Entrevistas

Un testimonio personal, a 50 años de la matanza de los atletas israelíes en Munich

Con Oshrat Kandell Romano, la hija del levantador de pesas Yosef Romano

La foto de portada de Oshrat, fue tomada este lunes en el museo recordatorio del atentado que se halla junto a la villa olímpica en Munich.

 

Oshrat Kandel Romano tenía 6 años cuando su padre, el muy conocido levantador de pesas Yosef Romano fue asesinado en los juegos olímpicos de Munich en 1972 por terroristas palestinos de “Setiembre Negro”, que mataron en total a 11 de los 15 miembros de la delegación israelí. Fue castrado, torturado y murió desangrado. 

Oshrat no olvida jamás al padre que perdió tan temprano y agradece a su madre Ilana la lucha que llevó adelante en la búsqueda de la verdad y por el reconocimiento de Alemania de su responsabilidad en la tragedia.

Oshrat tiene hoy 56 años, está casada con Amir y tiene 3 hijos ya grandes. Es psicoterapeuta en una clínica particular y docente en el mismo campo. Esta semana, poco antes de su partida al acto central conmemorativo de los 50 años del atentado, en Munich, conversamos con Oshrat.

 

Las tres hermanas Romano, con su mamá Ilana. La vida siguió, pero el duelo no terminó. De izquierda a derecha: Rajeli, la hermana del medio, que tenía 4 años cuando el atentado, Oshrat, la mayor, que tenía 6, la mamá Ilana y Shlomit, la menor, que tenía medio año.

 

 

P: Oshrat, ineludiblemente comienzo con una pregunta muy poco original.  Estoy segura que la pérdida de tu padre te acompañó siempre, pero me pregunto si ves un simbolismo especial en el 50° aniversario.

R: Me resulta realmente difícil captar que han transcurrido 50 años desde el asesinato, porque sentimos que nuestra tragedia está muy fresca siempre. Es como una herida que se abre y siempre  vuelve a sangrar. La pérdida de mi padre me acompañó siempre en muchos sentidos, también en la profesión a la que me dedico hoy. En mi clínica de psicoterapeuta acompaño a gente que ha tenido que lidiar con tragedias y grandes pérdidas. Así que esto realmente se ha convertido en una parte muy simbólica de mi ser. Y pensar que ya se cumplen 50 años, me parece irreal. 

P: Imagino que un elemento central en el hecho que todo ha seguido tan presente y el recuerdo tan vivo, es el rol protagónico que tu mamá Ilana ha desempeñado junto a otra de las viudas, Ankie Shpitzer, exigiendo reconocimiento e investigación de la verdad.

R: Sin duda alguna.  Mi madre, junto con Ankie Shpitzer, ha librado batallas enormes y ha alcanzado grandes logros, llevando a todas las familias a cuestas. Y el hecho que hoy todo el mundo sabe de qué se trata, qué fue la matanza de los atletas israelíes en las olimpíadas de Munich, es por ellas. Ellas hicieron que se sepa lo que ocurrió, que Alemania mucho tiempo escondió muchas cosas y finalmente lograron que justamente al cumplirse 50 años Alemania se haga responsable por lo ocurrido. Creo que es imponente.

 

P: Creciste sin tu papá y me pregunto si el saber en qué circunstancias murió, en qué condiciones lo perdiste, agudiza el duelo y el dolor.

R: A lo duro de crecer sin mi padre, se agregó sin duda el sufrimiento de saber cómo fue que él murió. Las circunstancias en las que esto pasó agudizaron el duelo. No termina en el hecho que fue asesinado junto a todos sus compañeros y que esa tragedia ocurrió en el lugar menos pensado, sino que seguimos siempre abocados al tema, tratando de descubrir cómo habían sido exactamente las cosas, qué nos escondían, qué colaboraciones hubo, en qué nos mintieron. Ese esfuerzo no nos permitió poner fin al proceso de duelo, no nos dejó decir nunca “bueno, terminó sigamos adelante”.

 

P: Siguieron, pero siempre con el duelo de fondo.

