Entrevistas

El cura Juan Andrés Verde, entusiasmado con Israel

Para el cura Juan Andrés – “el gordo Verde” como le llaman muchos con cariños -, el viaje a Israel que realizó  invitado por su amiga Alicia Esquiera, fundadora de SECOM, que lo apoya en su obra social, fue una visita a un país que lo dejó admirado pero ante todo, una peregrinacion, como creyente católico. Tuvimos el gusto de conocerlo personalmente y de grabarle un primer testimonio con sus primeras impresiones. Luego, ya finalizado el viaje, a larga distancia, lo entrevistamos sobre lo que significó esta experiencia para él. Evidentemente, no podíamos dejar de preguntarle sobre su gran labor social.

El cura Juan Andrés Verde, Alicia Esquiera, el periodista Juan Antonio López y Ana J.

 

Juan Andrés tiene 34 años, es el segundo de cuatro hermanos varones. Ex jugador de rugby de la selección uruguaya, autor de tres libros. Es licenciado en Ciencias Teológicas. Y más que nada, cura por vocación.

 

P: Juan Andrés, es un privilegio conocerte personalmente y me resulta muy especial que nos hayamos encontrado en Jerusalem. ¿Qué te ha dejado esta experiencia del viaje a Israel? Estimo que para ti, aunque haya habido también turismo común, habrá sido más que nada una peregrinación.

R: Es tal cual como decís, siento que me vuelvo a Uruguay doblemente enriquecido, por un lado por conocer un país del que quizás, por ignorancia o prejuicios, yo tenía una idea totalmente diferente. Me voy enriquecido de conocer un país que es increíble lo que ha crecido en 75 años; la ciudad de primer mundo que es Tel Aviv, ordenada, limpia, segura. Pero también lo que ha sido la peregrinación a los diferentes lugares sagrados, que uno lo vive desde la fe, pero quien no la comparta también lo puede vivir recorriendo lugares históricos llenos de fuerza, porque cada lugar habla por sí solo. Yo personalmente me vuelvo doblemente enriquecido, por un lado, por conocer un país increíble y, por otro, por recorrer espiritualmente lugares que, como dijo monseñor Gil, ya conocía a través de la Sagrada Escritura y de las prédicas, de la fe. 

P: Te conté en nuestro primer encuentro lo que monseñor Víctor Gil, obispo de Minas, me había dicho en efecto en Jerusalem cuando lo entrevisté en un congreso interreligioso, realmente una cita significativa.

R: Sin duda, así es. Te diré que siento que es  como que logré conocer con los ojos y los sentidos humanos un lugar que quizás ya sentía que conocía con los ojos del alma.

Como peregrinos, en el río Jordán

 

P:  ¿Viste cosas que sentiste te inspiraban para la obra social que hacés en Uruguay? 

R: Obviamente cuando uno viaja abre la cabeza, conoce diferentes lugares, formas, culturas, estilos. Tengo un lema personal que es: hasta el cielo no paramos, que tiene un doble sentido, por un lado, apuntar a lo que es la santidad, y por otro apuntar a cosas grandes en la vida, a cosas altas. Como decía Menapache,”si naciste pa carancho no te quedes en la pavada” o sea , si naciste para volar alto no te quedes en el gallinero. Yo siento que esta visita a Israel es inspiradora para querer apuntar a grandes cosas, desde las cosas sencillas, simples, lo que es el orden, el trato, abrir la cabeza… A veces en Uruguay somos un país con una identidad muy propia, muy chico, pero de coraó´n muy grande, y a veces nos quedamos con lo criollo, hacemos las cosas a nuestra manera, y es lindo ver cómo otros hacen las cosas bien hechas a su manera y poder aprender también de esos otros.

 

P:  Alcanzamos a compartir algunas horas durante tu viaje, el día antes de tu partida. Pero no precisaba mucho tiempo para captar que sos un gran comunicador. ¿Qué transmitirás a tu entorno de lo que viste en Israel? ¿Cómo se cuenta eso?

R: La verdad que va a ser muy difícil transmitir con palabras lo que uno ha vivido, disfrutado y compartido en este viaje, en esta peregrinación que fue realmente magnífica. Yo lo único que puedo decir es que se lo deseo a todos mis seres queridos. Les deseo de corazón que si algún día pueden juntar unos pesitos para poder viajar, que conozcan, que se animen a volar hasta Israel, que se animen a conocer estos lugares sagrados. También me impactó el respeto con que cada lugar sagrado se mantiene, más allá de que de pronto algunos lugares los llevan adelante judíos ortodoxos, otros sacerdotes franciscanos, otros rusos… Bueno, más allá de esa gran diversidad, el respeto con el que se guarda cada lugar, ¿no?  Vale la pena hacer la prueba y vale la pena dejarse sorprender.

P: ¿Dirías que algo en Israel te llamó la atención?

