Entrevistas

Una crítica directa a la protesta de los reservistas contra la legislación

Con el Coronel (reserva) Gabi Siboni

 

 

A Gabi Siboni lo asociamos siempre con la especialidad en el tema de seguridad cibernética al que ha dedicado numerosos escritos, también un libro publicado recientemente (“Israel and the Cyber Threat: How the start-up nation became a global cyber power”), un tema clave hoy en día que es parte de la seguridad nacional. Pero como Coronel en la reserva, que finalizó sus largos años en las Fuerzas de Defensa de Israel en 1985 –habiendo sido jefe de la Brigada Golani- y continúa muy conectado también en la  reserva, se aboca a la investigación también de otros aspectos de la seguridad de Israel.

Lo hizo durante muchos años como jefe del  Programa de Asuntos Militares y Estratégicos y Seguridad Cibernética en el Instituto de Investigaciones de Seguridad Nacional   y hoy como uno de los investigadores del Instituto de Estrategia y Seguridad de Jerusalem.

 

Además es el Vice Director del Programa de Administración de Seguridad Cibernética y Director de Investigación Académica y Tecnológica en la Universidad Francisco de Vittoria en Madrid. Dicho programa, que comenzó en los últimos meses del 2019, tiene la particularidad de ser el primero de su tipo en toda la Unión Europea.

Sin embargo, esta vez conversamos con él sobre uno de los grandes desafíos con los que está lidiando hoy la sociedad israelí y muy especialmente Tzahal, o sea las Fuerzas de Defensa de Israel. Su posición es categórica y sumamente crítica. Aclaremos: no de la reforma judicial que promueve el gobierno sino de la protesta de aquellos reservistas que reaccionan advirtiendo que no se presentarán al servicio. Es un peligro inaceptable, recalca Gabi Siboni.

Este es el diálogo mantenido.

 

P: Gabi,  creo que hay que aclarar ante todo la terminología de lo relacionado a la protesta de oficiales contra la inminente legislación que consideran peligrosa. Ante todo, se trata por ahora solamente de reservistas. Surgen los términos “sarvanút”, que es negarse a servir o a cumplir órdenes . Se habla de oficiales que se consideran voluntarios y dicen que dejarán de serlo si se aprueba una legislación que según ellos cambia al rostro del país y su naturaleza. ¿Cómo haría orden en los términos?

R: Ante todo, aún no hemos visto ningún caso de “sarvanút”, de alguien que se oponga  a presentarse, a hacer su servicio. No conozco a nadie que haya recibido la orden de presentarse a la reserva y no lo haya hecho o haya dicho que no va. El problema aquí es la exhortación a que no se presenten. Eso es lo que en hebreo se llama “hamradá”, que viene de “méred”, que es insurrección. O sea, un llamado a rebelión.

P: ¿”Hamradá”? ¿Llamado a rebelión?¿En serio lo ve así?

R: Por supuesto. Y eso es un delito, un crimen, por el cual se puede recibir hasta 5 años de cárcel. Y si se lo hace cuando el país está en guerra, hasta 15 años.  Llamar a no servir, es incitar a una insurrección.

P: Pero lo que dicen estos reservistas es que dejan de ser voluntarios, porque ya no tienen obligación de seguir pero siguen sirviendo.

R: No es así. Yo también hago miluim o sea el servicio de la reserva, pero como ya pasé la edad de miluim, lo hago voluntariamente. Y me pueden llamar de hoy a mañana o yo puedo avisar de hoy a mañana que no voy más. Pero eso no quiere decir, mientras aún estoy en el sistema, mientras aún soy voluntario, que puedo decidir según lo que se me antoje cuándo voy y cuándo no. Si estoy dentro del sistema, tengo que ir cuando me llaman. Claro que uno puede decidir que no va más, que termina con el servicio, por supuesto. Puede ser por razones personales, por razones de conciencia, de política, pero algo personal. Pero cuando hay un grupo, ya no es algo personal sino llamado a insurrección.

P: Menciona un grupo y justamente el gran tema de esta semana es el grupo de 161 oficiales en la reserva de la Fuerza Aérea, todos ellos en posiciones importantes aunque al parecer no pilotos de combate, que avisaron a sus jefes días atrás que dejan de presentarse.  Cada uno decidió que tiene razones por las que no puede seguir presentándose en las condiciones actuales o inminentes.

R: Pero un grupo no baja de la nada, no cae del cielo, sino que alguien lo formó y exhortó a otros a sumarse. Esa persona que tuvo esa iniciativa, es sospechoso de “hamradá”, de llamar a rebelión. No es que cada uno decidió individualmente justo sobre el mismo tema por casualidad. Y nadie lo investiga. Hay que hacerlo y llevar a juicio a quien tuvo la iniciativa.

P: Estos oficiales y muchos otros que a diferencia de ellos sólo advirtieron y aún no avisaron que dejan de presentarse, sostienen que su pacto, el acuerdo por el cual dedican años a las Fuerzas de Defensa de Israel, es con un Estado judío y democrático, y que si deja de ser una democracia liberal como fue hasta ahora, el pacto cambia. ¿No es un argumento importante?

P: ¿Qué está pasando como para que justifique que den un paso así? ¿La legislación de la cancelación de la cláusula de la irrazonabilidad por la cual los jueces pueden cancelar una decisión gubernamental? ¿Es una broma? ¿Anuncian que no se presentarán por algo que aún no pasó?

