El sábado por la noche, en la manifestación central de protesta en la calle Kaplan de Tel Aviv, había, como siempre, una combinación de jóvenes y adultos, familias enteras con niños, gente de avanzada edad, laicos y religiosos, ashkenazíes y sefaradíes, sabras nacidos en Israel e inmigrantes llegados en distintas momentos de los más variados confines del mundo, laicos, tradicionalistas y también religiosos con kipá , todos con banderas de Israel. La mayor parte de la gente se viste común y corriente pero no pocos llevan distintas remeras con consignas de la protesta contra el plan de reforma judicial del gobiernos y otros aspectos de su política. Y había una con un mensaje especialmente fuerte: “los combatientes de Kipur 73, luchan por la democracia”.
Otra vez luchan, pero esta vez, contra lo que nos dicen es “no un enemigo de afuera sino un peligro de adentro”. Hace 50 años en aquella guerra cruenta y traumática para Israel cayeron mas de 2.600 soldados y muchos más resultaron heridos. Y allí, en medio del tumulto de Kaplan, estaban nuevamente, luchando. Esta vez, sin armas, pero convencidos de que la batalla es clave para el futuro de Israel.
Con las banderas de Israel, entre serios y sonrientes, decididos y firmes…subidos a un tanque de espuma plast, simbólico por cierto.
“Un grupo de amigos ubicó un tanque en los altos del Golán, que por supuesto no viaja ni dispara. Intentaron llevárselo pero la Policía los frenó”, nos cuenta Ofer Piram, hoy de 71 años, quien cuando estalló la guerra ya había terminado el curso de oficiales.
“Apenas se publicó el tema, el grupo fue creciendo desde distintas partes del país, todos veteranos del 73. Y hoy nos conocemos todos. Y de aquí salieron las baterías para la protesta. Aquel tanque nos lo frenaron pero entonces se creó otro simbólico, que sí se mueve. Está construido sobre un tractor al que se agregó algo que reproduce la parte superior de un tanque”.
Junto al tanque están Shalom Korem y Eyal Yofe, que hace 50 años estuvieron en el mismo tanque. Eyal resultó herido y ambos perdieron compañeros.
Así explica Shalom Korem su participación en la protesta, y lo puede hacer en español, ya que años atrás fue diplomático israelí que sirvió en Sudamérica.
Recalca que la política del gobierno, que apunta a debilitar a la Suprema Corte de Justicia- lo cual es desmentido por la coalición – es peligrosa “porque no se puede renunciar a la protección de esa instancia, que protege los derechos de los ciudadanos”.
Eyal, su amigo y compañero de armas de entonces, hoy compañero de protesta, agrega: “Nuestro mensaje a los líderes, al gobierno, a los ministros y diputados que lideran la revolución que apunta a cambiar el régimen en Israel, es que nosotros, los combatientes de Iom Kipur del 73, recordamos bien, porque lo vivimos en carne propia, los errores cometidos en aquel momento, al borde de perder nuestro hogar nacional”, sostiene. “Y por eso no permitiremos que el gobierno continúe con una política que amenaza nuestra existencia hoy en el 2023”.
Eyal está convencido de que “vamos a detener este proceso y llamamos al gobierno a sentarse a hablar y a escuchar al pueblo, comprender que se necesita otra cosa y ver qué es lo que el pueblo acepta y qué no”. Aclara que “estamos a favor de ciertos cambios en el sistema judicial, queremos tener una Constitución y aceptamos otros cambios pero todo tiene que ser bien explicado y no promovido de forma destructiva”. Recalca que “este país fue construido durante 75 años por nuestros padres y luego por nosotros, muchos han luchado por Israel y han caído en el campo de batalla, hemos perdido compañeros y no podemos dejar de luchar , esta vez contra un problema interno, no contra un enemigo de afuera”. Se detiene un segundo y recalca: “Nuestro mensaje es claro: no nos detendremos . No nos lo podemos permitir”.
En esta protesta hay veteranos de muy diversas unidades del ejército israelí, ex soldados que combatieron en Sinaí y/ o en el frente de los Altos del Golán, algunos de los cuales resultaron heridos y perdieron compañeros caídos a su lado. Se dice seguros de que la causa por la que luchan hoy, convencidos de que el gobierno se equivoca , es no menos importante que la de hace 50 años, cuando se luchó por la supervencia física de Israel.
“El pueblo de Israel se opone a los pasos que da el gobierno que está en el poder con los que intenta cambiar el carácter del Estado, promulgando rápidamente leyes polémicas, sin tomar en cuenta las opiniones de la gente”, acusa Ofer Piram.
Preguntamos si considera que la protesta del grupo de ex combatientes en la guerra de Iom kipur tiene un valor especial, por tratarse precisamente de quienes lucharon en un enfrentamiento tan duro. No tiene dudas al respecto. “Nuestra lucha, como veteranos de la guerra de Iom Kipur, tiene un valor agregado muy importante. En la historia del pueblo de Israel, aquella guerra de hace 50 años es percibida como un gran fracaso, que el ministro de Defensa presentó como “la caída del Tercer Templo”. Realmente fue una guerra sumamente dura que finalmente fue ganada por los combatientes en el terreno y por los oficiales y comandantes de bajo rango. Nosotros, los que estamos aquí hoy protestando, eramos jóvenes soldados en aquel momento, muchos en curso de oficiales , y no pocos avanzaron con los años en el escalafón de rangos y algunos también llegaron a ser figuras líderes en la conducción del ejército. Hace 50 años, lo logramos porque no nos rendimos ante la carga que teníamos sobre nuestros hombros, y por eso ahora queremos dar el ejemplo a la generación de nuestros hijos y nietos…y sé que vamos compartiendo esta preocupación con todo el país. Así que hoy, al frente de la protesta, hay también israelíes de más de 70 años”.
Y su meta es clara: “ Queremos que Israel siga siendo un Estado democrático basado en los principios de la Declaración de Independencia”.
