Por Marcelo Wio
Fuente: Revista de Medio Oriente
La cobertura que la mayoría de los medios en español hacen el conflicto árabe-israelí, y de Israel en particular, parece un largo eco que atraviesa cada una de las crónicas de turno.
La reciente (18 de noviembre) declaración del Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, sobre los asentamientos israelíes no fue la excepción.
Así, La Vanguardia afirmaba el 19 de noviembre de 2019:
“Giro de 180 grados en la posición histórica de Estados Unidos respecto a los asentamientos israelíes en Cisjordania. Rompiendo con su posición oficial de los últimos 40 años, Washington ha dejado de considerar que la ocupación de estos territorios sea necesariamente contraria al derecho internacional...”.
Medio que además mezclaba churras con merinas cuando titulaba de la siguiente manera:
“EE.UU. deja de considerar ilegales los territorios ocupados por Israel”.
Se trataba de los asentamientos. Por lo demás, difícilmente un territorio pueda considerarse legal o ilegal; será tal o cual presencia en el mismo la que así sea considerada, en todo caso.
Por su parte, El Periódico, con una aproximación más partidista, decía:
“En contra de lo que establece la legislación internacional, los asentamientos judíos en los territorios ocupados palestinos han dejado de ser ilegales para Estados Unidos. Así lo ha anunciado este lunes su secretario de Estado, Mike Pompeo, en una decisión que rompe con la postura mantenida por Washington desde hace cuatro décadas y sirve para avalar las políticas expansionistas…
La decisión de este lunes entierra una opinión legal vigente desde 1978, cuando la Administración de Jimmy Carter concluyó que los asentamientos son “incompatibles con la ley internacional””.
Y la agencia de noticias Efe:
“El Gobierno de Estados Unidos acabó este lunes con su posición legal de que los asentamientos israelíes en territorio ocupado en Cisjordania violan la ley internacional, una postura que Washington mantenía desde hace cuatro décadas y cuyo fin promete dificultar aún más los esfuerzos de paz en la región”.
Así, según los medios, la administración Trump ponía fin a una postura de “40 años” (es decir, desde 1979) respecto de los asentamientos israelíes que los consideraba \"ilegales\".
Según la realidad… esto es falso.
Si bien la administración Carter sí consideró a los “asentamientos” en Cisjordaina como una “violación de la legalidad internacional”, la política del presidente Ronald Reagan (que asumió en enero de 1980) era que no contravenían el derecho internacional. Las posiciones de las administraciones siguientes (excepto la parte final de la presidencia de Obama) sostuvieron que los asentamientos son un obstáculo para la paz y que son ilegítimos, pero no se pronunciaron sobre su legalidad.
De hecho, el propio secretario de Estado, Mike Pompeo, lo explicaba claramente en su enunciación:
“[La] administración Trump está revirtiendo la aproximación de la administración Obama a los asentamientos israelíes”
Primer indicio de que no se está modificando una la “posición de los últimos 40 años”.
“Las declaraciones públicas de Estados Unidos sobre las actividades de asentamiento en Cisjordania han sido inconsistentes durante décadas. En 1978, la administración Carter concluyó categóricamente que el establecimiento de asentamientos civiles por parte de Israel era incompatible con el derecho internacional. Sin embargo, en 1981, el presidente Reagan no estuvo de acuerdo con esa conclusión y declaró que no creía que los asentamientos fueran inherentemente ilegales.
Las administraciones posteriores reconocieron que una actividad de asentamiento sin restricciones podía ser un obstáculo para la paz, pero reconocieron sabia y prudentemente que el hecho de centrarse en las posiciones jurídicas no fomentaba la paz. Sin embargo, en diciembre de 2016, al final de la administración anterior, el secretario [de Estado John] Kerry cambió décadas de este enfoque cuidadoso y bipartito al reafirmar públicamente la supuesta ilegalidad de los asentamientos”.
La administración Obama se abstuvo en la votación de una resolución no vinculante (básicamente, una declaración política) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidos – que parecía repetir una similar, de 1980 (también no vinculante, votada por la administración Carter, precisamente) - que consideraba a los asentamientos una “flagrante violación” del derecho internacional.
Volviendo a la declaración de Pompeo; si ésta era la noticia, ¿cómo es posible que no se prestara atención a la totalidad de esta?
O, puesto de otra manera, ¿por qué fabricaron un dato (que la “posición oficial de los últimos 40 años” era la \"ilegalidad\" de los mismos) falaz?
En el caso de El Periódico, a esta falacia, había que añadir otras ofrecidas con un lenguaje cargado de posicionamiento ideológico:
1. “En contra de lo que establece la legislación internacional, los asentamientos judíos en los territorios ocupados palestinos han dejado de ser ilegales…”
¿Qué “legislación”? De hecho, según los acuerdos vinculantes de Oslo, Israel puede construir en las zonas de Cisjordania bajo su administración. Es más, la resolución 242 de Consejo de Seguridad de la ONU, que devino vinculante una vez que las partes la aceptaron como piedra fundacional de sus acuerdos, exigía a Israel retirarse de territorios, no de los territorios; es decir, debían negociarse unas fronteras seguras.
2. De donde se sigue que no son “territorios palestinos” ocupados. Este es un léxico ideológicamente cargado que pretende concretar algo que debe hacerse a través de negociaciones entre las partes.
3. “Las políticas expansionistas israelíes” … En fin, ya sabe el lector, el estado judío es el paradigma del “colonialismo”.
Veamos qué decía el 21 de noviembre de 2016 la agencia de noticias Associated Press en una corrección, - sí, eso que los medios en español raramente hacen -:
“En una crónica del 16 de noviembre sobre la política de asentamientos de Israel, The Associated Press informó erróneamente que los Estados Unidos consideran ilegal la construcción israelí de asentamientos en Cisjordania. Mientras que Estados Unidos se opone a la construcción de asentamientos, no toma una posición en su legalidad. En su lugar dice que los asentamientos son ‘ilegítimos\', ‘corrosivos para la causa de la paz\'…”.
Finalmente, Dennis Ross, quien fuera enviado de Estados Unidos a Medio Oriente, señaló en octubre de 2015, que “desde la administración Reagan, los Estados Unidos tuvieron una política de que los asentamientos eran un asunto político, no un asunto legal”.