Tenemos el honor de compartir con nuestros lectores MiSinaí No. 17. Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros.
No. 17
Parashá: Nitzvanim
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Horario de velas de Shabat en Montevideo, viernes 27/9 18:27
Demás localidades ver en www.jabad.org.uy
UN NUEVO FLUJO DE VIDA
¿Esta vivo el universo? Los sabios consideran que late con energia espiritual. El “pulso” es el ritmo de la fuerza de vida Divina que continuamente recrea todo lo que existe. Los Sabios hablan de esto como un flujo de energía que emana de D-os, Quien está infinitamente más allá del universo. La energía espiritual le da vida a todo lo que hay: las galaxias, el sistema solar, nuestro planeta tierra, todo animal o pájaro, cada hoja y cada granito de arena, manteniendo todo en existencia.
Esta enseñanza jasídica nos ayuda a comprender el concepto de Rosh Hashaná, el Año Nuevo. La fuerza de vida no es un flujo constante inalterable; es un “pulso”. Así, en Rosh Hashaná, el aniversario de la Creación, hay una nueva explosión de fuerza vital que viene de D-os al mundo. Los Sabios nos dicen que cada año este flujo viene de un nivel de santidad aún más alto que antes. En términos espirituales, cada año nuevo es por lo tanto verdaderamente 'Nuevo'. Hay nuevas posibilidades, nuevo potencial sin explorar.
¿Cuál es el papel del judío en este proceso?
La enseñanza judía nos enseña que la existencia tiene un propósito espiritual: crear una morada para la Divinidad en nuestro mundo. Esto significa hacer que los detalles de la vida expresen y reflejen la santidad de D-os. Al pueblo judío se le ha dado la responsabilidad de tratar que esto suceda. Las enseñanzas de la Torá guían al pueblo judío, y en última instancia a toda la humanidad a vivir de manera tal que la bondad y la santidad puedan ser expresadas en sus vidas.
Rosh Hashaná es el tiempo cuando cada hombre, mujer y niño judío recuerda esta tarea. Recurrimos a D-os con sentimiento profundo y renovamos nuestra dedicación a Él. Seremos Su pueblo y él será nuestro D-os. En el nuevo mundo del Año Nuevo, trataremos de cumplir nuestra sagrada tarea; y al mismo tiempo le pedimos a D-os que nos otorgue todo lo que necesitamos a fin de hacerlo con alegría y felicidad.
“Que el nuevo flujo de vida en este Rosh Hashaná traiga paz, dulzura, luz, salud y prosperidad a todo el pueblo judío, en Israel y en todo el mundo. Y que el bienestar de la nación judía conduzca a la paz y a la alegría para toda la humanidad, cumpliendo por fin la meta de la Creación.”
CÓMO AMAR A LOS DEMÁS
[Dijo Moshé al pueblo judío:] “Vosotros estáis de pie hoy ante D-os, los líderes de sus tribus, sus ancianos, sus policías ... desde sus leñadores hasta sus aguateros.” (Devarim 29:9-10)
¿Cómo podemos unirnos realmente? Después de todo, algunos somos “líderes” mientras que otros somos “aguateros”... ¿Qué pueden tener en común judíos pertenecientes a tan amplio espectro social?
La respuesta tiene tres aspectos. En primer lugar, ¿quién establece quién se halla más arriba en la escala de logros? Las apariencias engañan, y por otra parte tendemos a sobrevalorarnos y desvalorizar a los demás. Segundo: aunque nos hayamos evaluado correctamente, el hecho de destacarse en un aspecto particular de la vida no significa que no existan otros aspectos de la vida en los que sobresalgan los demás. De una u otra forma, todos somos líderes; por lo tanto, nuestro éxito colectivo depende de la contribución única y especial de cada judío.
Tercero: la diferencia entre el Creador y una criatura humana —quienquiera sea esta— es infinita. El reconocimiento de nuestra pequeñez frente a la realidad absoluta de D-os elimina todo sentimiento de superioridad que podamos experimentar sobre otras personas.
Al considerar estas tres perspectivas resulta evidente que es posible estar juntos y unidos, no solo con sentimientos de amor entre nosotros sino con un comportamiento que atestigüe la veracidad de esos sentimientos.
Likutei Sijot, vol. 2, págs. 398-400.
Devarim (Deuteronomio): 29:9 – 30:12
En la octava sección del Deuteronomio, Moshé comienza su tercer y último discurso de despedida al pueblo judío, discurso que pronunció el día de su muerte, el 7 de Adar de 2488. Comienza el mismo pidiendo a todos que se pongan de pie (nitzavim, en hebreo) ante él para sellar el Pacto entre ellos y D-os.
EL JUICIO DE CADA DÍA
Por Yerachmiel Tilles
Un joven estudioso vino a Rabí Israel Baal Shem con una pregunta. Había descubierto una contradicción en las enseñanzas de los Sabios, y quería oír cómo el maestro jasídico lo resolvería. Por un lado, dice en el Talmud, que la parnasá (sustento) que tendrá una persona durante el año entero, se determina en Rosh Hashaná. Por otro lado, también declara que "a la persona se la juzga cada día" para su sustento. ¿No es una contradicción?
