Mundo Judío

Mi Sinaí

¿El Camino Fácil? - Verdadera Humildad - Ladrones Santos - Amar a D-os

No. 157
Behaalotejá
Descargar PDF aquí
Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 17/6  17:22
Demás localidades ver en  www.jabad.org.uy

¿EL CAMINO FÁCIL?

Por Yossy Goldman 

La parashá de esta semana cuenta la historia de un grupo de hombres que estuvieron imposibilitados de llevar la ofrenda de Pesaj en su debido tiempo, y se acercaron a Moshé con un pedido sincero: "¿Por qué nos la deberíamos perder?". Sucedió que estos individuos habían estado ocupados con una buena acción, de acuerdo a algunos era nada menos que transportar los restos de Iosef de Egipto en ruta a su sitio de descanso final en Shechem en la Tierra Santa, y por su contacto con la muerte estaban "ritualmente impuros" y por lo tanto no aptos para llevar la ofrenda.

Moisés le consultó a D-os y le fue dicho que, de hecho, los hombres tenían razón. De ahora en adelante aquellos que estuviesen ritualmente impuros o lejos el día que la ofrenda de Pesaj era traída el 14 de Nisán, tendrían una segunda oportunidad exactamente un mes después, el 14 de Iyar, para compensar su oportunidad perdida.

Hay varias lecciones importantes que surgen de esta ley, conocida como Pesaj Sheini ('el segundo Pesaj') como que "nunca es tarde". Hay segundas oportunidades para todos nosotros. O que a veces D-os espera para ver si realmente queremos algo lo suficiente como para pedirlo y solo entonces nos lo da. Pero ahora quisiera compartir un mensaje importante que una vez escuché del ex-principal del Kolel de Johannesburgo, el Rabino Mordejai Shakovitzky, que en paz descanse.

El dijo que lo que estos hombres hicieron en los días de Moisés fue muy inspirador. Ellos realmente no tenían que ir y pedirle a Moshé por una segunda oportunidad. Después de todo, ellos tenían la excusa perfecta. Simplemente podrían haber dicho: "Lo lamentamos, estábamos ocupados haciendo otra mitzvá". Ellos estaban espiritualmente incapacitados de participar. No tenían ningún motivo para sentirse culpables. No se les podía reprochar nada. Sin embargo estaban molestos. Se sintieron excluidos y desearon genuinamente estar junto a sus hermanos en la observancia de otra mitzvá, la ofrenda de Pesaj. Las personas que tienen la oportunidad de librarse de una obligación y voluntariamente eligen buscarla son realmente dignos de una honorable mención. Es correcto que hayan sido destacados en la Torá por su sinceridad y devoción.

Todos somos muy buenos inventando excusas: está muy frío, muy caluroso, es muy caro, muy difícil, etc, etc... Muchos de nosotros tomamos el camino mas fácil. Padres organizando el Bar Mitzvá de su hijo a veces buscan el camino que implique el menor esfuerzo. "¿Puede ser en Minjá, Rabi? Así será menos exigente para nuestro hijo. Está muy ocupado con los programas de deportes del colegio y no tendrá mucho tiempo para aprender". Las novias y novios no siempre aprecian la forma de vida hermosa que el Judaísmo le puede ofrecer a nuestra relación mas íntima. "¿Tenemos que asistir a las clases, Rabi? ¿La Mikve es obligatoria?"

"La diferencia entre el éxito y el fracaso es que el fracaso hace excusas y el éxito hace un plan."

No busquemos excusas. No optemos por el camino fácil. Aprendamos de los hombres en el desierto quienes hubieran tenido cualquier excusa en el libro y aun así eligieron felizmente buscar una nueva mitzvá y compartir la buena acción con su comunidad. 

