Cultura

Con Janet Rudman, lectora multifacética y apasionada

En taller de lectura

 

Con Janet nos une desde hace unos años una amistad personal, que pasa por el vínculo que hemos hecho para la creación de este portal. Muchas veces pensé que lo que más caracteriza a Janet, es su amor por la lectura, además por cierto de su constante navegación por las redes sociales y el ciberespacio, donde siempre encuentra material de interés.

 

P: Janet ¿cómo presentarte? En general y en lo relacionado, claro está, a la lectura, que va de la mano de la escritura que también te gusta muchísimo.

R: Me defino como una mujer de más de cincuenta años, casada, con el nido vacío y ya sin adultos mayores bajo su cuidado.  Tengo dos amantes: el café y twitter. Después de doce años de terapia, la terapeuta me echó. Me dijo que ya no  podía ayudarme más. Así que descubrí la escritura y la lectura como una salida catártica barata. No tan barata, compro libros en Amazon, en las librerías, me suscribí a una newsletter de uno de mis escritores favoritos (el israelí Etgar Keret)  y en un curso en  de voces femeninas de la Universidad Hebraica de México. Laboralmente, desde fines del 2018 formo parte del staff de Semanariohebreojai junto a vos Ana y a Nicole MItnik. Desde hace más de un año modero un Taller de lectura en B'nai B'rith focalizado en autores judíos. 

En una actividad literaria por zoom

 

P: Esta entrevista surgió cuando días atrás comentabas que se señalaba el Día de la Escritora. Y yo pensé que sin olvidar que también te gusta escribir, sos ante todo una gran lectora. Y los escritores no tendrían sentido quizás si nadie los leyera. ¿De dónde viene tu amor por los libros?

R: Mi papá leía muchos diarios. Es mas,  había días que compraba cuatro. Pero libros no. Cuando iba a la escuela, no podía salir al recreo en invierno porque sufría de bronquitis asmática y pasaba los recreos leyendo.

 

P: No hay mal que por bien no venga, confirmado…¿Recordás los primeros libros que leíste? O sea…no los de niños que seguramente te leían tus padres de pequeña, sino aquellos que tú decidiste tomar en tus manos y adentrarte en su mundo.

R: Recuerdo “Mujercitas” y el personaje de Jo como un libro que me fascinó.  También recuerdo a Mark Twain en “Las aventuras de Tom Sawyer” y por supuesto en  “Las aventuras de Huckleberry Finn”, “La vuelta al mundo en ochenta días”, de Julio Verne.

 

P: ¿Cuál es a tu criteiro el encanto de leer? ¿Aprender? ¿Imaginar? ¿Descubrir otros mundos y otras vidas?

R: Para mí la lectura es una necesidad casi física. No me duermo sin leer unas cuantas páginas antes. Leer es emprender un viaje sin moverte físicamente. Hoy día se puede comparar con las series. Mejora el lenguaje,  el que lee no tiene errores de ortografía sin corrector de  Word mediante.

 

P: ¿Tenés una lista clara de libros para recomendar, de esos que considerás ineludible leer?

R: Yo puedo recomendar los libros que yo he disfrutado, pero no sé si decir que son ineludibles. En el año de pandemia, encontré un Podcast “Vidas cruzadas” de  Hinde Pomeraniec, cuyas sugerencias para mí dan en el clavo.   “Antártida” de Claire Keegan, “La hija única” de Guadalupe Nettel, “La edad del desconsuelo” de Jane Smiley y en inglés “Apples never fall” de Liane Moriarty. Olvidé a  Eduardo Halfon, que lo amo, leo todo lo que encuentro de él. “El boxeador polaco” es mi preferido.

P: ¿Cuáles son tus preferencias literarias? No me refiero sólo a autores sino a géneros, quizás origen literario por países por ejemplo.