El Baal Shem Tov llevó al joven Talmudista a la ventana, y apuntó a un aguatero que pasaba, con un palo atado a su espalda y un cubo de agua enlazado a cada extremo. "Vamos a hablar con él", invitó.
"Faivel, ¿cómo estás hoy, mi amigo?", el Baal Shem Tov preguntó solícitamente. "¿Cómo está tu salud y tu parnasá?"
"Gracias a D-os estoy bien", contestó al aguatero, pero suspiró infelizmente. Se quejó sobre de lo difícil que era llevar los cubos pesados todo el día, y de que apenas ganaba dinero para sobrevivir. Además, los niños locales lo fastidiaban, y a veces se empujaban encima de sus cubos.
El Baal Shem Tov respondió con unas palabras de aliento y bendición. Él y el estudiante volvieron a la casa.
"No entiendo", dijo el joven, perplejo. "¿Qué tiene que ver lo que él dijo con mi pregunta?" El Baal Shem Tov sonrió. "Ven mañana a esta misma hora y verás".
Al otro día, estaban de pie al lado de la ventana del Baal Shem Tov, mientras esperaban al aguatero. Al verlo, salieron para hablarle de nuevo.
"Nu, Faivel, ¿cómo están hoy las cosas?", le preguntó el Baal Shem Tov.
"Gracias a D-os, no puedo quejarme", contestó alegremente el aguatero.
"Mi negocio es estable, después de todo, todos necesitamos el agua. No soy rico pero sobrevivo. Los cubos son pesados, pero gracias a D-os, tengo una espalda fuerte."
"¿Y sobre los niños que lo molestan?", el Baal Shem Tov insistió.
"¡Niños!", se rió. "¡D-os los bendiga! ¿Se supone que los niños son traviesos, ¿no?"
El aguatero siguió su camino, y el Baal Shem Tov se volvió a su visitante. "¿Ves? Él hizo lo mismo ayer y hoy y ganó idéntica cantidad de dinero, sin embargo, sus sentimientos fueron completamente diferentes. Es verdad que el ingreso de una persona durante el año entero es irrevocablemente fijado en Rosh Hashaná. Pero el cómo recibimos nuestro reparto diario difiere cada día, dependiendo del juicio diario."
¿QUÉ ES ROSH HASHANÁ?
La festividad de Rosh Hashaná, que significa “Cabeza del Año”, se celebra dos días, comenzando el 1° de Tishrei, que es el primer año del año judío. Se trata del aniversario de la creación de Adán y Eva, que fueron respectivamente el primer hombre y la primera mujer que existieron. Sus primeros actos hicieron efectivo el rol de la humanidad en el mundo de D-os.
Es así que Rosh Hashaná enfatiza la especial relación de D-os con la humanidad: el hecho de que dependemos de D-os por ser Él Aquel que nos creó y que nos sustenta. También, por el el hecho de que D-os depende de nosotros por ser nosotros los que hacemos que Su presencia se conozca y se sienta en Su mundo. Cada año, en Rosh Hashaná, “todos los habitantes del mundo pasan ante D-os como un rebaño de ovejas” y se decreta en la corte celestial “quién vivirá y quién morirá… quién se empobrecerá y quién se enriquecerá; quién caerá y quién se levantará”. Pero este es también el día en que proclamamos a D-os Rey del Universo. Los kabalistas enseñan que la continuación de la existencia del universo depende de la renovación del deseo divino del mundo, cuando aceptamos el reinado de D-os cada año en Rosh Hashaná.
El principal cumplimiento de Rosh Hashaná consiste en hacer sonar el shofar, el cuerno de carnero, que también representa el toque de la trompeta cuando un pueblo corona a su rey. El grito del shofar es también un llamado al arrepentimiento, porque Rosh Hashaná es también el aniversario del primer pecado del hombre y de su arrepentimiento por dicho pecado. Así, constituye el primero de los Diez Días de Arrepentimiento que culminan en Iom Kipur, el Día del Perdón. Otro aspecto significativo del shofar es que también permite recordar la Atadura de Isaac, que tuvo lugar en Rosh Hashaná, cuando en lugar de Isaac, un carnero fue ofrendado como ofrenda a Dios. Por eso, evocamos la disposición de Abraham a sacrificar a su hijo y rogamos que el mérito de ese acto nos asista cuando rezamos por un año de vida, salud y prosperidad. En total, escuchamos cien sonidos del shofar en el transcurso de los servicios de Rosh Hashaná.
Otras observancias de Rosh Hashaná comprenden comer un pedazo de manzana con miel, para simbolizar nuestro anhelo de un año dulce, y otros alimentos especiales que simbolizan las bendiciones del nuevo año. También, bendecirse el uno al otro con las palabras “Leshaná tová tikatev vetejatem”, “Que seas inscripto y sellado para un buen año”. Finalmente, Tashlij, una plegaria especial que se dice cerca de un cuerpo de agua (un océano, un río, una laguna, etc), evocando el versículo que dice “Y Tú arrojarás sus pecados a las profundidades del mar”. Y tal como ocurre con cada una de las principales festividades judías, después de encender las velas y de rezar, recitamos kidush y hacemos una bendición ante de comer la jalá.
MiSinaí es una publicación de Jabad Uruguay. Pereira de la luz 1130, Montevideo.
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