Comenzó la última etapa antes de decidirse si es imputado
Este miércoles 2 de octubre, tal cual estaba previsto, comenzó la audiencia especial de los abogados del Primer Ministro Biniamin Netanyahu con el equipo del asesor legal del gobierno Dr. Avihai Mandelblit, sobre los tres casos investigados por los que es sospechoso de soborno, fraude y abuso de confianza. Netanyahu desmiente categóricamente todas las sospechas. Al llegar al Ministerio de Justicia en Jerusalem, el asesor especial de su equipo legal, el abogado Ram Caspi, dijo que esperan que todos los cargos sean cancelados.
La audiencia incluye cuatro días de reuniones, que finalizarán el lunes próximo 7 de octubre, pero después, los abogados pueden enviar argumentos ampliados por escrito. La dinámica en la audiencia misma, según contaron a la radio pública israelí abogados que han vivido instancias de este tipo en el pasado, es absolutamente libre, se puede preguntar, corregir, decir y acotar lo que cada uno considere oportuno.
Los abogados del Primer Ministro sostienen que tienen nuevos elementos que demuestran la inocencia de Netanyahu. Todo puede ser presentado ante el equipo jurídico que deberá finalmente tomar la decisión respecto a cómo se procede.
Las opciones son tres:
1) Cancelar las sospechas y cerrar los expedientes.
2) Modificar las sospechas en base a las que se podría enviar a Netanyahu a juicio. Este es un punto clave en una audiencia, ya que el éxito de los abogados defensores del Primer Ministro no sería únicamente si se cancela toda intención de juicio, sino también si se lo imputa por ejemplo por abuso de confianza, y no por cohecho. La diferencia es muy importante.
3) Decidir que no hay ningún tipo de cambios, que los argumentos de los abogados no convencen a la Procuraduría de haber errado en nada, imputar a Netanyahu y mandarlo a juicio.
Se estima que la decisión al respecto será anunciada antes de fin de año.
Cabe recordar que por ley, el Primer Ministro no tiene ninguna obligación de dimitir si es enviado a juicio sino únicamente si es declarado culpable por una instancia ante la que ya no hay apelación. Por ende, por ahora la polémica no es legal sino pública y podría decirse moral, pero no jurídica.
Tanto este hecho-la no obligación del Primer Ministro de dimitir cuando es imputado- como su derecho por ley de contar con la audiencia especial antes de la decisión definitiva acerca de las sospechas en su contra, son un privilegio que se le da al jefe de gobierno, dado que su renuncia tiene implicaciones que van más allá de su persona. A diferencia de lo que ocurre con un ministro o diputado, que debe renunciar de inmediato, si el Primer Ministro tiene que dimitir, el gobierno entero cae y ello tiene incidencia clave en el país en general. Es por ello que se estudia su caso con especial atención.