Mundo Judío

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No. 111
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YO, TU Y NOSOTROS

Por Yossy Goldman

¿Quién es más importante, el judío o el pueblo judío? ¿Es Reb Israel o am Israel?

En la parashá de la semana pasada leímos el primer capítulo del Shemá. Esta semana leemos el segundo. Sin embargo hay muchas similitudes entre los dos. En efecto, determinadas frases son virtualmente idénticas. ¿Por qué la Torá, normalmente tan críptica, es tan repetitiva?

Si uno examina detenidamente el texto, se discierne inmediatamente una significativa distinción entre los dos capítulos. El primer capítulo está en singular y el segundo en plural. Enseña la Torá a tu hijo en el primero y a sus hijos en el segundo. Pon tefilín en tu mano en el primero, y en sus manos en el segundo.

¿Pero por qué se necesitan ambos? ¿Por qué no usar uno u otro? ¿Por qué un párrafo para cada expresión? La respuesta es que D-os habla al individuo, pero D-os también habla a la comunidad. Se dirige al judío, y también al pueblo judío. El primer párrafo del Shemá nos enseña que cada individuo es importante, aun crítico, y D-os se dirige a cada individuo personalmente. El segundo párrafo nos recuerda que también hay una suma de todas las partes; que unidos los individuos forman una comunidad. Y las comunidades también son muy importantes. En ocasiones reconocemos la supremacía del individuo; en otras, la comunidad es suprema.

Si, hay tensiones aquí. El Talmud refleja estas aparentemente conflictivas nociones cuando examina por qué la humanidad fue creada en forma diferente que el reino animal. Como es descripto en el primer capítulo de Génesis, los animales fueron creados en manadas, mientras que inicialmente fueron creados un solo hombre y una sola mujer. Dice el Talmud: Es para enseñarnos que a) vale la pena para el Todopoderoso crear el mundo para un solo individuo y b) así ningún ser humano puede enorgullecerse de que su linaje es mejor que el de cualquier otro. Todos venimos de Adán y Eva, así que tú no eres mejor que yo, ni yo que tú.

Así, del mismo evento, la Torá nos enseña esta paradójica lección: por un lado, el ser humano individual es rey; mientras que por el otro lado, la humanidad reina.

La paradoja es expresada en la Halajá (ley de la Torá) también. Por un lado, la ley de la Torá dictamina que no debemos pagar una cantidad exorbitante si un individuo es tomado como rehén; esto es para evitar recompensar y animar el tomar rehenes, para de este modo proteger a la comunidad como un todo; debemos salvar a ese individuo, pero al hacerlo aumentamos el peligro para la comunidad. Por el otro lado, la ley de la Torá dictamina que si un enemigo peligroso demanda que los líderes judíos les entreguen un individuo en particular, sino atacarán a toda la comunidad, no está permitido sacrificar ni siquiera a un individuo en defensa de la comunidad.

Por lo tanto necesitamos las dos secciones del Shemá. En la Torá ambos son importantes, el individuo y la comunidad.

¿Por qué me ocupo hoy de este tema? Porque aproximadamente en cinco semanas entraremos en el Nuevo Año, y la actual tensión entre singular y plural se manifiesta en forma evidente. "¿Por qué debemos pagar para orar?" Demandarán algunos. Criticarán el desvergonzado comercio de la religión organizada. Y, si, un shul tiene corazón. Y no se puede permitir que nuestras casas de oración se conviertan en mercantilistas y mercenarias, no sea que perdamos a los jóvenes, los pobres y los idealistas. Al mismo tiempo, los individuos deben simpatizar con los duros hechos de la vida en congregación. No debemos tomar por seguro ni tomar ventaja de nuestras establecidas, y costosas de mantener, infraestructuras. La tensión a veces es tangible mientras luchamos por equilibrar esos dos aparentemente exclusivos imperativos de la vida judía.

Las estadísticas varían. En algunas comunidades, no más del 30% de los judíos están afiliados. En otras el número es mucho más alto. La comunidad debe ser sensible, dando la bienvenida y abrazando a cada individuo que desee pertenecer. Pero los individuos deben ser también correctos. Si todos demandan un viaje gratis, ¿cómo se mantendrá la congregación?

Sigamos recitando los dos capítulos del Shemá. Entonces podremos ver judíos saludables y comunidades judías sanas.

 

IMITAR A D-OS

"[Dijo Moshé al pueblo judío] que camine en los caminos [de D-os]." (Devarim 11:22)

Los sabios del Talmud explican que esta frase significa que se espera que imitemos la bondad de D-os. “Así como Él es misericordioso, así tú debes ser misericordioso; así como Él hace actos de bondad, tú también debes hacer actos de bondad.” Pero si la bondad de D-os es infinita, ¿cómo es posible esperar que lo imitemos?

La respuesta es la siguiente: es por esta misma razón que D-os nos creó a Su imagen y semejanza. Gracias a ello, efectivamente poseemos el potencial infinito de D-os para hacer el bien.

Hitvaaduiot 5746, vol. 2, pág. 387.

Deuteronomio (Devarim) 7:12 – 11:25

En la tercera sección del libro Deuteronomio, Moshé pronuncia su segundo discurso de despedida al pueblo judío. Exhorta en él a observar incluso los que parecieran ser mandamientos menores, aquellos que —en sentido figurado— una persona podría llegar a pisar con el talón (éikev, en hebreo). Luego continúa su repaso de los acontecimientos ocurridos durante los cuarenta años de travesía del pueblo judío por el desierto, enfatizando las lecciones por aprender de estos.

