Agradecemos a DALIA Y DINA GIRSBERGIES por esta nota,por el relato y porque es fuente de inspiración.
Primeramente quisiéramos agradecer a Semanario Hebreo y este portal Semanariohebreojai por brindarnos este espacio y permitir de esa manera que más gente conozca este maravilloso proyecto “Algo por Alguien” del que somos parte junto a muchos voluntarios más.
Escribimos esta nota juntas, dos hermanas que crecimos en nuestra comunidad, educadas en un colegio judío. Ya nuestros abuelos tuvieron una alta participación en la actividad comunitaria de su época y luego nuestros padres Fanny y Ernesto trabajaron como locutores en “Voz de Sion en el Uruguay”. O sea que el vínculo profundo con la actividad comunitaria, se transmitió de generación en generación.
En cuanto a nosotras mismas… Dalia, morá de rikudim (danzas israelíes), transmitiendo a través del baile nuestra cultura , y también morá de Bat Mitzva desde hace ya muchos años. Y Dina, miembro actualmente de la comisión directiva de la NCI, habiendo siendo coordinadora de varios grupos comunitarios.
Todos estos valores con los que fuimos educadas, fueron el impulso que nos llevó a cumplir con más fervor la mitzvá de "Tikum Olam", y de esa forma intentar que el mundo sea un lugar más cálido para vivir.
Es así que en diferentes momentos, nos integramos a un grupo maravilloso, en el que la religión y las posiciones políticas son absolutamente irrelevantes: Algo por Alguien . Los voluntarios que la integran profesan distintas religiones o ninguna, pero a todos nos une el querer hacer "Algo por Alguien".
Esta organización surgió en el año 2002 cuando en plena crisis económica del país una chica con dos termos comenzó a repartir té y café caliente a personas que se encontraban en la calle.
Hoy en día nos juntamos miércoles y sábados a las 19 horas en la plaza del Entrevero, de marzo a diciembre, a entregar un plato de comida caliente, ropa y contención a más de 70 personas en situación de calle o vulnerabilidad.
Este grupo está compuesto por voluntarios que simplemente buscan mejorar aunque sea un poquito la calidad de vida de las personas. No les cambiamos su realidad pero le hacemos más llevadera su carga y por un ratito se sienten en familia.
Los voluntarios cocinan en sus casas y vienen ya con la olla pronta para servir. También hay voluntarios que traen refuerzos, galletitas, termos de café, ropa, fruta, huevos o simplemente las ganas de ayudar y escuchar al otro.
“Algo por Alguien” es como una familia. Nos alegramos con sus logros (cuando encuentran un trabajo, cuando sacan buena nota en los estudios, cuando alguno puede salir de la calle), festejamos cumpleaños, día del niño , fin de año.
Contamos hoy con unos 10 voluntarios fijos los miércoles y otro tanto los sábados. A su vez distintas personas vienen puntualmente a la plaza a dejar sus donaciones.
Nosotras integramos el grupo que va los miércoles. Pero para las fiestas especiales, día del niño y fiesta de fin de año, tanto los voluntarios de los miércoles como los de los sábados se juntan el sábado de la celebración.
Dina- Yo me sumé hace más de 7 años, al leer en el diario una nota sobre gente en situación de calle y la existencia de un grupo de gente que los ayudaba dándoles un plato caliente. Me quedaba muy cerquita de mi trabajo, así que pensé :\" ¡Qué bueno lo que hacen! Pero…¿por qué quedarme solo con la admiración? ¿Por qué no ayudar?”. Medio tímida, bajé con dos termos de té y unas galletitas. Ese día fue el primero de una ininterrumpida labor. “ Algo por Alguien” me llena el alma, siento que realmente estoy haciendo algo para lograr un mundo mejor.
Dalia- Un día Dina me comentó que estaban cortos de ollas, así que preparé una y la alcancé a la plaza. Eso fue hace ya más de 4 años. Desde ese día, no falto nunca. Siento que mis ollas son esenciales para poder llegar a alimentar a los más de 70 personas que vienen, por lo que si por motivos diferentes no puedo quedarme ese miércoles, las hago llegar de alguna manera. Mis ollas nunca faltan!!!
Dentro del grupo de voluntarios hay gente de la colectividad judía uruguaya , junto a gente de otros credos. A todos nos une el poder ayudar a otro.
Dina - Todas las tnuot, los movimientos juveniles de la colectividad , mediante sus bogrim-los miembros de la capa mayor- han pasado en algún momento por la plaza ayudando de muchas maneras. Ha habido días que trajeron ollas, otros días, cosas dulces para compartir. Han juntando alimentos no perecederos para que los voluntarios puedan hacer sus ollas, han traído ropa, juguetes.
Dalia - Algunos de los chicos de las tnuot se involucraron de tal manera que son hoy día voluntarios fijos de miércoles o sábados.
Dina- También distintas instituciones judías nos han ayudado en el correr de estos años, entre ellas “Voluntarios en red “ (donando ropa y alimentos), la NCI permitiendo hacer nuestra zumba solidaria para recaudar frazadas que se entregan en mayo para todas los amigos de la plaza y dándonos un espacio para poder contar lo que hacemos, el Yavne ha colaborado en alguna oportunidad con comida así como la Escuela Integral con ropa. También el Consejo Uruguayo de Mujeres Judías este año nos ayudo con bufandas, gorros y guantes de lana!
Dalia - La plaza es un lugar único, mágico! Desde acá los invitamos a conocernos en Facebook en nuestra página de Algo por Alguien. Ahí podrán ver las distintas maneras de colaborar. Nosotros no aceptamos dinero, pero nos es sumamente importante contar con donaciones de alimentos no perecederos para poder hacer las ollas, así como bandejas, cubiertos y vasos descartables.
En nombre de ambas: ¡ Anímense! La plaza se vive, no se pierdan la maravillosa oportunidad de poder hacer Algo por Alguien.