“Ninguna facción disparó”, dijo el jefe de Hamas al representante de la ONU.
Un día después del lanzamiento de un cohete desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí, que impactó en el edificio de una yeshiva-una institución de estudios religiosos judaicos- en la ciudad de Sderot, el jefe de Hamas Ismail Haniyeh aseguró al representante de las Naciones Unidas Mikhail Mladenov que “ninguna facción palestina de Gaza disparó”.
Cabe recordar que hace unos meses, cuando fue disparado un misil hacia la localidad de Mishmeret, lo cual -por la distancia-requería un esfuerzo distinto del disparo de un mortero a la zona adyacente a Gaza, Hamas dijo que había sido "un error".
“No tenemos interés en el desmoronamiento del arreglo”, dijo Haniyeh al diplomático . Lo que no dijo fue que Hamas busca tirar de la cuerda lo más posible para presionar a Israel sin arriesgar definitivamente el “arreglo” en cuyo marco Israel autoriza que entren mensualmente 30 millones de dólares pagados por Qatar a Gaza. Supuestamente, es para pagar los sueldos de los funcionarios y se trata de un interés israelí, que la situación económica en Gaza no se deteriore más aún, lo cual resultaría contraproducente para Israel. Pero en la práctica, Hamas continúa dedicando sus recursos a su infraestructura armada, no a la población.
Lo que Haniyeh tampoco logró explicar a Mladenov, fue cómo estallaron también este viernes 7 incendios provocados por globos lanzados desde Gaza hacia territorio israelí. Los días anteriores fueron más todavía.
Es más: los palestinos han hallado la forma de aumentar la efectividad de los globos, enviando con ellos un dispositivo empapado de líquido explosivo, cuyas gotas caen en el terreno durante el vuelo, con lo cual cada punto se convierte en un foco de incendio. Encargados de seguridad en la zona descubrieron el nuevo sistema al percatarse de que en varios de los escenarios de incendio, no había restos de globos.
De fondo está la evidente pérdida de la capacidad de disuasión de parte israelí. Hamas tiene claro que el gobierno de Netanyahu no tiene interés en una nueva escalada y no lo toma como señal de responsabilidad sino de debilidad, aprovechando también la cercanía de las elecciones para provocar a Israel hasta el punto en que estima que se lo puede permitir.
El fenómeno de la dualidad en las declaraciones de numerosas figuras palestinas-moderadas en inglés, extremistas en árabe- no es nuevo. El otrora jefe de la OLP Yasser Arafat se destacaba en esa destreza. Y también hoy en la Autoridad Palestina hay varios ejemplos. Uno de los más recientes fue el Presidente de la Asociación Palestina de Fútbol Jibril Rajub. En una exhibición en París declaró que los deportes son “un puente de amor y conexión con la comunidad internacional” , aunque ha dicho repetidamente que cualquier tipo de actividad deportiva con los israelíes es un “crimen contra la humanidad” . “Sacaré de la lista de la Asociación Palestina de Fútbol a quien participe en actividades deportivas conjuntas con los israelíesea, sea un jugador, entrenador, DT, referís o, Dios no permita, un equipo”.
Unos hablan en dos idiomas y dicen cosas distintas, y otros-léase Ismail Haniyeh- se permite asegurar que “ninguna facción disparó”.
Se ve que los cohetes y globos vuelan solos desde Gaza a Israel.