Israel vivió este martes una jornada muy emocionante, al lograrse rescatar en un operativo conjunto del ejército y el Servicio de Seguridad a uno de los secuestrados que estaban en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre. Se trata de Qaid Farhan Alkadi de 53 años, padre de 11 hijos, miembro de la comunidad beduina musulmana israelí. Era uno de los seis beduinos secuestrados y es el octavo israelí rescatado con vida, el primero que logra salvarse de un túnel y volver al país.
Hay varios elementos que aún no se revelan y la sensación que dejó el portavoz del ejército al hablar al respecto es que puede haber en curso otras situaciones similares, señalando que hay que ser cauteloso “para salvaguardar la seguridad de nuestros secuestrados y de nuestros soldados”.
Pero de lo que ya se sabe, que el propio Farhan dijo a sus familiares-y cabe suponer que el ejército le aclaró de qué no puede hablar, quizás para no poner en peligro a otros- este fue un rescate singular.
A diferencia de los otros tres operativos en los que fueron salvados con vida israelíes , en este caso parecería que la información de Inteligencia que condujo a las tropas hacia el túnel en el que estaba Farhan, no estaba en poder de Israel con anticipación como para prepararse tiempo antes para el rescate. Fue al parecer durante las maniobras en la zona, en el sur de Gaza, donde operan desde hace tiempo los efectivos de la Brigada 162, que las tropas recibieron información de Inteligencia bastante precisa.
En el comunicado del portavoz militar, se dijo que los efectivos “se encontraron” con Farhan en el túnel. Las palabras no son casuales. Las tropas hallaron el túnel, bajaron cautelosamente por él sabiendo que puede haber explosivos, y en determinado momento llamaron a Farhan a viva voz.
“No podía creer cuando oí que me hablaban en hebreo”, contó luego desde el hospital, agradeciendo al ejército “porque realizaron un trabajo sagrado, todos corrieron riesgos para salvarme a mí”.
Farhan se hallaba en un complejo de túneles y estaba solo en uno de sus compartimientos cuando llegaron los soldados. Los terroristas que lo tenían cautivo lo dejaron solo ya antes, pero Farhan no logró reconstruir con claridad los tiempos. No sabía exactamente cuándo.
Contó que le dejaron comida y huyeron, y no se puede revelar por ahora por qué lo hicieron. Quizás porque oyeron el avance de las tropas hacia ellos.
Este martes, al entender que habían venido soldados a buscarlos, Farhan comenzó a avanzar hacia ellos caminando muy despacio, temiendo que haya explosivos. Respondió cuando lo llamaron y dijo “Soy yo, Farhan, no disparen”.
Luego, al recibir una llamada del Presidente del Estado Itzjak Herzog y del Primer Ministro Biniamin Netanyhau, habló del sufrimiento de no ver la luz del sol y pidió hacer todo para devolver a los demás que aún están en Gaza.
A sus hermanos contó que comió más que nada pan, pero no todos los días. También dijo que hace muchos meses, uno de los secuestrados , un hombre muy mayor,falleció a su lado por las condiciones del cautiverio. “Es un gran sufrimiento, hay que traer a todos”, exhortó.Al parecer, estuvo con otros secuestrados sólo hasta diciembre y luego estuvo solo en los túneles. A los demás beduinos secuestrados no los vio nunca y tampoco sabía de su secuestro.
Uno de sus conocidos, ex alcalde de la ciudad beduina Rahat, contó a la televisión israelí que según Farhan “lo trataron como a todos, como a los judíos, y la única excepción era que lo dejaban rezar”.
Uno de los médicos que lo atendió en el hospital Soroka contó a la emisora Galéi Tzahal que “Farhan casi no durmió de noche y me dijo que disfruta cada segundo de luz, después de tanto tiempo en la oscuridad”. Dijo que no le molesta la luz, todo lo contrario, pero de todos modos pasaría una evaluación del estado de su vista.
“Está feliz de estar de vuelta en casa y a todo momento tiene al lado a alguno de sus hijos y hermanos”.
Al volver, comenzó la alegría de los reencuentros.
Farhan es de una amplia familia de 9 hermanos y él mismo tiene 11 hijos, el menor de los cuales tenía sólo unos meses cuando él fue secuestrado. Ahora, puede comenzar de nuevo.