La oficina del Primer Ministro de Israel Biniamin Netanyahu confirmó haber recibido un comunicado de Estados Unidos sobre la inminente liberación por parte de Hamas del soldado israelí Idan Alexander que es también ciudadano norteamericano. La organización terrorista lo anunció ya antes, dándolo como acordado en contactos con Estados Unidos. Y dado que se habla de la posibilidad de ampliar el acuerdo para incluir a más secuestrados e intensificar las negociaciones al respecto, parece claro que el gran operativo militar israelí planeado para después de la visita de Trump queda postergado por lo menos por algunos días.
Se habla de la posibilidad que la liberación de Idan Alexander se concrete este martes. Hamas lo presenta como un gesto de “buena voluntad” de cara al logro de un alto el fuego, que acepta sin exigir el fin de la guerra pero como paso previo de cara a ello. Por ahora, a cambio de la introducción renovada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza y de la apertura de los pasajes fronterizos.
Los contactos entre Hamas y Estados Unidos fueron bilaterales, sin intervención de Israel, y de hecho el acuerdo alcanzado constituye el primero entre la organización terrorista y Washington. Confirma evidentemente la percepción que se tiene hoy en día en Israel de Trump- aunque no la manifiestan públicamente en el gobierno sino expertos y analistas en la opinión pública- como un Presidente que empuja hacia lo que considera sirve sus intereses puntuales. Ideologías y alianzas, no parecen ser su punto más fuerte.
Adam Bohler, ex encargado del tema de los secuestrados en la administración Trump, dijo que Estados Unidos exige también la liberación de los cuerpos sin vida de otros cuatro israelíes que también tiene ciudadanía norteamericna: los soldados Itay Chen y Omer Neutra y los civiles Judy Weinstein y su esposo Gad Haggi del kibutz Nir Oz .
Más allá de la problemática de los contactos independientes de Trump con Hamas, que no es sencilla, hay aquí consideraciones contradictorias al analizar la planeada liberación de Idan Alexander. Por un lado, cualquier secuestrado que sea liberado y vuelva a Israel, debe ser bienvenido. Es una vida que se salva . Y muy especialmente en caso de un soldado, que de no ser por este arreglo especial, quedaría para el final del todo.
Por otro, surge de inmediato la pregunta de cómo se distingue entre tales o cuales secuestrados, y si acaso quien no tiene ciudadanía norteamericana queda condenado a seguir en manos de los terroristas. El Foro de Familiares de los Secuestrados exige la liberación de todos de una vez, sin selecciones entre unos y otros aunque por supuesto celebra cualquier rehén que recupere su libertad.
Otra pregunta es si acaso el que Hamas esté dispuesto a liberar a un soldado y esté considerando quizás devolver otros cuatro cuerpos, revela su debilidad o si está recibiendo algo importante de Estados Unidos. Y esto, tal cual dijo el periodista Ohad Hemo del canal N12, experto en asuntos palestinos, puede ser el hecho mismo que esto deja en claro que Hamas ha estado en contacto directo nada menos que con Washington. Hamas también tiene claro, agregó Hemo, que la única persona que podría frenar el planeado operativo israelí que preocupa a la organización, es el Presidente Trump. En esta situación, darle un “premio” que le permita presentarse como quien logra los objetivos de Estados Unidos, le vale la pena.