R: Me gusta la ficción. Leí muchísimos cuentos cortos en el último año. El motivo fue la búsqueda de  una voz en la escritura. Encontré autores para inspirarme como Pedro Mairal, y  Tobías Wolff. Para escribir, estoy participando en un Mundial de Escritura organizado por Santiago Llach, que se hace varias veces al año.

 Hace poco, busqué novelas para leer porque sentí la necesidad casi física de quedarme en un texto más largo. Es que cuando amo a los personajes, no tengo deseos de dejarlos ir. Leí a Julia Navarro, a Tatiana Tibuleac y a Pilar Quitana.

 

P: ¿Te parece que más allá del idioma en el que se escribe, se puede generalizar con los términos “literatura latinoamericana”, o italiana, francesa, lo que sea….¿hay un común denominador?

R: Llegan pocos escritores italianos o franceses al español y algunos aunque estén traducidos no los leo porque no los conozco. Las grandes editoriales publicitan siempre a los más famosos. Respecto a lo latinoamericano, hoy hay un boom de escritoras latinoamericanas como Guadalupe Nettel, María Fernanda Ampuero, Mariana Enriquez, Selva Almada, Gabriela Cabezón Cámara, Mónica Ojeada, Pilar Quintana. Por ejemplo, hay escritora que me fascina.  Se llama  Betina Gónzalez, escribió  “El amor es una catástrofe natural”.Estoy moderando un taller de lectura y no me animé a elegir ninguno de sus cuentos por su violencia y realismo mágico. El común denominador hoy día es la denuncia, el machismo, y mucha corrección política.

P: ¿Cómo ves hoy a la literatura nacional?

R:  Celebro que haya tantos autores y gente que se autopublica. Yo compro libros de autores nacionales. Ahora estoy leyendo Virulata en Fabián Severo  y tengo comprado Iris Play de Mercedes Estramil. Si tuviera que elegir un libro que me fascinó de una autora uruguaya, diría “Historia de mujeres feas” de Mercedes Rosende.

 

P: ¿Te parece que la literatura traducida pierde gracia?

R: Nunca es lo mismo. De todas formas, cuando leo a un chileno tengo que saber que pololo significa novio, así que también al leer otros autores latinoamericanos estoy leyendo un español distinto al del Río de la Plata.

Los traductores tienen la difícil tarea de hacernos llegar a los lectores lo que quiso decir el autor.

 

P: ¿No tenés problema en dejar un libro si no te atrapa?

R: Soy una abandonadora serial de libros. Sobre todo en el kindle, donde no tengo que moverme para abandonarlos. Puede pasar que con el tiempo, vuelva.

 

P: ¿Alguno inolvidable, que te haya marcado?

R: Imposible elegir uno. Muchos pero muchos. Si tuviera que decir un par de títulos: “Poeta chleno” de Alejandro Zambra, “Manual de mujeres de la limpieza” de Lucia Berlin, “Waking lions” de Ayelet Gundar-Goshen, El verano que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Țîbuleac

 

P: ¿Te parece que el libro que podemos tener en la mano, pasando hoja por hoja, desaparecerá alguna vez? ¿O ninguna tecnología lo logrará , por más que se pueda hoy leer también en digital?

R: No hay más hermoso que oler un libro, ir a una librería y poder tocar los libros. Dicho esto, yo compro en kindle muchísimo. El otro día, un empleado de Escaramuza se acordó que yo pedí por una escritora hace mucho tiempo y no estaba en Uruguay. Cuando un libro sale, tengo alertas de Amazon, y si me gusta la autora, lo compro al instante.

P: ¿Algo más que te gustaría comentar sobre tu pasión por la lectura?

R: Cuando era joven, la vivía sola. Hace tiempo que tengo amigos con quienes comparto esta pasión. Sigo muchas cuentas en Instagram que tienen que ver con la lectura y a escritores en Twitter.

 

P: A seguir disfrutando pues Janet de la magia que nos traen los libros.

R: Así será.

Ana Jerozolimski
(26 Octubre 2021 , 03:47)

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