena autónoma y no se puede abortar ya que es considerado asesinato.
Durante toda la edad media el único motivo para permitir abortos era la salud física de la madre pero desde el siglo XVIII autoridades rabínicas permiten aborto por otras razones: salud mental de la madre, situaciones económicas, enfermedades terminales del feto y violaciones.