VERDADERA HUMILDAD

"Moisés era muy humilde, más que cualquier otra persona sobre la tierra." (Bamidbar 12:3)

La humildad no es el resultado de subestimar el verdadero valor de uno. Moisés sabía muy bien que él era una persona extraordinaria que había sido elegida por D-os para sacar al pueblo judío de Egipto y recibir la Torá en su nombre. Sin embargo, Moisés también pensaba que si D-os le hubiese dado esas grandes virtudes a otro, esa persona hubiera sido capaz de alcanzar un nivel aún más alto que el suyo.

La humildad generalmente se malentiende como simplemente la falta de jactancia: somos “humildes” si nos sentimos superiores a otros ¡siempre y cuando no nos jactemos de eso! Sin embargo la verdadera humildad se aprende de Moisés. Debemos ser plenamente conscientes de cualquier grandeza que tengamos, pero debemos atribuirla a D-os en vez de a nosotros mismos. Esto nos permite respetar a otras personas y verlas bajo una luz positiva, siendo que D-os los ha bendecido con sus propias cualidades únicas.

Séfer HaMaamarim 5710, pág. 236.

Números (Bamidbar) 8:1 – 12:16

La tercera sección del libro de Números abre con D-os diciéndole a Moisés que le instruya a Aarón cómo encender (Behaalotejá en Hebreo) las lámparas del Candelabro del Tabernáculo. Continúa con las preparaciones finales para la partida del pueblo judío del Monte Sinaí y los eventos que ocurrieron en su primer parada en el desierto.

Visitá nuestra página:

jabad.org.uy/parasha

LADRONES SANTOS

Por Simon Jacobson

Cuenta una historia del Baal Shem Tov que, en una oportunidad, llegó una joven viuda pidiendo que le ayudara. "Hace poco perdí a mi esposo. Ahora mi pequeño hijo, mi único hijito, está gravemente enfermo. Los médicos han perdido la esperanza de salvarlo. Por favor, le pido que haga algo para salvar a mi hijo."

El Baal Shem Tov, cuyo corazón estaba siempre dispuesto a ayudar, especialmente a los necesitados y oprimidos, la tranquilizó y le pidió que volviera a su casa, a la vez que le aseguraba que su hijo iba a mejorar. Procedió a reunir a diez (un minián) de sus ocultos santos Tzadikim, para rezar por la salud del niño y su inmediata curación.

Pero fue en vano. A pesar de todos los esfuerzos que hicieron por tratar de abrir sus almas y, a su vez correr el cerrojo de las puertas del cielo, tuvieron que aceptar con tristeza que no lo pudieron lograr. El Baal Shem Tov intuyó que el decreto había sido sellado en el cielo y que las oraciones de los Tzadikim no podían hacer revertir la decisión.

Pero, el Baal Shem Tov no era persona que se rindiera fácilmente. Se le ocurrió una idea. Pidió que le prepararan un carro y los caballos para ir al bosque. Le indicó al conductor que se dirigiera a un lugar determinado. El conductor quedó muy sorprendido, ya que era un área que todos evitaban porque era un sitio peligroso, donde acechaban los ladrones.

Llegaron al paraje elegido. El conductor detuvo el carro, el Baal Shem Tov se bajó y, para disgusto del conductor, en pocos minutos se vio rodeado por varios ladrones. Cuando el jefe de la banda de ladrones vio que era el Baal Shem Tov, bajó su arma y asombrado preguntó: "¿qué hace usted aquí, en el medio del bosque?"

El Baal Shem Tov le respondió: "preste atención. Tengo que hablar con usted. Necesito su ayuda." Todos los presentes se preguntaron cuál era la ayuda que el Baal Shem Tov precisaba de unos despreciables ladrones. El Baal Shem Tov siguió explicándole al jefe de la banda: "Necesito que reúna a diez de sus ladrones y me acompañen a rezar por un niño enfermo." El jefe de la banda no terminó de entender el pedido, pero como el que hablaba era el Baal Shem Tov, accedió. Reunió un minián con sus secuaces y se dispusieron a rezar con el Baal Shem Tov.