R: Algo que me llamó la atención fuertemente allá en Israel son los jóvenes que pasan por un tiempo en el ejército, en el servicio militar obligatorio. Lo que me llamó la atención es cómo lo viven, con orgullo. En un momento me fui a sacar una foto, le pedí a un joven que tenía un bruto fusil en la mano mientras estaba comiendo con su madre y su familia, le pregunté si me podía sacar una foto con él, que tenía su kipá y todo, y la madre vino y nos sacó la foto. Con qué orgullo cumplen ese rol, y son realmente como una suerte de ejército del pueblo, porque también ves que eso les da identidad y les da sentido de pertenencia realmente. Hay mil cosas más que podría contar.

 

P: Vamos a tener más oportunidad de conversar sobre esto, estoy segura.

R: Claro que sí.

 

Una gran acción social

P:  No puedo dejar de preguntarte sobre tu obra y lo que estás haciendo en Santa Eugenia, el barrio donde vivís . 

R: Actualmente estoy viviendo en el barrio Santa Eugenia, en un hogar container, detrás de una capillita que logramos armar con muchos vecinos, y gracias a la generosidad de muchas personas, entre ellas la señora Alicia Esquiera, que nos está acompañando, y se ha logrado que unas 70 familias que vivían en máxima precariedad hoy tengan un techo digno. Ahora estamos apuntando a más, soñando a más. Estamos armando un barrio para las familias que van a ser desalojadas. Curiosamente el barrio se llama Colmena por la forma, por el estilo que se maneja, es un proyecto que realizó el equipo de Kopel Sánchez.

Te cuento además que también tenemos nuestra fraternidad judeo-cristiana en ese equipo. 

Realmente estamos muy felices de que es algo que se lleva adelante buscando que ningún niño más deje de ir a la escuela por el hecho de vivir en una situación de extrema precariedad o que ningún niño se vaya a dormir sin nada calentito que comer a la noche. La verdad es que volvemos con muchas ideas, ni que hablar con muchos desafíos, pero también orgullosos de lo que se está haciendo. Por ahí te comentaba que este año fue la primera vez que tres chicas del barrio entraron a facultad, después de 40 años. Eso habla de que hay un equipo de jóvenes fabulosos, misioneros, comprometidos, que están buscando realmente transformar la realidad. Y bueno, allí estamos. 

 

P: Y de quién los guía, sin duda, aunque está muy bien que vos los destacás a ellos. Juan, vos no venís de un entorno carenciado ¿verdad? 

R: No, no me crié en ese entorno. Me crié en un entorno muy lejano, pero hoy como sacerdote estoy muy feliz viviendo donde siento que Dios me pide que esté. Y tampoco oculto, por ejemplo, el hecho de que pueda estar visitando Israel u otros países gracias a la generosidad de muchos. Me parece que el sacerdote no es ni de unos ni de otros, ni de pobres o de ricos, ni de izquierda o de derecha, ni de arriba ni de abajo. El sacerdote tiene que ser de Cristo, y de ahí para todos los hermanos que lo necesiten. En ese sentido me siento un privilegiado.

P: Es hermoso escucharte. ¿Dirías que la decisión de abocarte al sacerdocio va de la mano del tipo de obra que realizas? O sea..¿fue un llamado de Dios dedicarte a ayudar a los más carenciados o una cuestión de tus propios valores?

R: Yo siento que Dios me llamó a servirlo . Yo siento que la fe va muy de la mano de la obra que siento que Dios me pide, ni que hablar. Honestamente no percibo otro estilo de sacerdocio, por lo pronto, para mi persona. Y bueno, también le pido a Dios la gracia de poder ver con claridad, porque hay veces que uno no tiene las cosas claras o se confunde, como cualquier otro ser humano, en sus búsquedas y en sus anhelos siempre es importante volver a orientar la brújula. 

La verdad es que yo creo que la misión que el Señor me pide hoy es la de ser puente, quizás esa es la palabra, puente entre los más necesitados y los que más tienen y quieren colaborar, puente entre Dios y los hombres que ha puesto a mi lado y que no tienen fe, puente entre aquel que ha perdido la esperanza y necesita reencender esa luz en su corazón; puente. Le pido al Señor que me dé la gracia de tener los cimientos sólidos para poder cumplir esa misión. Fue para mí algo muy fuerte cuando estuvimos en Jericó y pasé por el árbol donde supuestamente se subió Saqueo. En ese momento, al final de ese episodio, Jesús le dice a Saqueo: bueno, hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo que estaba perdido. Esa fue la frase que elegí para mi lema sacerdotal: El Señor vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido. Siento que es el llamado que me pide también, ir en busca de aquellos que de pronto están perdidos porque es lo que él hizo conmigo y es lo que me gustaría poder hacer con otros. Siempre respetando a cada uno en sus creencias, en su individualidad, pero es como cuando uno prueba un rico pedazo de asado y quiere que el otro lo conozca, lo disfrute y se goce. 

Yo siento que encontré una felicidad muy profunda; más que una felicidad, una plenitud en la fe y es el deseo que tengo para todos. Por eso me mando todas las macanas que me mando y vivo como vivo y hago lo que hago, y a veces hablo de más como te estoy hablando ahora.

