Por el Equipo de Chabad.org
Destacando la fuerza espiritual y la inspiración que recibe de su legado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rindió homenaje al Rebe, Rabí Menajem Mendel Schneerson, de bendita memoria, con motivo del 31° aniversario de su fallecimiento, que se conmemora el 3 de Tamuz, este año coincidente con el domingo 29 de junio.
En una carta enviada a los emisarios de Jabad-Lubavitch y a las millones de personas que siguen inspirándose en las enseñanzas del Rebe, Trump resaltó el papel central que tuvo en el renacimiento de la vida judía tras la devastación del Holocausto. “Sus enseñanzas fueron una fuente clave de inspiración para la reforma del sistema penal, como quedó reflejado en la Ley de First Step Act ”, escribió. “Con el paso del tiempo, sus bendiciones no han hecho más que multiplicarse”.
Este fin de semana se espera que más de 50.000 personas de distintos orígenes y credos visiten el Ohel, el sitio de descanso del Rebe en Queens, Nueva York. Este lugar, que convoca tanto a ciudadanos comunes como a líderes mundiales, es considerado un espacio de introspección, plegaria y consuelo para judíos y no judíos por igual.
El propio Trump visitó el Ohel el 7 de octubre de 2024, al cumplirse un año del brutal atentado terrorista perpetrado por Hamás en Israel. “Cuando estuve en el Ohel, sentí con fuerza la inspiración del legado del Rebe”, expresó. “Y cuando Edan Alexander volvió a casa con sus padres, luego de una experiencia inimaginable como rehén de Hamás, todo el país pudo sentir el poder del Ohel y el ejemplo eterno del Rebe. Como se cita con frecuencia en el Talmud, el Rebe vivía según el principio de que quien salva una vida, salva un mundo entero.”.
Desde los ataques del 7 de octubre, cientos de familiares de rehenes secuestrados en Gaza han peregrinado al Ohel en busca de consuelo y fuerza espiritual. La familia de Edan Alexander acompañó a Trump en su visita; Edan fue liberado el pasado 12 de mayo.
El Ohel del Rebe es el sitio judío más visitado en América del Norte y, para muchos, solo comparable con el Kotel (Muro de los Lamentos) en Israel. Es habitual que personas de todas las edades y procedencias lo visiten para rezar en momentos clave de su vida: bodas, nacimientos, aniversarios, decisiones importantes, desafíos personales o profesionales. En el caso de Trump, su visita coincidió con un momento particularmente delicado, tras haber sobrevivido a dos intentos de asesinato en menos de dos meses.
Cerrando su carta, el expresidente se dirigió a los rabinos y rebetzin de Jabad en todo el mundo, reafirmando su compromiso con los valores que el Rebe impulsó: “Con fuerza, determinación y mucha oración, me comprometo a restaurar la paz, especialmente en Medio Oriente, y a combatir el antisemitismo en todas sus formas. Al hacerlo, honraremos la grandeza de su legado y abriremos paso a una nueva era de luz para el mundo entero. Ese, creo yo, es el legado del Rebe."
La carta del presidente
Queridos rabinos de Jabad-Lubavitch,
Melania y yo nos sentimos honrados de enviar nuestros saludos con motivo del yahrtzeit del Rebe de Lubavitch, Rabino Menachem Mendel Schneerson, de justa memoria, a los shlujim de Jabad y a los millones de personas inspiradas por él en nuestro país y alrededor del mundo.
Como afirmé en mi Proclamación del Día de la Educación y el Intercambio en EE. UU., el Rebe fue uno de los líderes religiosos más dinámicos e influyentes de la historia moderna, contribuyendo al renacimiento de la fe judía en los oscuros días posteriores al Holocausto. Entre sus muchos logros, recibió la Medalla de Oro del Congreso en reconocimiento a su enorme impacto en nuestro país.
Con el paso del tiempo, sus numerosas bendiciones no han hecho más que aumentar. Sus enseñanzas fueron una inspiración fundamental para la reforma de la justicia penal, como se ve en la Ley del Primer Paso, y los rabinos y rebetzin de Jabad-Lubavitch dirigen numerosas instituciones —ya sean religiosas, educativas o sociales— que tienen un tremendo impacto en la vida espiritual estadounidense.
Cuando visité el Ohel en el aniversario de los terribles atentados del 7 de octubre, el legado del Rebe me dio fuerza e inspiración. Cuando Edan Alexander regresó con sus queridos padres a principios de este año, tras una experiencia inimaginable a manos de Hamás, todo el país sintió el poder del Ohel y el ejemplo perdurable del Rebe. Como se cita con frecuencia en el Talmud, el Rebe vivió según el principio de que al salvar una vida, se salva el mundo entero.
Con gran fuerza, determinación inquebrantable y mucha oración, me comprometo a restaurar la paz en todo el mundo, especialmente en Oriente Medio, como presenciamos la semana pasada, y a erradicar el odio antisemita dondequiera que se manifieste. Al hacerlo, restauraremos la grandeza de nuestro país y marcaremos el comienzo de una nueva Era Dorada para el mundo entero. Ese, creo yo, es el legado del Rebe.
Atentamente,
Donald J. Trump