Milagrosamente el niño se recuperó. Más tarde, los asombrados alumnos le preguntaron al Baal Shem Tov acerca de cómo había sido capaz de lograr más con diez ladrones que lo que había conseguido con diez Tzadikim. "Es muy sencillo, respondió. Al ver que todas las puertas del cielo estaban cerradas con llave, necesitaba a alguien que pudiera ingresar a pesar de ello."

Esto no quiere decir que se absuelva el acto de robar o cualquier otro delito. Nos enseña que, cuando una persona ha cometido una transgresión, no solo tiene el poder de corregir su conducta, sino que sus propios crímenes pueden enseñarle y enseñarnos nuevos caminos para "ingresar por la fuerza" y alcanzar cimas a las que las personas honestas nunca van a llegar.

Y esta es la redención máxima de las malas acciones que pudimos haber cometido en el pasado y también la expresión máxima de la Imagen Divina que hay en cada ser humano: el poder y la capacidad para transformar nuestros pasados. Y utilizar esta recién descubierta sabiduría y los métodos provenientes de fuentes ilícitas para abrir caminos de santidad sin precedente.

AMAR A D-OS

“Amarás a D-os con todo tu corazón, con toda tu alma y con todos tus medios” (Devarim).

Así como el pájaro remonta vuelo con sus dos alas, así también la mitzvá se eleva con las alas del amor y el temor. Además, amar a D-os es una mitzvá, una de las seis que se aplican a cada momento en que la persona está despierta.

El problema es… ¿cómo hacemos para que nos crezcan las alas? Quiero decir, si uno no ama, ¿de qué le sirve tener una mitzvá de amar?

A decir verdad, nacemos con alas, solamente necesitamos un poco de ejercicio para que esas alas se desplieguen y empiecen a aletear. Todos tenemos un amor innato por D-os, pero tal como escribe Maimónides, si uno nunca piensa en D-os, es muy difícil sentir amor por Él.

Entonces, ¿en qué hay que pensar? Aquí tienes una meditación que nos enseñó Rabí Shneur Zalman de Liadi:

1. A la mañana, antes de rezar, contempla la grandeza de D-os. Medita acerca de las maravillas de su creación. Imagínate todo lo que hace falta para poner en marcha un mundo como este, empezando de la nada, y después seguir manteniéndolo en cada momento.

2. Después, piensa en tu relativa pequeñez; lo insignificante que eres frente a semejante grandeza.

3. Ahora trata de imaginarte cómo este Creador, cuya grandeza es insondable, deja todo de lado (por así decirlo) para prestarle atención a tus plegarias, para ayudarte a hacer las mitzvot, para estudiar Torá contigo y, en términos generales, para ayudarte a sobrellevar las pruebas de la vida. El amor que Él siente por ti es tan infinito como Él mismo.

4. Repite esto a diario hasta que empieces a sentir amor.

Ahora que tienes alas, envía a volar a algunas mitzvot. Tienes un objetivo en la vida… ¡hazlo por amor! Es muchísimo más agradable que pasar por la vida en forma rutinaria.

Por eso el amor es una mitzvá contagiosa: cuando otros ven a alguien cuya vida está impulsada por el amor a D-os, despliegan sus alas para volar con él.

MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
Artículos extraídos de www.Jabad.org.uy y www.Chabad.org, publicados con permiso.
Para recibir MiSinaí por email o por whatsapp, contactar por teléfono al 2628 6770 o por mail: [email protected].

 

Ultimas Noticias Ver más

MiSinai
Mundo Judío

MiSinai

27 Marzo 2024


¡No Seas Demasiado Humilde! - La Eterna Llama Interior - Control de Impulsos - Preparativos para Pesaj  

Esta página fue generada en 0.0565131 segundos (6944)
2024-03-29T09:20:42-03:00