P: ¿De más? Para nada. Es una belleza escucharte.   ¿Cuál es el principal desafío de tu obra? 

R: El principal desafío de la obra para mí es poder lograr los objetivos que nos vamos proponiendo. Yo a veces me siento como un padre de familia que está velando para que no le falte nada a sus hijos, y me vienen los miedos propios de cualquier padre: si llegaremos o no, si lo lograremos o no, si alcanzarán los fondos, lograr los cometidos con las familias… porque obviamente lo material es un eslabón, hay algo mucho más grande que es lograr la humanización más profunda de personas que por diversas razones viven en situación de tanta precariedad, tantas veces deshumanizantes. El desafío está y la fe ahí también juega una pata muy importante, porque no solamente es lo que nos mueve sino también lo que de alguna manera nos nutre y alimenta para no bajar los brazos. 

 

P: ¿Me podrías dar ejemplos de situaciones difíciles con las que lidiás todos los días?

R: Me han pasado cosas increíbles en el barrio, cosas muy difíciles, situaciones muy complejas. Por ejemplo, que una niña de 11 años, luego de haber recibido su hogar container, que a los 11 años se va a pegar una ducha de agua calentita y salga corriendo pensando que se incendiaba, y era el vapor del agua que no estaba acostumbrada a ver en su vida. 

Pero de las cosas lindas que te puedo decir es ver cómo misteriosamente Dios se ocupa de que no falte nada, la providencia es impresionante. Y te lo digo de esta manera: la providencia ha llegado por gente muy diversa, gente atea, católica, judía, gente que se ha acercado, más allá de que soy un cura católico, para ayudarnos como obra y también trascendiendo un poco esas realidades que a veces para algunos son barreras y para otros son puntos de encuentro.  Te puedo decir que siento que estoy viviendo  la vida en lo que vale la pena.

 

El vínculo con la colectividad judía

P:  ¿Qué me contarías de tu vínculo con la  colectividad judía uruguaya?

R:  Me han invitado a varios eventos, hemos compartido incluso charlas con diferentes grupos, de adultos, de jóvenes, me han invitado de la Kehilá, me han visitado también en el barrio grupos de jóvenes de la colectividad. La verdad que he compartido incluso algunos programas de televisión y algunos encuentros con rabinos jóvenes. Y ahora justo cuando estaba en Israel le escribí a Max Godet diciéndole que me gustaría juntarnos a tomar unos mates para poder profundizar más en cosas que he visto y que desconozco. Yo siempre lo digo, y no me avergüenzo, que en muchas cosas soy un ignorante y no conozco, pero admiro la fe de mis hermanos y también cómo lo viven y lo expresan, con qué religiosidad, con qué compromiso. Y también lo que nosotros a veces llamamos apostolado, el celo apostólico, a veces cuando lo veo en otras religiones digo: “¡Pa! ¡Qué lindo poder tener estos soldados en el equipo!”. 

P: Genial ese concepto, un equipo formado por gente creyente de distintas religiones, que quiere hacer cosas buenas.

R: Así es.

El cura Juan Andrés Verde y el Rabino Max Godet de la Kehilá, invitados juntos a Polémica en el Bar de Canal 10
En un evento de Voluntarios en Red de la Kehilá, con el rabino Godet y la Directora Dora Shlafrok

 

A modo de resumen

P:  ¿Hay algo que quisieras agregar?

R: Sólo agradecerte por hacerte presente en Jerusalem para encontrarte con nosotros.  Imaginate que un regalo tan lindo, lo único que me sale es decir gracias a Dios de haberlo podido vivir y gracias a las personas que él puso en nuestro camino para poder lograrlo. En este caso, siento un profundo agradecimiento por Alicia y su esposo Nelson, con Lope (Juan Carlos López)  y su esposa Juanita, que hemos compartido también estas experiencias maravillosas. También nos tocó un guía excepcional, Pedro, que  hizo su trabajo con tanto cariño, con tanto orgullo, con tanto respeto, y lo más lindo es que era capaz de compartirnos los datos objetivos tanto de lugares, de historia, de contexto, de cultura, sin hacer una exégesis personal, cosa de dejar que esa interpretación la haga cada uno, respetando la libertad y la fe de cada uno. Eso me pareció magnífico y grandioso de su parte. También los lugares los hace su gente y la verdad que la gente con la que nos hemos encontrado en Tierra Santa, en Israel, ha sido gente maravillosa. Así que, solamente dar gracias a Dios, gracias a vos también por tu tiempo. Espero que todo esto te sirva para algo. Y si no, Santa Paz, borrá. 

P: Me hacés reir. No hay nada que borrar.

R: Bueno, Ana, que Dios te bendiga mucho. Bendiciones para vos, para tu familia y a la orden siempre. Acordate de rezar por mí también.

P: No tengo palabras querido Juan…sos impresionante. Gracias mil. Una alegría conocerte.

R: Gracias a ti 

Ana Jerozolimski
(17 Julio 2023 , 15:41)

Ultimas Noticias Ver más

Esta página fue generada en 0.0617871 segundos (6448)
2024-04-28T10:03:57-03:00