 

VIVIENDO EL MOMENTO

Por Shula Bryski 

En nuestra cultura del "rápido, rápido", resulta inevitablemente difícil para muchos de nosotros poder "estar allí" en cuerpo y alma. Mientras salgo de la automotora con mi flamante auto, sé que en las sombras ya hay un nuevo modelo que va a competir con el mío. Cuando mi hija me está hablando me resulta difícil no tomar nota de la pila de trabajo que necesita que le dedique mi atención. Cuando compré una computadora nueva sabía que, a lo sumo en un año, o menos, saldría una mejor al mercado.

Es así que, en lugar de vivir el ahora, me encuentro mirando permanentemente hacia delante, viendo qué es lo que voy a comprar, qué voy a hacer, qué va a pasar. Esto hace que el concepto de "vivir el momento, detenerme para oler el perfume de las flores, esperar a que sucedan las cosas" se haya convertido en una trillada frase hecha.

No cabe duda que es bueno disponer de una perspectiva completa, bien desarrollada, que se apoye en el pasado para obtener información, a la vez que disfrutando por lo general del presente, y pensando en el futuro para poder estar preparado.

¿Pero qué pasa cuando estamos demasiado concentrados en nuestros problemas, esperando que las cosas ya hayan pasado, o nos dedicamos a mirar el futuro? ¿Qué pasa cuando empleamos nuestro precioso tiempo para estar con quienes queremos, permanentemente preocupados por lo que pasará con esto, aquello o lo de más allá?"

A veces, el verdadero camino para lograr algo es no hacer nada. Nos convertimos en un ser que es como el pequeño bebé en el útero materno durante un concierto sinfónico. Envuelto en capas que lo ocultan. Presente, pero no del todo allí. Quizás escuchando, pero sin poder experimentar totalmente la música.

No hace falta decir que preocuparse por los problemas no ayuda a resolverlos. Para mí, solo hace que crezcan cada vez más en mi mente, haciendo que sean más grandes que el deseo que tiene mi hija que baile con ella, que demos vueltas y hagamos piruetas en la cocina. Y ella puede sentir ese desprendimiento.

A veces, para vivir el momento en la vida real, para lograr algo, es necesario no hacer nada. Quedarme sentada en un banco de la plaza, sin el auricular en la oreja, con mi laptop fuera de la vista, y poder estar presente. Simplemente estar presente para que, cuando mis hijos se trepen a la jaula de los monos, puedan disfrutar sabiendo que su mamá está allí, dispuesta a quedar impresionada con su destreza en llegar a la parte más alta de la jaula.

De modo que mi decisión es dejar de lado mi permanente concentración y preocupación. Cerrar mis ojos y concentrarme enteramente en la belleza de la música. Abrir mis ojos al milagro de los preciosos momentos que puedo tener con mis hijos mientras todavía son pequeños. Disfrutar del estupendo paisaje que se despliega ante mí mientras voy manejando. Vivir en el aquí y el ahora. Y no es que sea tan ingenua como para hacer de cuenta que mis problemas no existen. Es simplemente que la vida es demasiado corta como para estar continuamente dedicada a mis problemas cuando, en realidad, podría estar bailando –realmente girando- con mi hija, en la cocina.

DIEZ MITZVOT

EXPANSIÓN DE LA MENTE

Una vez que ha elevado su dinero a un lugar más elevado con una alcancía de aluminio; su tiempo con algunas velas; su hogar con unos pequeños rollos en hebreo; su comida con unos pocos nuevos hábitos de compras; su cabeza, corazón y brazo con unas correas de cuero negro; su vida familiar con una zambullida mensual y sus hijos con algo de educación especial. Un elemento crucial ha quedado afuera: Su cerebro.

Los judíos son conocidos como un pueblo brillante. En efecto, hemos sido un pueblo de libros y sabiduría durante 4.000 años. Lo que representa una gran cantidad de libros y sabiduría. ¿Qué clase de sabiduría? Hay un básico qué hacer y qué no hacer. Hay historias y leyendas. Y está la profundidad real de la sabiduría de la vida, incluyendo los secretos de la Cábala y los maestros jasídicos. Todo está ahí esperando por usted. En realidad es su herencia personal.

He aquí algunas maneras para obtener esa sabiduría —y permitir que usted se eleve:

1. Busque en algunos de esos libros y pase a la etapa 2.

2. Únase a una de las clases ofrecidas en su Centro de Jabad local.

3. Busque un website de estudios de Torá online, como www.jabad.com.

4. Estudie individualmente con un erudito en JNet (www.jnet.org/estudio)

5. Entre a un local de estudios de Jabad Lubavitch y busque a alguien con quien estudiar.

Torá puede referirse a los Cinco Libros de Moisés, pero el término también es usado para referirse a toda la sabiduría judía. Literalmente Torá significa "instrucción". También significa "luz". La Torá está hecha para brillar con su luz en la vida y mostrarle el camino por el que debe ir. A todo aquello que estudie siempre le podrá encontrar una aplicación práctica y hacer que ocurra.

"Estudiar Torá no es como cualquier otro estudio. Los otros estudios están pensados para lograr conocimientos, mientras que el estudiar Torá es un fin en sí mismo. Es la experiencia de formular preguntas, buscar respuestas, estar en sintonía con las mentes de los sabios —la experiencia de hacer contacto con un Intelecto Divino."

"La Torá es el plano en el cual fue diseñado el mundo. Todo lo que existe puede ser encontrado en la Torá. Es más: En cualquier concepto de la Torá puede hallar todo el mundo."

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
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