La médica que la revisó no logró confirmar señales de abuso sexual.
Cada vez parece más claro que la presentación por parte de la policía de una acusación formal de violación en el caso de la niña de 7 años de una localidad en la zona de Biniamin, fue apresurada, y que había demasiadas interrogantes a las que tampoco ahora se puede responder.
El sospechoso al que se acusó, un palestino de 46 años, detenido hace casi dos meses, desmiente categóricamente haber cometido el crimen, y su abogado Darwish Nashef sostiene que en base a todos los hallazgos de la investigación que leyó en el expediente, ni siquiera se puede afirmar categóricamente que hubo aquí una violación. “No hay dudas de que la niña no fue violada. Aquí todo está por darse vuelta”, recalcó.
El misterio crece a medida que transcurren los días. El desorden o negligencia que parecen haber caracterizado el tratamiento del caso, quedan confirmados ante todo por el hecho que el propio Procurador del Estado Shai Nitzan decidió involucrarse personalmente en él, llevando a cabo consultas a alto nivel con el General Gadi Siso, Jefe de la División de Investigaciones de la Policía y el General Sharon Afek, Procurador General de las Fuerzas de Defensa de Israe. Se anunció que hay que “completar la investigación” y que ello estará a cargo de la Unidad Central de la policía en el distrito de Judea y Samaria. En la práctica eso equivale a reabrir la investigación, algo poco común después de la presentación formal de los cargos.
Según el portal noticioso israelí Ynet, en la nueva investigación se estudiará nuevos elementos relevantes, pero también la falla interna, el hecho que un tema tan delicado quedó en manos de la estación de policía de Modiin Ilit, donde fue presentada la denuncia, en lugar de ser trasladada a una unidad central con recursos apropiados para ello. Ahora, todo pasa a la responsabilidad de la así llamada "Unidad Central" encargada de los crímenes más serios.
Por otro lado, el actual diputado Igal Segalovich, ex alto oficial en las Investigaciones de la Policía, no abrazó la interpretación de Ynet y señaló que una investigación en manos de una estación pequeña, no necesariamente es una falla sino que a veces puede ser una ventaja, ya que en general permite una relación más cercana con los habitantes de la localidad en la que sirve.
Respecto a la decisión de pasar la investigación a la "Unidad Central", Segalovich recalcó que hay que verlo como una "muy buena señal, de un sistema que no se atrinchera en sus posturas y sabe abrirse a rever las cosas, si entiende que algo funcionó mal".
- Uno de los puntos claves se refiere al examen médico realizado a la niña, complicado de entrada por el hecho que no fue inmediatamente después de la supuesta violación sino varios días después. Además, no lo llevó a cabo un médico especializado en ello sino la médica de cabecera de la familia, en la clínica comunitaria. De acuerdo a ello, no está claro siquiera que la niña haya sido violada. La médica no podía examinar más que señales externas que pueden quedar tras un ataque como el descripto en los medios en los últimos días, pero en su testimonio ante la policía señaló que no logró identificar señales de ese tipo. Esto lo informó la cronista policial de Kan, la radio pública israeí, Carmel Dangor y lo confirmó el abogado del acusado, en base a lo leído en el expediente. “Hay señales exteriores en situaciones así, que todo médico puede identificar”, comentó el abogado. “Esto aquí no ocurrió, la médica no identificó nada. Aquí no hubo violación”.
- Según la investigadora infantil encargada de recabar el testimonio de la niña (que cabe recalcar no es policía, sino una experta asistente social) , no está claro si su identificación del acusado fue auténtica o influenciada quizás por conversaciones que hubo en el marco familiar. El abogado Darwish Nashef declaró a KAN que “la identificación no fue espontánea”, pero no alcanzó a aclarar a qué se refería.
- El acusado de violación, que trabajaba en la escuela de la niña, volvió al trabajo después del supuesto crimen y fue detenido allí a comienzos de mayo. Es difícil concebir que después de violar a una niña de la escuela, vuelva al mismo lugar.
- El lugar del supuesto crimen, un tema sobre el que ya se informó días atrás. Originalmente el acta de acusación decía que la violación había sido en la aldea del sospechoso , lo cual de todos modos resulta improbable ya que para llegar allí en su coche, debía pasar un puesto de control del ejército, que cabe suponer habría detectado algo extraño al ver una niña religiosa judía en el coche con un palestino. De todos modos, dado que un judío que lo conocía pudo confirmar su coartada según la cual no estaba allí, la policía corrigió la acusación escribiendo que la violación había sido en la zona de la escuela, en la localidad de la niña. Allí se pasó a la discusión sobre si acaso es lógico que el individuo la arrastre cierta distancia hasta el lugar mientras ella llora y grita, sin que nadie se percate de ello.
Por otro lado, según los medios israelíes, la niña describió una casa-cuya ubicación no podía dar- que parece corresponder perfectamente con la casa en la que el detenido trabajó en reformas, a la que el israelí que lo había empleado y habló en su favor, llevó a la policía.
El abogado del acusado dijo que no es lógico que si un individuo es pedófilo y ataca niños, organice de antemano que dos personas más lo ayuden, sabiendo que pueden luego delatarlo. Cabe recordar que según la acusación, dos hombre esperaban en la casa en la que supuestamente fue la violación, y sostenían a la niña de pies y manos para que no pudiera resistirse.
Lo urgente es saber si una persona inocente está presa y si la niña fue o no violada.
Si no lo fue, qué le ocurrió. Parece claro que algo sí le sucedió y que fue a partir de ello que surgió todo. Cómo se llegó a una acusación como la presentada días atrás.
Y en base a qué realmente se detuvo al acusado.
Por qué la investigación policial fue aparentemente tan desordenada.
Son preguntas a las que resulta clave poder responder.