R: Exacto. Claro que avanzamos en la vida y hemos hecho muchas cosas, pero adentro hay algo que no cicatriza nunca. Muchas cosas aún no se saben. Mamá y Ankie han investigado y hurgado en todo tipo de lugares  para ir juntando detalles.No es que alguien nos entregó un informe de lo ocurrido y nos dijo que  mi padre murió desangrándose por la tortura de la que fue objeto , con todos los deportistas atados a su alrededor.  No es que alguien nos contó qué dijo con sus últimos suspiros . Sé que murió después de intentar salvarse a sí mismo y a sus compañeros enfrentándose a los terroristas. Y no tengo dudas que todo esto me ha llevado a dedicarme a lo que me dedico hoy. Y en mi servicio militar , como oficial, tuve a mi cargo también el rol de ocuparme de las familias de duelo que perdieron a hijos en combate, acompañé a muchas familias. Y creo que esto ha sido así porque para mi el tema no está cerrado en absoluto. No tengo aún todas las respuestas, pero quizás ahora que los alemanes aceptaron investigar y llegar a toda la verdad, voy a saber más. No creo que llegue a saber qué vivió mi padre en las últimas horas en las que estaba siendo torturado, cómo se sintió. Sabemos que no permitieron que entre un médico para salvarlo. No sabemos cómo se sintieron todos sus amigos a su alrededor, imposibilitados de ayudarlo, viendo cómo él, un héroe fuerte, desnudo, sólo con calzoncillos, se iba muriendo  desangrado, con su sangre manchando el piso de la habitación. Es muy difícil entender todo eso.

 

P: Las familias de los 11 atletas asesinados se vieron obligados a vivir con el vacío creado, con el dolor y el recuerdo.  Paralelamente, está el duelo nacional, el recuerdo y homenaje del pueblo . ¿Eso ayuda? De hecho, ustedes son una especie de símbolo.

Los nietos, en el cementerio, con un simbólico homenaje

 

R: Puedo decirte que en situaciones de pérdida, ayuda mucho cuando ésta tiene un significado. Cuando es una muerte “heroica”. Es muy difícil digerir que alguien súbitamente se muere, así nomás….y cuando hay una muerte a la que uno le puede dar un significado, por más cruel que haya sido, eso ayuda un poco, aunque sigue siendo sumamente duro.  Y en este sentido, el que haya aquí no sólo un duelo personal sino también nacional, ayuda. Sabemos que todo el país nos acompaña , que es parte de nuestra lucha. Y el legado de mi padre y sus compañeros fortalece a los deportistas en general. 

 

P: Antes mencioné el tema de las circunstancias…tu mamá me contó cuando la entrevisté años atrás, de las fotos terribles que le dieron mucho tiempo después del atentado , y que no les quiso mostrar a ustedes, las hijas…que no quería que nunca las vieran tampoco los nietos. Nos dijo “ya saben que todo fue muy cruel, no tienen que ver detalles”.

R: Así es. Unos días antes de mi casamiento llamaron a mamá a Alemania a recibir los reportes patológicos. Había allí en efecto fotos terribles. Ella viajó, trajo el material y lo cerró en la caja fuerte de un abogado.  Pero el hecho es que justo unos días antes de mi boda tuvo que lidiar con las imágenes de la tortura a mi padre, entender qué le había pasado exactamente. Y no nos dijo nada. Imagínate que estando debajo de la jupá acompañándome a mí en ese momento tan especial, no nos mostró nada, lo tenía todo sólo en sus pensamientos. Y así fue todo el tiempo, cada tanto un paso más, otro elemento, otra revelación. 

Y siempre, nuestra casa era el centro. Cuando se revelaba algo, se informaba algo, todos llegaban a mamá. Recuerdo cuando de niña leí que perseguían a Abu Daud, el terrorista que concibió todo..Esta situación era parte inseparable de nuestra rutina , que se cortaba a veces con alguna vivencia emocional muy fuerte, dolorosa, que nos confundía…El impacto dependía de la edad que yo tenía cuando llegaba, pero siempre fue muy difícil.

Parte de la delegación olímpica israelí, antes de emprender viaje a Alemania, con sus familiares. Una foto del álbum familiar.

 

 

P: Tú y  tus hermanas eran niñas chicas. ¿Cómo se enteraron de la tragedia? 

