Eduardo Kohn

Eduardo Kohn

Dr. en Diplomacia, egresado de Facultad de Derecho de UDELAR. Director de B'nai B'rith para América Latina.

Columna de opinión

La multiplicación y banalización del 7 de octubre

El lunes de esta semana desbordó  el vaso de la multiplicación de agresiones contra el Estado de Israel, su pueblo y el pueblo judío todo. Uno de los detonantes fue la resolución 2728 del Consejo de Seguridad, tan inútil como siempre, más inservible que nunca, vinculante para nadie desde el punto de vista del Derecho Internacional, pero con un aditivo que pareció afrodisíaco para muchos gobiernos, líderes políticos, medios de difusión. 


La 2728 pidió el cese del fuego en Gaza y la inmediata liberación de los secuestrados por Hamas. O sea, se mintieron a sí mismos, porque ese mismo día Hamas hizo tres cosas: lanzó 12 cohetes a ciudades israelíes e hizo sonar las alarmas en Sderot y Ashdod y funcionar la cúpula de hierro; disparó cohetes desde la maternidad del seudo hospital Al Shifa y nadie ni en el Consejo de Seguridad ni en ningún lado se dio por enterado; y para cerrar su día, Hamas agradeció a la ONU por exigir el alto al fuego. El Consejo de Seguridad tuvo un logro histórico sin antecedentes: un grupo terrorista lo felicitó por intentar conminar al agredido que no se defienda contra el agresor y además, Hamas,por lógica, ni se molestó en mencionar la parte de la resolución o como se quiera llamar, que exige la liberación de los secuestrados.


Pero hubo un detalle diferente y no habitual el lunes en Nueva York: Estados Unidos se abstuvo. Su Embajadora en la ONU señaló como motivo central de ese voto que resulta inaceptable que después de casi 6 meses de la masacre cometida por Hamas, el Consejo no los haya ni mencionado por su nombre. Las autoridades de Israel se sintieron agredidas por esa abstención. En este contexto de agresión que Israel viene sufriendo hace casi medio año, más una ola de virulento antisemitismo en todo el mundo, es entendible el enojo, pero ni es práctico ni necesario ventilarlo en público porque así cada cual que viene empujando el antisemitismo y apoyando el acoso de Israel pudo regodearse diciendo las soecidades que se les ocurriera, empezando por mencionar sólo el presunto alto al fuego e ignorar el texto sobre los secuestrados.


El premio a la mala voluntad, la ineptitud  para ejercer su cargo, y el desbordado discurso de provocación e incitación, lo obtuvo ampliamente el todavía secretario general de la ONU, ex presidente de Portugal, Antonio Guterres. Lo primero que dijo fue que se debía cumplir de inmediato la resolución 2728, porque no hacerlo sería “imperdonable”. Dijo que los secuestrados deben ser liberados y se debe obtener un cese del fuego que conduzca a una paz duradera y la coexistencia de dos Estados. El problema no es si Guterres sueña o miente o las dos cosas, porque el mundo no pasa por sus declaraciones. Pero su investidura sí hace mucho daño cuando dice cosas que ni existen ni van a existir. Hamas no acepta la devolución de los secuestrados, no acepta cesar el fuego [aunque diga que le place la resolución 2728] y mucho menos la existencia misma de Israel y del pueblo judío. Entonces, Sr. Guterres, la 2728 es papel picado porque el drama de los palestinos es Hamas. Y agregar que el problema de la ayuda humanitaria a Gaza es culpa de Israel hace más horrendas las palabras del secretario general. ¿Por qué? Porque no para de mentir. Israel está trabajando con el programa de alimentación mundial de la ONU para que los camiones no sean demorados y robados por UNWRA con apoyo de Hamas y no encuentren, además de esa desgracia que cometen los terroristas, la lentitud e indiferencia de la vergonzosa Cruz Roja. ¿Guterres no sabe lo que sucede con lo que recién hemos dicho? Sí, pero sin inmutarse apoya a los cómplices de Hamas, o sea, UNWRA, no le importa que Israel trabaje con un grupo decente de trabajadores de la ONU y sigue acusando a Israel en lugar de admitir su propio fracaso. Pero hay más inmoralidad.


Antes del lunes de esta semana, Guterres fue a pasear a Egipto y Jordania. En este reinado visitó un campo de refugiados controlado y manejado por UNWRA. Allí Guterres declaró que UNWRA es ejemplar. ¿Un campo de refugiados en Jordania en 2024? Eso debía llamarle un poco la atención, pero ahí hizo sólo silencio, y sólo dio ese respaldo enfermizo a una agencia que participó activamente en la matanza de judíos más grande después del Holocausto.


El sábado pasado, en Egipto, el secretario general dijo que “es inaceptable que Israel esté sometiendo al pueblo palestino a un castigo colectivo”. Otra mentira más, otra incitación al odio. Israel no está castigando a los palestinos, les da ayuda humanitaria aunque agencias de ONU y Hamas tratan de impedirlo. Israel sí está intentando terminar con una organización terrorista que está dispuesta a exterminar a Israel, una organización que usa impunemente a los palestinos como escudos, una organización que también sabe cuánto apoyo tiene en esa población palestina que le ha abierto sus hospitales para convertirlos en centros de guerra, que ha alojado y torturado secuestrados israelíes.


En suma, el lunes de esta semana no pasó nada que no se hubiera esperado. Era obvio que el Consejo de Seguridad iba a tratar de mostrar su rostro más desagradable sin importarle que lo que hiciera tiene valor cero. Era obvio que las negociaciones sobre liberación de secuestrados se iban a complicar porque el Consejo le dio fuerzas a un grupo terrorista. Difícil imaginar al Estado Islámico agradeciendo al Consejo de Seguridad, pero la historia marcará que en el período de descomposición de organismos de la ONU, ésta recibió un abrazo de asesinos el mismo día que Rusia mostraba públicamente cómo había torturado cortando trozos de sus cuerpos, a dos de los criminales que habían cometido una brutal matanza en Moscú el fin de semana en nombre de ISIS. Pero, para Rusia, Hamas no es terrorista. Estados Unidos se abstuvo y los gobernantes israelíes no lo han asimilado. Los años electorales provocan acciones poco explicables muchas veces. Lo real y que se puede ver es que la situación en el terreno sigue igual o peor. Después del pronunciamiento inútil del Consejo de Seguridad, Hamas se retiró de Qatar diciendo públicamente que no hay negociaciones si no existe cese del fuego definitivo, Hizbollah sigue bombardeando Israel diariamente con impunidad mundial, e Israel continúa su defensa y buscando a los secuestrados. ¿Qué cambió? Que se ve como hay varios países encantados con Hamas y una pléyade de hipócritas banalizando el 7 de octubre. La realidad es siempre peor que las fantasías inútiles que se elucubran desde Nueva York o Ginebra.
 

Eduardo Kohn
(27 de Marzo de 2024 a las 15:39)

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