Fuente: https://es.israel21c.org/
Por Abigail Klein Leichman
Una vez más, el país de las empresas emergentes, da la nota con una idea tan simple como innovadora: la nueva aplicación israelí SpareEat es beneficiosa para todos porque un consumidor de alimentos recibe comida de uno de sus restaurantes favoritos en Tel Aviv a mitad de precio mientras que el negocio hace un ingreso extra y, al mismo tiempo, se ayuda a preservar el planeta, evitando que productos en perfecto estado terminen en la basura.
“Vi una publicación sobre SpareEat en Facebook en la que se promocionaba una app para ahorrar comida en Israel. La descargué y la usé dos veces seguidas durante una semana. Fue sencillo y muy útil”, contó Itzhak Molcho, un residente de Tel Aviv de 31 años. Y añadió: «Sientes que eres parte de algo más grande. Te da una conciencia mayor sobre el problema de tirar la comida”.
Justamente fue este problema el que motivó a Elie Fischer y su prima, Laetitia Jessner, a lanzar SpareEat en agosto pasado. Mientras trabajaban en la industria hotelera en Francia e Israel, ambos se sentían molestos al ver la cantidad de comida que sobraba todos los días en hoteles y restaurantes.
Su investigación de mercado les permitió encontrar algunas aplicaciones en Europa que les permiten a las personas comprar alimentos no vendidos en establecimientos locales. Con sus propios fondos, crearon SpareEat para Israel con el objetivo de simplificar la transacción, tanto para las empresas como para los clientes.
La app se lanzó para iOS y Android en agosto con 16 restaurantes, hoteles, panaderías, supermercados y cafeterías de Tel Aviv. El 1 de septiembre, unas 2.000 personas ya habían descargado la aplicación. Hoy ya hay negocios adicionales en proceso de integrarse a la lista.
“Desde el punto de vista empresarial, se trata de reducir el desperdicio de alimentos, aumentar los ingresos, atraer nuevos clientes y brindar una imagen fresca y ecológica a la marca. Del lado del cliente, la idea es reducir el desperdicio de alimentos y, al mismo tiempo, comprar productos frescos y buenos a un precio muy reducido», explicó Fischer a ISRAEL21c.
Las empresas participantes venden cajas predefinidas que contienen porciones individuales de artículos que no se han vendido pero que son frescos.
Por ejemplo, el restaurante vietnamita del que Molcho obtuvo su comida ofrece una caja que contiene arrolladitos primavera y ensalada bo bun, o el especial del día más ensalada. Un supermercado, por ejemplo, puede ofrecer una ensalada de atún, una variedad de pasteles y fruta fresca.
El panel de control de la aplicación le permite a la empresa verificar y confirmar pedidos y horarios de recogida, ajustar el contenido de los envíos – si es necesario- y realizar un seguimiento de las estadísticas de ventas. SpareEat gana una comisión del negocio por cada transacción.
Para los clientes, la aplicación gratuita utiliza geolocalización para mostrar las empresas participantes cercanas. El valor minorista mínimo de cada caja se muestra junto con el precio a pagar, que puede ser hasta la mitad del precio original.
“Se puede comprar tantas cajas como haya disponibles. Se ordena y se paga directamente en la aplicación. Luego hay que recoger la caja a la hora especificada», señaló Fischer.
La app se creó en inglés porque los fundadores tienen planes de expandirse fuera de Israel. Mientras tanto, el servicio ya está dejando una pequeña pero importante marca en la cantidad de alimentos desperdiciados en Israel.
Instituciones israelíes como oficinas, hoteles, restaurantes, escuelas, hospitales, salones de comidas y bases militares desechan más de 1.000 millones de kilos de alimentos al año, lo que representa el 30 por ciento del consumo institucional de comida cuyo valor aproximado es de 1.000 millones de dólares. Aproximadamente, la mitad de todos los alimentos desechados son aptos para el consumo.
Esa información proviene de un reporte publicado en 2018 por Leket Israel, una organización sin fines de lucro que rescata productos agrícolas excedentes frescos y comidas cocinadas. Alrededor de 200 organizaciones asociadas distribuyen los alimentos rescatados a 175.000 israelíes necesitados cada semana.
«Este modelo de negocios plantea una situación de beneficio tridireccional para el planeta, los clientes y las empresas», finalizó Fischer.