R: Mamá no me contó enseguida. Cuando ella recibió la noticia se desmayó. Nos llevaron a nosotras a lo de mi tía. Toda la casa estaba repleta de gente. Oíamos llantos y gritos. Estábamos en la cocina, con la puerta cerrada, y no entedíamos al principio qué había pasado. Cuando pregunté , recuerdo que mi tía dijo que hay alguien enfermo en la casa de los vecinos. Pero era todo muy raro. La casa estaba repleta absolutamente de gente,también afuera en el corredor, afuera, en la calle…Vivíamos en un barrio cerado y chico en Hertzlia. Recién de noche, cuando nos fuimos a dormir, nos dijeron algo. Yo tenía 6 años y medio, mi hermana 4 y medio y la menor tenía sólo medio año. Cuando me dijeron, no recuerdo haber entendido realmente. Recuerdo los llantos, toda la noche.

 

P: Y luego fueron los funerales, a los que ustedes no fueron.

R: Así es. Nos llevaron con mamá al volver ella de los funerales. Entramos a la pieza en la que ella estaba recostada. Se sentó, vio que estábamos temblando , con los ojos rojos como esforzándonos por no llorar y nos dijo que podemos llorar, que ella también llora. Nos prometió que ella nos daría todo lo que necesitemos, que ella será tanto mamá como papá, que nadie olvidará a nuestro padre . Eso es lo que la empujó durante 50 años. Hizo una promesa y la cumplió.

Ilana Romano y sus hijas, a las que tuvo que criar sola, tiempo después del asesinato

 

P: Y ustedes, niñas chicas-supongo que sólo tú podías entender algo- sufriendo que tu papá no volvía, mientras todo el país hablaba de eso. Ni siquiera podías escapar.

R: Cuando uno es niño entiende rápidamente muchas cosas . En la escuela todos decían “tu papá murió”, “pobrecita”…y no es fácil captar que pasó algo distinto de lo común. Además él era muy conocido, los niños lo admiraban porque lo veían como un héroe.Recuerdo que antes de haber entendido que él y los demás habían sido asesinados, el director de la escuela nos llamó, nos sentó en su oficina, nos llenó de golosinas y nos mandó a casa. Vinieron a buscarnos. Estábamos muy asustadas, no entendíamos nada.

 

P: ¿Cómo influyó el atentado en tu percepción de los temas de paz y guerra con los árabes?

R: Recuerdo que tenía mucho miedo a los árabes, pero mamá nos dijo que no tenemos que temer a los árabes, que papá había nacido en Libia, hablaba árabe, al igual que toda su familia, y que no todos los árabes son terroristas. Y gradualmente nos fue trasmitiendo seguridad. Mi madre realmente es una luchadora muy especial.

P: Absolutamente gigantesca.

R: Crecer con una madre así es aprender toda la vida cómo lidiar con los desafíos, como ganar y cómo no desesperar, cómo seguir marchando por un largo camino, 50 años de luchas.Mi mamá dijo que si hace 50 años, cuando tenía 26, le hubieran dicho que tendría que luchar para que 50 años más tarde se sepa la verdad,quizás no habría pensado que tendría fuerzas.  Pero es una leona, no dio el brazo a torcer . La movió siempre un sentimiento fuerte de justicia y buenos sentidos. Creo que yo también lo recibí de ella. Es una gran cosa ver a una mujer que también cuando le es difícil  sigue adelante. Y con ese espíritu nos educó.  Y es importante recordar que también mi padre era un gran luchador. Lamentablemente fue herido y murió desangrado, pero eso ocurrió porque no era una persona capaz de mantenerse en silencio, por lo cual hizo todo lo que estaba a su alcance para luchar. Sé que tuve el privilegio de nacer en un hogar con padres muy especiales.

Ilana y Yosef en su boda
Ilana Romano y sus nietos

 

Los responsables

P: ¿Cómo viste todos estos años la actitud de Alemania? Está claro que en los últimos tiempos cambió. Pero fue muy duro…Recordemos que la razón central que explica el atentado, es que Alemania no organizó debidamente la seguridad en el lugar. Y después, tuvieron una falla tras otra, un comportamiento absolutamente desastroso.

R: Durante 50 años, sentimos de parte de Alemania una actitud diría de bastante desprecio. Hicimos todo lo necesario para exigir lo que nos corresponde. Sus tribunales hicieron caso omiso de nosotros, alegando con mentiras que ya se aplicaba la ley que determinaba que había pasado mucho tiempo y no se podía penar. Yo considero que Alemania no investigó, no quiso llegar a la verdad. Al contrario, ocultó todo el tiempo sus fallas, su comportamiento despreciable-y estoy siendo delicada con los términos que uso- y considero que Alemania es resposable de que durante 50 años tuvimos que llevar esto sobre nuestros hombros como una herida abierta sangrante.  Sé que Alemania habría podido actuar distinto. Había información de Inteligencia . No hicieron lo suficiente. Si hubieran actuado de otra forma, quizás mi padre estaría vivo hoy.

