Es obra de Lior (13) y Ari (8) Rubin Ismajovich de Asunción, Paraguay
Días atrás celebramos el comienzo de Pesaj y en cada hogar judío, seguramente, se vivió la alegría de la reunión familiar y la corrida para alcanzar a tiempo con todos los preparativos. Pero nos permitimos suponer que en muy pocos-¿o ninguno?-la decoración de la mesa permitía recrear la salida de Egipto. O sea..plásticamente, no sólo a través de la lectura de la Hagadá con el relato de Pesaj.
Miren esto…presten atención.
¿Han captado lo que vimos en esta original mesa de Seder? Si no, vuelvan a mirar….el azul reconstruyendo el Mar Rojo abierto en dos, el pueblo cruzando en el medio, liderado por Moisés.
En otra parte del comedor, también estaban las plagas…
Bueno, hace falta un poco de imaginación, pero los autores de esta original iniciativa la merecen. Son Lior (13) y Ari (8), los hijos de Alejandro Rubin y Tali Ismajovich de Asunción, Paraguay, que prepararon esta hermosa recreación en la mesa del segundo Seder en su casa.
Y así explican ellos lo que hicieron.
Lior y Ari son alumnos de octavo y tercer grado respectivamente y además de su atareada agenda del colegio son fanáticos del futbol y practican para el equipo de la Unión Hebraica del Paraguay, aunque sus padres cuentan que también los juegos electrónicos juegan un papel importante en sus vidas, que por cierto tratan de regular.
Preguntamos a Alejandro, el papá, cómo surgió la original idea de sus hijos para el Seder. “La idea de hacer esta representación de la salida de Egipto en nuestra mesa de Seder surge en realidad por la costumbre que tenemos en cada festividad de hacerles participar a los chicos con alguna actividad que les divierta hacer y capte su atención ganando un poco la competencia que tenemos hoy en día con la tecnología”, explica. “Por ejemplo en Sucot hace años hacemos una hermosa Suca en casa para recibir todos los días invitados y lo infaltable es el día donde todos los primos vienen a decorarla y la pizza party que hace nuestro hijo Lior con sus javerim de Hanoar Hatzioni”.
Es original imaginar los preparativos detrás de las bambalinas.
“En realidad lo genial de ayer fue el festivo ambiente mientras se preparaba; las ideas que les surgían; cómo buscaban entre sus legos lo que podría llegar a ser similar a lo que querían representar”, cuenta Alejandro. “A mí me impactó por ejemplo cuando representó a la oscuridad en las diez plagas con un lego de Darth Vader el personaje del lado oscuro de Star Wars”.
Genial ocurrencia. “Y desde el pasillo, me grita : ´papá. Música de Pesaj por favor para ambientar ....en fin ...recurrimos a un hermoso playlist de Deezer. O sea que la tecnología bien utilizada trae grandes beneficios lúdicos”.
Evidentemente, la motivación de fondo no es una mera diversión sino la convicción de los padres sobre los valores a transmitir.
“Cada Jag, cada fiesta, tiene mensajes importantes para la vida actual y debemos transmitirlo a nuestros hijos buscando llamar su interés”, dice Alejandro. “En el caso de este Pesaj los legos jugaron un papel fundamental ya que nuestro hijo menor es fanático y el mayor actuó un poco de ingeniero con su mamá para la puesta en escena . También armaron las diez plagas y cuando hicimos esta parte en la Hagada; Ari las presentaba llevándose el aplauso de toda la familia. Son memorias que vamos formando sin duda”.
Y lo más hermoso, es la continuidad que se va marcando juntos.
“Por supuesto que emociona ver a tus hijos agarrar la antorcha y empezar a caminar este camino tan hermoso y gratificante que es el de la vida judía”, destaca Alejandro. Él y su esposa Tali lo viven en la práctica de forma muy intensa y justamente hace poco estuvieron en Israel para celebrarle a Lior su Bar Mitzva en Jerusalem.
Alejandro, que es Cónsul Honorario de Israel en Paraguay, hace una reflexión a fondo cuando le comentamos que imaginamos el orgullo que ellos, como padres, habrán sentido al ver esa mesa del Seder. “En la diáspora y más en comunidades pequeñas como la nuestra, el trabajo cuesta más; pero como dices ver esto es una palmadita en la espalda que estamos transitando y llevándolos por el camino correcto y esto nos compromete aún más a continuar y no bajar los brazos ya que el judaísmo hay que VIVIRLO y el mejor ejemplo para ellos está en la ACCIÓN; esto vale más que mil palabras”.
Comentamos al papá la conocida historia del encuentro entre David Ben Gurion y John Foster Dulles en los años 50, en la que el Primer Ministro y fundador de Israel le asegura a su interlocutor que cualquier niño judío tiene claro hoy, miles de años después de la salida de Egipto, cuánto duró la marcha, quién era el líder y hasta qué comieron en el camino, entre otras cosas. “Esta genial historia confirma lo que somos; lo que debemos cuidar; el orgullo que debemos tener de pertenecer a este maravilloso pueblo que a través de tantos años y tantas circunstancias sigue de pie y con el mismo ´libreto´”, responde. “ Quiera Hashem que las nuevas generaciones tomen en serio este compromiso que tenemos de no cortar esta milenaria cadena . Es responsabilidad de cada padre y madre con sus hijos”.