R: ¿Usted no ve el peligro?

R: Lo que yo veo es que está claro que no es por la reforma sino que hay acá una lucha por la identidad de Israel, por igualdad política. Y lo que hay es una desigualdad increíble, ya que los focos principales de fuerza , los juristas, la academia, la cultura, los medios, están controlados por un lado del mapa político. Y se toman decisiones judiciales según el lado al que se representa. Estoy seguro que si alguien en la universidad de Tel Aviv declara su apoyo a la reforma judicial, tendrá pocas probabilidades de promoción.

P: Gabi, me deja atónita. Esos son conceptos que repiten políticos en el marco de las discusiones, no alguien como usted.

R: Yo puedo dar mi opinión, no la tuya. Y así lo veo yo con claridad. La Suprema Corte no tiene una concepción conservadora dedicada a defender a Israel como Estado nacional del pueblo judío. Por ende, no me siento representado por la Suprema Corte. Y no estoy solo. Y estoy contra política de identidades, no tiene nada que ver que mis padres hayan llegado de Marruecos.No pasa por ahí. Ocurren cosas que dejan en claro que no se da prioridad o ni siquiera condición igualitaria a la lucha judía por la tierra y la identidad del país.

P: Podría dar varios ejemplos de jueces de origen sefaradí, pero no es la discusión ahora.¿A qué se refiere con lo que dijo recién?

R: Por ejemplo a que en la Galilea, si un árabe compra una parcela de tierra, le cuesta 50.000 shekel y si un judío quiere comprar en Carmiel, debe pagar un millón. ¿Por qué? Hay serios problemas que llevará años sanar. ¿A ti te parece que yo puedo ir a vivir a la localidad árabe de Tira y vivir tranquilamente como judío? Pues los árabes pueden instalarse donde quieran en localidades judías. Se ha perdido en forma extrema el camino nacional, se han olvidado qué es un Estado judío.

P: Que yo sepa, hay sectores de la población que apoyan el planteamiento que usted está haciendo, que ni siquiera hacen servicio militar.

R: Es cierto. Y estoy muy en contra. Yo considero que todos los ciudadanos deben servir al país, no todos necesariamente en servicio militar, puede ser servicio nacional en sus respectivas comunidades, un año voluntario. Que los árabes lo hagan en los bomberos de Taybe y en una clínica en Umm el-Fahem y los haredim, ultraortodoxos, en una clínica en el barrio Gueúla de Jerusalem, no hay problema.

 

P: ¿Cómo se siente ahora, como ciudadano, medio año después de estallar esta gran discusión en torno al plan de reforma y de comenzar la protesta? La sensación de muchos es de desgarre nacional.

R: Yo soy optimista porque creo que esta herida debía abrirse. Si uno tiene una herida puede estar rengueando hasta que le sacan la pus. Y cuando se lo hace, duele. Pero se llega a una etapa en la que no hay más remedio que tratarlo, que limpiar la herida. Estoy seguro que lo lograremos. Habrá altibajos. Claro que aún puede pasar que haya violencia, que la situación se torne más extrema.

P: ¿Habrá diálogo?

R: Yo considero que en la oposición nadie quiere dar a este gobierno ningún logro. Políticamente puedo entenderlos, pero no entiendo que esa sea su actitud si realmente se preocupan por el país.

Tengo muchas críticas sobre la forma en que se presentó el plan de reforma. No lo veía así en su momento, pero ahora así. Deberían haberlo hecho de otra forma. Ahora no hay chance que la oposición acepte nada.

P: Y con su trayectoria, me imagino que le molesta en especial que se haya involucrado a Tzahal en todo esto.

R: Eso es una locura, muy peligroso. Y creo que es un error que no se está adoptando una postura firme ante los que están planteando este tema de no presentarse. Muchos de los que firmaron, se presentan como reservistas pero ya no lo son, ya están retirados. Lo usan para causar efecto. Quien lanza estas advertencias que no se presentará. debe ser sacado de inmediato del servicio de reserva y debe ser objeto de sanciones, sea reducción de su rango, retirada de su jubilación del ejército, hay distintas opciones. Y creo que el ejército debería exigir a la fiscalía del Estado y la Policía investigar quién está detrás de estos llamados contra el servicio. Creo que el Comandante en Jefe del ejército, el Teniente General Herzi Halevi, aunque es un oficial sobresaliente, se está equivocando en esto. La actitud de tratar de aguantarse, de casi aceptar lo que pasa, es un error que no hará menos que potenciar el fenómeno.

Nadie tiene la obligación de estar, pero si está y se niega, que se vaya y pague el precio.A quienes rehusan servir, hay que condenarlos, mostrar que son una mancha moral para Tzahal, no darles respeto.

P: Usted está molesto y muy preocupado.

R: Por supuesto. El sistema en el país está controlado por progresistas,no por conservadores.  Quieren que este sea un país “de todos sus ciudadanos”, convertirlo en un país como todos los demás. Pero hay razones por las que se creó un estado judío , el único en el mundo.

La tradición judía y el etos judío siempre han estado contra dictaduras. También los reyes de la Biblia estaban bajo control, los profetas los observaban y limitaban. Nadie quiere ahora otra cosa.

P: Veremos Gabi. Muchas gracis.

R: A ti.

Ana Jerozolimski
(20 Julio 2023 , 05:46)

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