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Harari: leer los tres tomos fue un largo viaje cuenta Dinorah Margunato

Tengo 49 años y soy estudiante eterna. Trabajo como Coordinadora académica adjunta de Marketing en la Universidad ORT. Amo la docencia, la investigación, pasar tiempo con mi familia y aprender cosas nuevas. Leer es un vicio, leo hasta los carteles de la calle y los prospectos de los medicamentos.

¿Cuáles son los 2 últimos libros que leíste y te gustaron?

La muerte del comendador, de Murakami (soy muy fan) y  Quién no, de Claudia Piñeyro (un descubrimiento)

¿Cuál es tu tipo de género preferido? ¿Seguis recomendaciones de publicaciones a la hora de elegir libros o de amigos?

Amo la ficción. Toda mi vida leí cuentos y novelas, y lo sigo haciendo. Sigo recomendaciones y también mucho la intuición. Durante muchos años tuve como recomendador al dueño de la librería donde compraba. Lamentablemente falleció, pero sigo yendo a su librería (Libros de la Arena) a tentarme con lo que encuentro. Intercambio recomendaciones con amigos,  en especial mi amiga Elizabeth Gotelf, una narradora argentina increíble a la que adoro, y también presto mucha atención a recomendaciones de publicaciones, desde El País Cultural y la diaria, hasta referentes de Twitter a los que sigo. 

¿Cuál es ese libro o esos que te impactaron en la vida?

Los ojos del hermano eterno de Stefan Zweig. Era el libro favorito de mi padre y me impactó mucho cuando lo leí en mi adolescencia, porque me hizo entender que no hay forma de protegerse de todos los riesgos, que la vida es justamente eso, arriesgar y buscar formas de servir al prójimo. Más recientemente, la trilogía de Y. N. Harari. Tuve la suerte de empezar por Sapiens, de animales a dioses (me lo prestó un colega), y recuerdo que cuando leí la primera página tuve que cerrarlo y tomarme un rato para digerir esos pocos renglones donde definía la química, física, biología e historia. Quedé tan impactada que me temblaron las manos. Leer los tres tomos fue un largo viaje, tuve que ir de a poco para poder reflexionar sobre cada cosa que leía. Lo enloquecí a mi marido, cada noche le leía algún párrafo porque no podía contener la emoción. Pocos autores me generan algo así, y menos en ensayos. Ahora como estoy estudiando psicología social estoy leyendo mucho material académico, y me sorprendo en el encuentro con muchos autores judíos, desde Freud a Melanie Klein, Jacobo Levy-Moreno, Kurt lewin, etc.

¿Has leído libros que tienen que ver con temática judía? Podes nombrar alguno o algunos preferidos y por qué los elegis?

Soy una enamorada de Isaac Bashevis Singer, he leído varios de sus libros y todos son increíbles. Cada tanto vuelvo a leerlo (en este momento estoy leyendo El esclavo). Sus recuerdos de la casa de su padre en la calle Krochmalna me conmueven profundamente. Tiene un libro de cuentos para niños que pocos conocen y es una delicia. Cuando mis hijos eran chicos lo conseguí en la biblioteca de la Escuela Integral y ellos  me pedían volver a leerles los mismos cuentos todas las noches. Nos reíamos los tres a carcajadas con un cuento de un profesor despistado. Increíblemente, era más despistado que yo - que ya es decir - y eso les divertía mucho. Hace unos años descubrí al hermano, Israel Yeoshúa Singer, menos famoso pero igual de excelente, y por supuesto, también me zambullí en su lectura. Un hallazgo fabuloso. Otro que me conmueve es Albert Cohen. Sus esforzados de Cefalonia me parecen absolutamente entrañables. En su momento me leí los cuatro libros de la saga de un tirón.

Contanos lo que publicaste sobre tu limpieza de libros en facebook

Recientemente hice una limpieza de la biblioteca (soy acumuladora de libros, y algunos hasta los tengo duplicados) y junté una caja de libros para regalar. Entre ellos había algunos que todavía quedaban de la infancia de mis hijos, hoy ya estudiantes universitarios. Durante mucho tiempo tuve la caja al lado de mi escritorio. Me cuesta tanto soltar los libros que no sabía qué hacer, quería que los tuviera alguien que los fuera a valorar. Hace unos días probé una plataforma que se llama Tuyo.uy donde uno pone lo que tiene para regalar y las personas interesadas se "postulan" para recibirlo. Una joven madre me dijo que los quería para hacerle la biblioteca a su hija. Vino a buscarlos con la niña, de 7 años.

Vivimos un momento increíble, no sé cómo describir la carita de alegría de la niña cuando iba sacando los libros de la caja. Los acariciaba como si hubiera encontrado un tesoro. Eran muchos, pesaban muchos kilos, pero ellas no quisieron despreciar ninguno y se las ingeniaron para llevarlos en varias bolsos y una mochila. Hace un par de días esa mamá me escribió por Whatsapp para mandarme la foto de la biblioteca tal como les quedó pronta en su casa. Me dijo que los habían "paseado" por varios lugares de la casa hasta encontrar uno adecuado donde no se fueran a estropear, y volvió a agradecerme el regalo. Se me puso la piel de gallina. Definitivamente el regalo lo recibí yo: conocerlas a ellas, ver cómo esa madre está educando a su hija, el esfuerzo que hicieron para conseguir los libros (vinieron en ómnibus desde muy lejos) fue una enseñanza para mí. Ellas no lo saben, pero hicieron una mitzvah conmigo. Los libros contienen historias, pero a su vez crean historias a su alrededor. Eso, para mí, es magia.

Muchas gracias, Dinorah, tu anécdota me emociona muchísimo, que nuestros lectores se contagien y puedan compartir sus libros  como vos lo hiciste.  Que lindo que existan personas como vos!

 

Janet Rudman
(09 Julio 2019 , 15:29)

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