Creo que por la lucha que libraron mi madre y Ankie Shpitzer, Alemania llegó a un punto en el que entendió que el mundo no seguiría callando. Si no se hubiera llegado a un arreglo y las familias hubiéramos decidido por ende no llegar al acto recordatorio por los 50 años del atentado, esto habría sido una enorme vergüenza para Alemania. Personas como el Presidente Steinmaier , que realmente quería llegar a la verdad, y algunos otros como él, ayudaron. También el Presidente de Israel Itzjak Herzog. Realmente habría sido vergonzoso llegar al 50° aniversario sin un arreglo.

 

P: Hay aquí un punto clave que debe ser aclarado. En los últimos días se llegó finalmente a un acuerdo de indemnización de parte de Alemania a todas las familias de las víctimas. Antes ofrecían una suma irrisoria y finalmente entendieron que debían actuar de forma digna, y el tema de solucionó. Pero el tema no es el dinero sino el hecho que la indemnización es una expresión de responsabilidad, algo que no reconocían. Y recordemos que los tres terroristas que quedaron vivos, fueron puestos en libertad de la prisión en Alemania unos meses más tarde y hasta reciibieron una suma millonaria de Alemania como una especie de compensación. Absolutamente increíble. El tema , reitero, no es el dinero, sino la toma de responsabilidad que las indemnizaciones representan.

R: Exacto. 

En Alemania, las tres hijas de Yosef Romano, junto al Ministro de Deportes de Israel Hili Troper (en el medio) y al Presidente del Comité Olímpico Israelí Gili Lustig

 

P: Oshrat, días atrás el Presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas (Abu Mazen) acusó a Israel de haber cometido 50 Holocaustos, al responder en Alemania misma a una pregunta durante una rueda de prensa, en la que se planteó si de cara al 50° aniversario de la matanza se disculpará o expresará pesar por lo ocurrido. Claro que a ese punto ni contestó, sino que contraatacó con la mencionada acusación. Y es relevante ya que en el momento del atentado  él era el encargado de las finanzas de la OLP y se estima que puede haberlo financiado. Y hoy, con todos los problemas en las relaciones con él, es el interlocutor con el que Israel coordina temas de seguridad. ¿Cómo ves esta situación?

R: Para mí es un terrorista con sangre en las manos. El fue socio en la financiación del atentado, en el asesinato y el esfuerzo para hacer llegar armas a todos los atentados en los que terroristas mataron inocentes, buscando matar judíos por doquier. Seguirá a mis ojos siendo siempre un terrorista. Ese es el camino que eligió. Yo le deseo que reciba lo que merece, pero no tengo responsabilidad al respecto.

 

 

P: Oshrat ¿hay algo que quisieras agregar, que yo no te haya sabido preguntar?

R: Creo que tus preguntas han sido increíbles. Tocaste muchos puntos. No creo que haya nada importante que no hayas preguntado. Quizás sólo agregaría un punto. Mi mamá ama profundamente a sus nietos y por supuesto a nosotras, sus hijas. El vínculo especial que se desarrolló entre los nietos y mi madre es impresionante. Y creo que todos ellos recibieron  excelentes valores. No es casualidad que estén tan orgullosos de su abuela, que supo preservar siempre la memoria del abuelo Yosef al que no conocieron físicamente, pero al que conocen muy a fondo, porque recibieron a través de la abuela tanto sus valores como todo lo mucho  que les contó sobre él. Les deseo a todos que gocen siempre de buena salud y que disfruten  de cada momento que pasan con su abuela maravillosa. Que la conozcan no sólo como una abuela luchadora y protectora, sino también descansando un poco de las luchas para poder disfrutar plenamente de sus nietos y sus hijas.

 

 

P: Amén Oshrat, de todo corazón. Te abrazo y te deseo, les deseo, todo lo mejor.

R: Muchísimas gracias.

Ana Jerozolimski
(05 Septiembre 2022 , 07:03)

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